Luz y sombra.
Así pueden resumirse dos comentarios y puntos de vista, algunos basados en información, externados este lunes por servidores públicos del Ayuntamiento de Puebla. Uno, José Luis González Acosta, regidor; y otra, Lirio Azahalia González Luna, secretaria de Turismo.
González Acosta hizo señalamientos graves en una mesa de trabajo de la Comisión de Turismo, Arte y Cultura.
El regidor de Morena denunció que entre los vendedores ambulantes que mantienen tomada la vía pública en el centro de la ciudad se oculta el comercio ilegal de drogas.
No solo eso, afirmó que estos vendedores tienen amenazados y como rehenes a los comerciantes establecidos, que ante el temor de ser agredidos prefieren mantenerse al margen y no decir nada.
Asegura que los representantes de la Unión de Comerciantes del Centro Histórico ya temen por su seguridad y que por ello no hacen ninguna denuncia.
“Incluso están alejados de los medios de comunicación porque al abrir la cortina de sus negocios los atacan con invasiones afuera y están amenazados”, subraya.
Derivado de lo anterior es que demanda una pronta reunión con los responsables de la seguridad pública para abordar el asunto y poner orden donde no lo hay.
En la postura del regidor está la luz.
En el punto extremo, a la sombra, está la secretaria de Turismo,
Lirio Azahalia González Luna defiende la presencia de los ambulantes con una premisa surreal.
Afirma que los informales venden antojitos, como las chalupas, que son buscados por consumidores locales y turistas.
Subraya que el comercio informal utiliza el patrimonio gastronómico para vivir.
Si los quitan de las calles, sentencia, los turistas que lleguen al Centro Histórico se quedarán sin probar la comida típica del estado.
¡Caray!
¿Qué pensarán los restauranteros después de escuchar esa defensa?
Seguro se plantearán la posibilidad de ir a la calle a vender mole, pipián y chalupas para ahorrarse así gastos en renta, sueldos e impuestos.
Algo raro sucede en la Comuna en el tema de la ambulantaje.
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Parece que, aun en contra de su voluntad, el PRI terminó por ayudar a los partidos de la coalición Juntos Haremos Historia en la impugnación que presentó ante los tribunales electorales federales de la contienda a la gubernatura.
Ha sido Javier Casique Zárate quien ha dado a conocer que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación le solicitó al partido tricolor enviar actas de los comicios, que ayudarán precisamente a armar el fallo que los siete magistrados tendrán que emitir en más o menos un mes.
Lo que también ha comentado el presidente del Comité Directivo Estatal del priismo es que esta acción no obedeció a la demanda que hace unos días expuso Gabriel Biestro Medinilla, cuando conminó al tricolor a mandar la papelería electoral que ayudara a demostrar la existencia del presunto fraude.
“Sí es importante decirle al diputado Biestro y presidente del partido Morena que tome las cosas con mucha responsabilidad porque nosotros estamos actuando en congruencia hacia las instituciones”, apuntó el líder priista, como para que no se fuese a pensar que el PRI y el partido de Andrés Manuel López Obrador ya andan cooperando en Puebla.
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El paso de los migrantes centroamericanos por Puebla fue muy breve.
Algunos comenzaron a llegar en la noche del sábado; la gran mayoría arribó a territorio estatal y a los albergues que se habilitaron para ellos el domingo y prácticamente todos continuaron su camino a la Ciudad de México ayer lunes.
Lo que debe rescatarse de este hecho es la buena organización y la solidaridad de la sociedad poblana con ellos.
Gobierno, Iglesia y ciudadanos se mostraron generosos con los contingentes de cientos de migrantes que llevan como objetivo principal ingresar a Estados Unidos.
Un buen comportamiento de un estado que también es expulsor de migrantes.
