Por fin, a unos meses de terminar la gestión, las autoridades municipales encabezadas por el edil Luis Banck Serrato dieron el “sí” a la prueba piloto para valorar una de las que podrían ser las medidas más trascendentales para la vida urbana y social de la zona centro.
Después de un intenso trabajo de cabildeo con los sectores involucrados, principalmente con los comerciantes establecidos, se determinó poner en marcha un esquema de evaluación para la probable, solo probable, peatonalización de algunas calles del centro histórico.
Es prueba piloto que algunos rechazaban servirá para medir con exactitud las consecuencias de movilidad, económicas y turísticas que podría generar la eventual confirmación de esa propuesta.
A partir de ella no habrá lugar a las especulaciones derivadas de temores quizá enraizados en la desinformación.
Si es buena o mala la idea de peatonalizar algunas calles, y solo en días específicos, se sabrá hasta que concluya la prueba.
Por vía de mientras habrá que darle la bienvenida y tratar de ser propositivos ante ella.
Importantes ciudades del mundo, entre ellas la capital de nuestro país, han sobresalido a partir de que las autoridades locales determinan darle prioridad al peatón sobre los automóviles.
Habrá que ver qué ocurre por acá en unas semanas.
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Concluida la distribución de las diputaciones plurinominales por parte del Instituto Electoral del Estado ahora sí se tiene la certeza de cómo quedará la distribución de fuerzas políticas en la próxima legislatura.
Así quedaron los números:
Para Morena, 14 diputaciones; para PT, 4; para el PES, 4; para el PAN, 6; para Movimiento Ciudadano, 3; para el PRD, 2; para Compromiso Por Puebla, 1; para Nueva Alianza, 2; para el PRI, 4, y para el Verde, 1.
Eso significa que la coalición Juntos Haremos Historia, que agrupó a los partidos Morena, PT y PES, se quedará con la mayoría simple, al obtener 22 de las 41 curules disponibles en el recinto legislativo.
El PAN, aunque lograra la suma de todos los demás legisladores, llegaría a 19 diputados, una cifra aún menor que la obtenida por la oposición al grupo en el poder.
Esta nueva conformación le dará una característica diferente al ejercicio del Poder Legislativo en Puebla, que por primera vez no estará supeditado a los dictados del Ejecutivo debido a esa clara conformación de mayoría opositora.
Si continúa la adhesión de esos tres partidos, Morena podría llevar la voz de mando en el Congreso que se conformará en septiembre.
Lo que se espera y desea por el bien de los poblanos es que la relación entre ambos poderes no sea determinada por las diferencias políticas, sino por la comunión de intereses en torno a las necesidades de los poblanos.
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Sin siquiera despeinarse, Ricardo Abdala será de los beneficiados del triunfo de Andrés Manuel López Obrador al ser designado –todavía de manera informal—como futuro coordinador del gobierno federal en el estado de Puebla.
El sobrino político del ex gobernador Manuel Bartett Díaz tendrá un papel importantísimo en la administración federal, pero lo más importante es que lo tendrá desde el estado, con amplias posibilidades de crecer de manera política y personal en siguientes procesos electorales.
Si Abdala es un personaje de peso, eso significa que Bartlett Díaz también lo es, así que no habrá que sorprenderse si en las próximas semanas o meses trasciende el encumbramiento de otro poblano ligado al ex gobernador: Carlos Manuel Meza Viveros.
El ex notario público es priista todavía pero no niega su simpatía y cercanía con Morena y López Obrador.
Seguro será uno de los personajes que retornarán a la palestra pública a partir de diciembre, con el cambio de Presidente.
