Con la novedad de que las autoridades electorales del estado tendrán que ponerse a trabajar, ahora sí, en la organización de un debate entre candidatos a la presidencia municipal de Puebla. Eso sí, a contrarreloj y de manera apresurada.
La Sala Regional de la Ciudad de México del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) echó abajo el acuerdo de improcedencia de un debate e instruyó al Instituto Electoral del Estado para valorar su viabilidad.
El argumento del máximo órgano judicial electoral es simple y certero:
Un debate como el que algunos aspirantes sí quieren llevar a cabo abona a la democracia.
Este fallo fue producto de la impugnación realizada por los abanderados de Juntos Haremos Historia, Claudia Rivera Vivanco, y del PRI, Guillermo Deloya Cobián.
La decisión del Trife no garantiza la celebración de un debate, pero sí obliga a los consejeros del IEE a sesionar para tratar el tema y, en caso de insistir en su negativa, dar una explicación detallada y convincente que deje satisfechos a todos los abanderados.
A ver si ocurre un milagro y los consejeros presididos por Jacinto Herrera Serrallonga coinciden con los magistrados federales, que defienden la realización de un debate por el ejercicio democrático en sí mismo y por el derecho a la información de los eventuales electores.
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A una semana de que terminen las campañas electorales, el candidato a gobernador de la coalición Juntos Haremos Historia, Luis Miguel Barbosa Huerta, consiguió un fallo a favor por parte de la autoridad electoral federal.
Los magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación revocaron la medida cautelar interpuesta por el Instituto Electoral del Estado en contra de Barbosa, con la que le prohibían referirse a su rival del PAN, Martha Erika Alonso, como esposa del exgobernador Rafael Moreno Valle, por incurrir en violencia política de género.
Según el máximo tribunal electoral del país, las alusiones del aspirante de Morena no se referían a la candidata de la alianza Por Puebla al Frente, sino al exmandatario.
Por mayoría de votos se aprobó retirar las medidas cautelares contra el senador experredista, hecho que, a menos de una semana del fin de las campañas y a escasos 10 días de la celebración de los comicios, vendrá a imprimirle mayor pasión al enfrentamiento político.
Esperemos que solo sea eso, pasión, y no encono ni descalificaciones.
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A propósito de Miguel Barbosa.
El candidato a gobernador estuvo con miembros de la Confederación Patronal de la República Mexicana (delegación Puebla) y ahí hizo dos propuestas, dígase, interesantes.
Una de ellas no es nueva.
Ante los hombres de negocios se comprometió a eliminar el Impuesto Sobre la Nómina.
No a reducirlo, sino a desaparecerlo por completo.
La otra sí resultó novedosa.
Frente a los cuestionamientos que insistían en sus planes para combatir la inseguridad en el estado, en caso de que el 1 de julio logre la victoria, el abanderado de Morena afirmó que incrementará el sueldo de todos los policías en el estado para conseguir que se comprometan con su trabajo.
Como en la oferta relacionada con el ISN, aquí tampoco se conformó con una variación marginal en el ingreso de los policías.
Según sus propias palabras, subiría a 10 mil pesos quincenales el sueldo de los uniformados.
Las propuestas no desagradaron, pero sí llevaron a los interlocutores del personaje a preguntarse cómo le haría, puesto que, por un lado, pretende disminuir la recaudación y, por el otro, subir los gastos a través de salarios.
La duda, posterior al encuentro, quedó en el aire.
