Finalmente concesionarios del transporte público aceptaron lo que era un secreto a voces: compran gasolina de procedencia ilícita y refacciones robadas para atenuar el incremento escalonado a los combustibles y el congelamiento de la tarifa del pasaje vigente desde hace más de siete años.
Las ganancias han ido a la baja y, por tanto, deben valerse de estrategias no legales para mantenerse en el negocio mientras gestionan con las autoridades del estado el aumento tan deseado al precio del servicio prestado, aunque está fuera de toda realidad que llegue a 12 pesos, como lo propuso recientemente Delfino Reyes Bocardo, integrante de la Alianza de Camioneros de Puebla.
La siguiente interrogante que surge en este tema es la siguiente: ¿de aterrizarse el aumento a la tarifa los transportistas dejarán de lado ese tipo de prácticas nocivas, como comprar gasolina robada?
Sinceramente será difícil que desistan de hacerlo, finalmente ya tienen sus distribuidores y contactos para mejorar el margen de ganancias.
¿O no?
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Después de un año finalmente los integrantes del Cabildo del Ayuntamiento de Puebla se han decidido a dar un paso al frente para la nueva prestación del servicio de grúas y terminar así con la mafia que representa actualmente la oferta a cargo de DOAMA, DEA y Unión Antorchista.
Las tres empresas actúan conforme a sus intereses sin contar con corralones en buen estado, sin responder a los daños a los automóviles durante el arrastre, ni claridad en las tarifas que cobran.
Durante la sesión ordinaria de Cabildo de este día se tiene previsto avalar una reforma al Código Reglamentario Municipal (Coremun) para dar paso a la nueva regulación a toda empresa interesada en ofrecer el servicio si cumple con los requisitos, como contar con un seguro contra robo total o parcial, choferes acreditados y vehículos de arrastre (grúas) en buen estado, por lo que previamente tendrán el visto bueno de la autoridad vía la Subsecretaría de Transportes Estatal.
En cuanto a los corralones tienen la obligación de estar cercados o bardeados, con alumbrado y vigilancia, además de tener piso compactado, sin que necesariamente esté pavimentado con asfalto o concreto hidráulico.
Sin duda es un tema necesario a solucionar para terminar con vicios del pasado.
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Este próximo sábado y durante los cuatro siguientes fines de semana los poblanos y visitantes podrán caminar libremente por el primer cuadro de la ciudad.
Y es que se echará a andar el piloto del programa “Ándale”, que pretende posteriormente someterse a análisis para conocer la factibilidad de aplicar ese proyecto de manera definitiva.
De acuerdo a Mariana Navarrete Little, secretaria de Movilidad Municipal, esto no se trata de un programa de peatonalización como tal, ya que existirá un carril confinado para permitir el paso de automóviles a los estacionamientos, a una velocidad máxima de 10 kilómetros por hora.
Además, estará prohibida la presencia de vendedores ambulantes en ese corredor, pues a los que se busca beneficiar con el proyecto es a los comerciantes establecidos, uno de los principales sectores a los que se busca convencer de implantar la medida.
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Los diputados locales perdieron la oportunidad, como muchas otras anteriormente, de demostrar que en verdad trabajan por los poblanos y no solo son levantadedos.
Nos referimos al acoso callejero, al que el ayuntamiento encabezado por Luis Banck Serrato plantea castigar con hasta 2 mil 450 pesos y arresto hasta por 36 horas.
El asunto estriba en que, a pesar de que desde hace tiempo existe una iniciativa de la diputada Socorro Quezada para castigar el acoso, el Congreso Estatal se ha negado a legislar sobre el tema, porque según Víctor León Castañeda, vicepresidente de la Mesa Directiva, primero quieren tantearle el agua a los camotes y ver cómo le va a la capital en el asunto.
Lo dicho, otra oportunidad perdida.
