/ jueves 13 de septiembre de 2018

En Punto

Una fuga de gas o gasolina producto de la ordeña ilegal de ductos de Pemex parece ya no ser noticia en Puebla.

No obstante, la de ayer sí lo fue.

El robo de combustible en una zona cercana a la autopista Puebla-México, en las inmediaciones de la Unidad Habitacional Villa Frontera, ocasionó pánico entendible y la movilización de todos los cuerpos de seguridad disponibles para impedir una tragedia mayúscula, que por fortuna no ocurrió.

Faltaban unos minutos para las tres de la mañana cuando los habitantes de esa zona del municipio escucharon una fuerte explosión y después percibieron el intenso olor a gas que inundaba el ambiente.

Esta vez no fue una fuga de gasolina, sino de gas, que en pocos minutos se extendió por calles y casas poniendo en peligro la vida de miles de personas.

Luego vino la evacuación de mil 800 familias y el desvanecimiento del susto tras la intervención -sumamente tardía- de Pemex para controlar la salida del combustible altamente inflamable.

El incidente de este miércoles fue diferente.

Puso en evidencia el enorme riesgo que sufre la gente de zonas urbanas por la imbatible ola de robos a los ductos de la paraestatal.

Tanto autoridades como sociedad hemos fallado en el combate a este delito.

Los tres niveles de gobierno, incluido el Poder Legislativo Federal, por su incapacidad para combatirlo de manera eficiente; los ciudadanos, por ser muchas veces omisos y hasta cómplices del quehacer de las bandas organizadas.

En esto hemos fallado todos.

La de ayer pudo ser una tragedia con cientos de muertos.

No lo fue.

Pero no hay que esperar a que lo sea, en Villa Frontera o en cualquier otra colonia de la franja de conducción de Pemex, para armarse de valor y terminar, de una vez por todas, con el problema.


***

En contraste con la reacción tardía de Petróleos Mexicanos, la buena respuesta del gobierno municipal de Luis Banck Serrato fue importante para evitar la tragedia en Villa Frontera.

Los cuerpos de seguridad del Ayuntamiento de Puebla, así como las tareas correspondientes al área de Protección Civil, lograron una exitosa evacuación en tiempo y forma.

Al final no hubo ninguna explosión derivada de la fuga de gas, pero si la hubiese habido no habría generado efectos devastadores gracias a que las mil 800 familias que estaban originalmente en riesgo ya habían sido llevadas a un lugar seguro.

Buen trabajo del edil y sus colaboradores.


***

Parece que en el Comité Ejecutivo Nacional del PRI no han dado ni quieren dar carpetazo al tema de las traiciones en el estado de Puebla.

Al menos esa interpretación es la que se desprende de las palabras de Pablo Fernández del Campo, quien como presidente de la Comisión de Ética Partidaria del tricolor en el estado ha hecho una interesante revelación.

En los días por venir, expuso el todavía diputado local, la dirigencia nacional podría dar a conocer los primeros nombres de los militantes que en el pasado proceso electoral jugaron en contra de los intereses del PRI.

Lo interesante es que Fernández del Campo tiene fundamentos para decirlo.

Él ha sido el encargado de armar más de 35 expedientes de tricolores traidores y ya se los ha llevado a su par del CEN, José Antonio González Fernández.

“Es señalar y sancionar y exhibir a los que se atrevieron a usar los colores del partido de manera indebida, pero, además, lo que más importante me parece es cómo vamos a empezar a caminar”, expuso el expresidente del Comité Directivo Estatal.

El anuncio se contrapone a lo dicho por Javier Casique Zárate hace unas semanas.

Aquella ocasión el líder estatal expuso que no habría cacería de traidores y que habría borrón y cuenta nueva.

Ya se ve que no todos piensan igual, para buena suerte de quienes sí quieren ir tras los traidores… o por lo menos exhibirlos.

Una fuga de gas o gasolina producto de la ordeña ilegal de ductos de Pemex parece ya no ser noticia en Puebla.

No obstante, la de ayer sí lo fue.

El robo de combustible en una zona cercana a la autopista Puebla-México, en las inmediaciones de la Unidad Habitacional Villa Frontera, ocasionó pánico entendible y la movilización de todos los cuerpos de seguridad disponibles para impedir una tragedia mayúscula, que por fortuna no ocurrió.

Faltaban unos minutos para las tres de la mañana cuando los habitantes de esa zona del municipio escucharon una fuerte explosión y después percibieron el intenso olor a gas que inundaba el ambiente.

Esta vez no fue una fuga de gasolina, sino de gas, que en pocos minutos se extendió por calles y casas poniendo en peligro la vida de miles de personas.

Luego vino la evacuación de mil 800 familias y el desvanecimiento del susto tras la intervención -sumamente tardía- de Pemex para controlar la salida del combustible altamente inflamable.

El incidente de este miércoles fue diferente.

Puso en evidencia el enorme riesgo que sufre la gente de zonas urbanas por la imbatible ola de robos a los ductos de la paraestatal.

Tanto autoridades como sociedad hemos fallado en el combate a este delito.

Los tres niveles de gobierno, incluido el Poder Legislativo Federal, por su incapacidad para combatirlo de manera eficiente; los ciudadanos, por ser muchas veces omisos y hasta cómplices del quehacer de las bandas organizadas.

En esto hemos fallado todos.

La de ayer pudo ser una tragedia con cientos de muertos.

No lo fue.

Pero no hay que esperar a que lo sea, en Villa Frontera o en cualquier otra colonia de la franja de conducción de Pemex, para armarse de valor y terminar, de una vez por todas, con el problema.


***

En contraste con la reacción tardía de Petróleos Mexicanos, la buena respuesta del gobierno municipal de Luis Banck Serrato fue importante para evitar la tragedia en Villa Frontera.

Los cuerpos de seguridad del Ayuntamiento de Puebla, así como las tareas correspondientes al área de Protección Civil, lograron una exitosa evacuación en tiempo y forma.

Al final no hubo ninguna explosión derivada de la fuga de gas, pero si la hubiese habido no habría generado efectos devastadores gracias a que las mil 800 familias que estaban originalmente en riesgo ya habían sido llevadas a un lugar seguro.

Buen trabajo del edil y sus colaboradores.


***

Parece que en el Comité Ejecutivo Nacional del PRI no han dado ni quieren dar carpetazo al tema de las traiciones en el estado de Puebla.

Al menos esa interpretación es la que se desprende de las palabras de Pablo Fernández del Campo, quien como presidente de la Comisión de Ética Partidaria del tricolor en el estado ha hecho una interesante revelación.

En los días por venir, expuso el todavía diputado local, la dirigencia nacional podría dar a conocer los primeros nombres de los militantes que en el pasado proceso electoral jugaron en contra de los intereses del PRI.

Lo interesante es que Fernández del Campo tiene fundamentos para decirlo.

Él ha sido el encargado de armar más de 35 expedientes de tricolores traidores y ya se los ha llevado a su par del CEN, José Antonio González Fernández.

“Es señalar y sancionar y exhibir a los que se atrevieron a usar los colores del partido de manera indebida, pero, además, lo que más importante me parece es cómo vamos a empezar a caminar”, expuso el expresidente del Comité Directivo Estatal.

El anuncio se contrapone a lo dicho por Javier Casique Zárate hace unas semanas.

Aquella ocasión el líder estatal expuso que no habría cacería de traidores y que habría borrón y cuenta nueva.

Ya se ve que no todos piensan igual, para buena suerte de quienes sí quieren ir tras los traidores… o por lo menos exhibirlos.

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