/ martes 19 de febrero de 2019

En Punto

La presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, regresó a México, después de su polémico viaje a Europa, y ofreció su primera conferencia de prensa ante los medios de comunicación.

Tras una intentona de explicación que volvió a generar más dudas que certezas, sobre todo porque siguió evadiendo el nombre exacto del evento presuntamente internacional al que fue invitada en Viena, con casi todos los gastos pagados, la alcaldesa se fue por la fácil.

Es decir, descalificó a quienes han osado cuestionar el rumbo de la administración que encabeza.

Rivera Vivanco se dijo víctima de una campaña de odio y de ataques sin fundamento que tienen que ver con su condición de mujer.

¡¿En serio cree eso?!

Si es real ese pensamiento, mucho hay que temer que la presidenta municipal, la primera emanada de Morena, seguirá por l misma vía con la que se ha conducido en los cuatro meses que lleva al frente del ayuntamiento de Puebla, o sea: sin programa ni proyecto de gobierno para la ciudad y sin objetivos claros.

Eso es grave.

En lugar de asumir que ha cometido errores, tanto ella como sus colaboradores, ataca a quienes la cuestionan y se refugia en temas de género para victimizarse.

Esperemos que ese discurso haya sido solo parte de una estrategia de comunicación, mala, por cierto, para intentar salir al paso de los señalamientos que tiene encima y que son muchos.


***

Otro asunto grave tiene que ver con la poca importancia que algunos de los presidentes municipales de la zona de San Martín Texmelucan le dan a la seguridad.

Imagínese, en una región inundada por el huachicol, con delincuencia organizada, los ediles prefieren dedicarse a otros temas en lugar de velar por la seguridad de sus gobernados.

Resulta que la diputada local de Morena, Bárbara Morán Añorve, consiguió algo que no es tan fácil: llevar a Texmelucan al secretario de Seguridad Pública del gobierno del estado, Manuel Alonso García, a una reunión de trabajo con autoridades municipales y auxiliares de esa región.

Añorve convocó a presidentes municipales y ediles auxiliares de cuatro municipios: San Martín Texmelucan, San Matías Tlalancaleca, Santa Rita Tlahuapan y San Salvador El Verde.

Y qué cree usted, pues que ninguno de los alcaldes llegó.

Sí acudieron las autoridades auxiliares, pero las municipales no.

Norma Layón Aarun, Elizabeth Morales Olarte, Vidal Roa Benítez y Pablo Romero García ignoraron la oportunidad de platicar con Alonso para reforzar y mejorar las estrategias de combate a la delincuencia que existen en sus comunidades.

¿Qué habrán tenido más importante que hacer?

Nadie lo sabe.


***

De vuelta al municipio de Puebla, tenemos que la ocupación hotelera en el 2018 fue la más baja de los últimos años.

En efecto, uno de los sectores más desarrollados en el sexenio de Rafael Moreno Valle y en los 22 meses de gobierno que comprendió el periodo de José Antonio Gali fue el del turismo, por lo que llama la atención que la ocupación de cuartos de hotel haya caído 3.2 puntos porcentuales de un año a otro.

Los datos son de la Secretaría de Turismo federal y obligan a las actuales autoridades, tanto municipales como estatales, a indagar qué ocurrió.

La presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, regresó a México, después de su polémico viaje a Europa, y ofreció su primera conferencia de prensa ante los medios de comunicación.

Tras una intentona de explicación que volvió a generar más dudas que certezas, sobre todo porque siguió evadiendo el nombre exacto del evento presuntamente internacional al que fue invitada en Viena, con casi todos los gastos pagados, la alcaldesa se fue por la fácil.

Es decir, descalificó a quienes han osado cuestionar el rumbo de la administración que encabeza.

Rivera Vivanco se dijo víctima de una campaña de odio y de ataques sin fundamento que tienen que ver con su condición de mujer.

¡¿En serio cree eso?!

Si es real ese pensamiento, mucho hay que temer que la presidenta municipal, la primera emanada de Morena, seguirá por l misma vía con la que se ha conducido en los cuatro meses que lleva al frente del ayuntamiento de Puebla, o sea: sin programa ni proyecto de gobierno para la ciudad y sin objetivos claros.

Eso es grave.

En lugar de asumir que ha cometido errores, tanto ella como sus colaboradores, ataca a quienes la cuestionan y se refugia en temas de género para victimizarse.

Esperemos que ese discurso haya sido solo parte de una estrategia de comunicación, mala, por cierto, para intentar salir al paso de los señalamientos que tiene encima y que son muchos.


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Otro asunto grave tiene que ver con la poca importancia que algunos de los presidentes municipales de la zona de San Martín Texmelucan le dan a la seguridad.

Imagínese, en una región inundada por el huachicol, con delincuencia organizada, los ediles prefieren dedicarse a otros temas en lugar de velar por la seguridad de sus gobernados.

Resulta que la diputada local de Morena, Bárbara Morán Añorve, consiguió algo que no es tan fácil: llevar a Texmelucan al secretario de Seguridad Pública del gobierno del estado, Manuel Alonso García, a una reunión de trabajo con autoridades municipales y auxiliares de esa región.

Añorve convocó a presidentes municipales y ediles auxiliares de cuatro municipios: San Martín Texmelucan, San Matías Tlalancaleca, Santa Rita Tlahuapan y San Salvador El Verde.

Y qué cree usted, pues que ninguno de los alcaldes llegó.

Sí acudieron las autoridades auxiliares, pero las municipales no.

Norma Layón Aarun, Elizabeth Morales Olarte, Vidal Roa Benítez y Pablo Romero García ignoraron la oportunidad de platicar con Alonso para reforzar y mejorar las estrategias de combate a la delincuencia que existen en sus comunidades.

¿Qué habrán tenido más importante que hacer?

Nadie lo sabe.


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De vuelta al municipio de Puebla, tenemos que la ocupación hotelera en el 2018 fue la más baja de los últimos años.

En efecto, uno de los sectores más desarrollados en el sexenio de Rafael Moreno Valle y en los 22 meses de gobierno que comprendió el periodo de José Antonio Gali fue el del turismo, por lo que llama la atención que la ocupación de cuartos de hotel haya caído 3.2 puntos porcentuales de un año a otro.

Los datos son de la Secretaría de Turismo federal y obligan a las actuales autoridades, tanto municipales como estatales, a indagar qué ocurrió.

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