Qué bueno que el titular de la Fiscalía General del Estado, Víctor Carrancá Bourguet, se niegue a renunciar a su cargo por petición de un candidato o candidata a puestos de elección popular.
“Seguimos trabajando, yo sigo trabajando y el compromiso es sacar los temas adelante, como hasta ahora han salido”, expuso el fiscal
“¿Pero va a renunciar por los homicidios de Juana Maldonado y Erika Cázares?”, le preguntó El Sol de Puebla.
“No. Por supuesto que no”, contestó.
Luego, dijo que las indagaciones de la Fiscalía van por buen camino, que se siguen dos líneas de investigación en torno a ese par de homicidios y que una de ellas, prácticamente, estará cerrada en próximos días.
“Pronto vamos a dar la información”, sostuvo.
De acuerdo, si encuentra a los responsables y aporta elementos para que sean juzgados y condenados, bien por él.
Sin embargo, fuera de esos dos lamentables homicidios, ayer mismo brotó un nuevo escándalo que pone en duda la eficacia de la Fiscalía.
El exchofer de Cabify, Ricardo Alexis N., detenido y encarcelado por el homicidio de Mara Castilla, ganó un amparo que podría dejarlo en libertad muy pronto.
Si eso ocurre Carrancá Bourguet no solo tendría que renunciar a su trabajo, sino responder ante la justicia por incapacidad.
¿O no?
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Quien quiera entender el éxito del candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador en esta campaña y su insistencia estratégica en el combate a la corrupción como motor de cambio en el país, solo repase lo que ayer dijo desde Puebla la secretaria de la Función Pública, Arely Gómez González.
La servidora pública expuso que los actos de corrupción y la impunidad que sufre el país están marcando a los gobiernos como ineficaces y faltos de integridad ante los ojos de la ciudadanía.
En el contexto de la LX Reunión Nacional de la Comisión Permanente de Contralores, que se desarrolla en el Centro Expositor con el apoyo del gobernador, José Antonio Gali Fayad, Gómez admitió que hoy en día los niveles de corrupción en México representan un problema real y grave.
Así lo expresó:
“Además, este vicio en el manejo de la cosa pública, junto con la impunidad, torna los gobiernos ante los ojos de la ciudadanía en ineficaces y faltos de integridad provocando, así, una disminución en la confianza hacia las instituciones gubernamentales y un menoscabo en el afecto por la democracia”.
De esa realidad proviene el recurso propagandístico que ha empleado con tanto éxito el candidato de Morena.
Por si había dudas.
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No era debate, solo era presentación de propuesta de gobierno, pero ni así llegaron los cuatro aspirantes al gobierno del estado que previamente habían solicitado un espacio a la BUAP para acudir ante los integrantes del Consejo Universitario.
La cita era en el edificio Carolino de la Máxima Casa de Estudios.
Cada uno de los candidatos a gobernador dispondría de 35 minutos para presentar su plataforma política y contestar las preguntas de los miembros del Consejo Universitario.
Primero tocaría el turno de Martha Erika Alonso Hidalgo, abanderada de la coalición Por Puebla al Frente.
Le seguirían Michel Chaín Carrillo, del Partido Verde Ecologista; Luis Miguel Barbosa Huerta, de la alianza Juntos Haremos Historia; y Enrique Doger Guerrero, exrector de esa niversidad y candidato del PRI.
No habría posibilidad de intercambiar puntos de vista ni contrastar ideas.
De hecho, los candidatos no iban a coincidir nunca dentro del recinto académico.
¿Qué pasó?
Que no llegaron todos.
De la misma manera que en el foro de la Universidad Iberoamericana, convocado por las cámaras empresariales e instituciones privadas de educación superior, dos aspirantes cancelaron de última hora: Alonso y Chaín.
Algo pasa con las convocatorias universitarias que no acaban de convencer a los tiradores a Casa Puebla.
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