/ lunes 18 de junio de 2018

En Punto

En efecto, la transparencia y la rendición de cuentas a través de plataformas ciudadanas es un asunto que solo interesa a los candidatos a puestos de elección popular como un mero recurso propagandístico.

Si un aspirante político hace pública su información patrimonial es para “presumir” ante los eventuales electores que goza de honestidad y que se ha conducido con honradez a lo largo de su carrera profesional, ya sea en el gobierno o en actividades empresariales.

Si no la hace pública entonces se vuelve vulnerable frente a críticas y señalamientos que indiquen lo contrario.

El gran problema es que ni condiciones de esta naturaleza motivaron a los candidatos poblanos a transparentar el contenido de su riqueza patrimonial.

De más de mil 600 abanderados a cargos públicos que participan en la presente contienda electoral, solo ¡¡¡24!!! presentaron su declaración 3de3 a través de la herramienta dispuesta por el Instituto Mexicano para la Competitividad, entre ellos los cuatro que aspiran a la gubernatura.

El dato resulta trágico porque demuestra la escasísima voluntad de los hombres y las mujeres que quieren acceder al poder (o perpetuarse en él) para informar a los ciudadanos qué y cuánto poseen.

Las campañas aún no terminan, pero dado el periodo futbolero en que nos encontramos, que gana la atención social, es improbable que ese famélico 24 ascienda.

Lástima.

***

Comensales del restaurante “La Encomienda” de Angelópolis presenciaron en días pasados una riña que en pocos segundos habría ido de las palabras a los golpes.

Según cuentan testigos de los hechos, los protagonistas de esa pelea fueron dos personajes públicos, el empresario y exdelegado de la SCT en Baja California Sur, Alejandro Cruz Olivera, y el exsecretario de Infraestructura del gobierno de Rafael Moreno Valle, Diego Corona Cremean.

Parece que el origen de la discusión tuvo que ver con un tema político partidista en el contexto del actual proceso electoral.

Mientras Alejandro Cruz manifestaba sus expectativas de triunfo en favor de los candidatos de la coalición Juntos Haremos Historia, pero principalmente de Andrés Manuel López Obrador y Luis Miguel Barbosa Huerta, Diego Corona lo hacía en favor de la aspirante a gobernadora de la alianza Por Puebla al Frente, Martha Erika Alonso Hidalgo.

Cuentan que los dos personajes se hicieron de palabras cuando ya se retiraban del lugar, por meras diferencias políticas, pero que, del contraste de opiniones, pasaron a los insultos y luego, hasta a los golpes.

Así de intensa está la competencia por el poder en el estado.

***

El arzobispo Víctor Sánchez Espinosa no es candidato a ningún puesto de elección popular pero también le hace un llamado al titular de la Fiscalía General del Estado, Víctor Carrancá Bourguet… aunque sin pronunciarlo por su nombre.

El líder la iglesia católica en el estado aprovechó el encuentro dominical con los representantes de los medios de comunicación para pedir a las autoridades que esclarezcan los hechos violentos ocurridos el viernes en Amozoc y den a conocer la verdadera causa de la muerte de los seis policías municipales.

“Mi pesar, y le pido a Dios por estas familias que están sufriendo tanto. No es posible que se siga causando tanto dolor en las familias, son seis en este caso, es lamentable. Le pido a Dios sobre todo por sus familias, que son quienes sufren por este tipo de violencia”, expuso en entrevista.

Luego dijo que quienes tienen que aclarar si el homicidio fue por el robo de combustible o por su participación en un operativo son las autoridades.

Y, como bien se sabe, las autoridades responsables de hacer ese trabajo están en la Fiscalía.

Es decir, trabajan bajo el mando de Carrancá Bourguet.

En efecto, la transparencia y la rendición de cuentas a través de plataformas ciudadanas es un asunto que solo interesa a los candidatos a puestos de elección popular como un mero recurso propagandístico.

Si un aspirante político hace pública su información patrimonial es para “presumir” ante los eventuales electores que goza de honestidad y que se ha conducido con honradez a lo largo de su carrera profesional, ya sea en el gobierno o en actividades empresariales.

Si no la hace pública entonces se vuelve vulnerable frente a críticas y señalamientos que indiquen lo contrario.

El gran problema es que ni condiciones de esta naturaleza motivaron a los candidatos poblanos a transparentar el contenido de su riqueza patrimonial.

De más de mil 600 abanderados a cargos públicos que participan en la presente contienda electoral, solo ¡¡¡24!!! presentaron su declaración 3de3 a través de la herramienta dispuesta por el Instituto Mexicano para la Competitividad, entre ellos los cuatro que aspiran a la gubernatura.

El dato resulta trágico porque demuestra la escasísima voluntad de los hombres y las mujeres que quieren acceder al poder (o perpetuarse en él) para informar a los ciudadanos qué y cuánto poseen.

Las campañas aún no terminan, pero dado el periodo futbolero en que nos encontramos, que gana la atención social, es improbable que ese famélico 24 ascienda.

Lástima.

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Comensales del restaurante “La Encomienda” de Angelópolis presenciaron en días pasados una riña que en pocos segundos habría ido de las palabras a los golpes.

Según cuentan testigos de los hechos, los protagonistas de esa pelea fueron dos personajes públicos, el empresario y exdelegado de la SCT en Baja California Sur, Alejandro Cruz Olivera, y el exsecretario de Infraestructura del gobierno de Rafael Moreno Valle, Diego Corona Cremean.

Parece que el origen de la discusión tuvo que ver con un tema político partidista en el contexto del actual proceso electoral.

Mientras Alejandro Cruz manifestaba sus expectativas de triunfo en favor de los candidatos de la coalición Juntos Haremos Historia, pero principalmente de Andrés Manuel López Obrador y Luis Miguel Barbosa Huerta, Diego Corona lo hacía en favor de la aspirante a gobernadora de la alianza Por Puebla al Frente, Martha Erika Alonso Hidalgo.

Cuentan que los dos personajes se hicieron de palabras cuando ya se retiraban del lugar, por meras diferencias políticas, pero que, del contraste de opiniones, pasaron a los insultos y luego, hasta a los golpes.

Así de intensa está la competencia por el poder en el estado.

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El arzobispo Víctor Sánchez Espinosa no es candidato a ningún puesto de elección popular pero también le hace un llamado al titular de la Fiscalía General del Estado, Víctor Carrancá Bourguet… aunque sin pronunciarlo por su nombre.

El líder la iglesia católica en el estado aprovechó el encuentro dominical con los representantes de los medios de comunicación para pedir a las autoridades que esclarezcan los hechos violentos ocurridos el viernes en Amozoc y den a conocer la verdadera causa de la muerte de los seis policías municipales.

“Mi pesar, y le pido a Dios por estas familias que están sufriendo tanto. No es posible que se siga causando tanto dolor en las familias, son seis en este caso, es lamentable. Le pido a Dios sobre todo por sus familias, que son quienes sufren por este tipo de violencia”, expuso en entrevista.

Luego dijo que quienes tienen que aclarar si el homicidio fue por el robo de combustible o por su participación en un operativo son las autoridades.

Y, como bien se sabe, las autoridades responsables de hacer ese trabajo están en la Fiscalía.

Es decir, trabajan bajo el mando de Carrancá Bourguet.

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