/ viernes 8 de marzo de 2019

En Punto

René Sánchez Galindo ha soltado varias perlas discursivas, pero la de ayer rebasó todos los límites de la coherencia.

Abrumado por el problema del comercio ambulante, que en un nuevo acontecimiento social fue denunciado este jueves por vecinos de la unidad habitacional La Margarita, el secretario de Gobernación de Claudia Rivera Vivanco culpó al IMSS y exigió a las autoridades de ese instituto resolver por su cuenta los conflictos que ahí existen.

¡Es verdad!

Dijo que todo el caos empezó por la construcción de una clínica y un hospital, del IMSS, donde no debía construirse, y que de ahí se derivan todos los males que están presentes ahí, ya no solo en la Avenida Fidel Velázquez, sino en las calles que ingresan a esa unidad habitacional.

“Esto generó que varias manzanas de La Margarita se utilicen como estacionamiento, como venta de ambulantes, presencia de ‘viene viene’ y delincuencia”, soltó.

Después, en el extremo de la sinrazón, pidió a la gente del Seguro Social resolver el problema, ¡construyendo locales para los ambulantes!

“Esto es muy simple”, agregó, “que el IMSS construya paraderos, construya estacionamientos y un área comercial y construya los servicios médicos que requiere como ha anunciado, utilizando el espacio que le donó el ayuntamiento al IMSS”.

¿Qué le parece?

Este señor, de apellidos Sánchez Galindo, no tiene la menor idea de las obligaciones de una autoridad municipal.

Y mucho menos, está claro, de las que tiene la Secretaría de Gobernación, donde cobra puntualmente sus quincenas.

***

Enrique Doger Guerrero tiene razón a medias para negarle apoyo a la candidatura de su compañero de partido Alberto Jiménez Merino.

El abanderado a gobernador del PRI formó parte de un frente, el autollamado Grupo Renovación, que en los meses posteriores a las votaciones de julio de 2018 se puso como primer objetivo evitar una nueva postulación de Doger Guerrero en el caso de que, como se esperaba entonces, las autoridades electorales federales anularan los resultados que dieron la victoria a Martha Erika Alonso Hidalgo.

El Grupo Renovación, con integrantes muy bien definidos, entre ellos Jiménez Merino, se convirtió en el principal enemigo de Doger al interior del PRI, como lo hicieron saber en múltiples ocasiones, exigiendo además la renuncia de Javier Casique Zárate del Comité Directivo Estatal.

Con ese antecedente es natural que Doger no quiera ahora respaldar a uno de sus verdugos.

Ahí tiene razón.

Donde no la tiene es en la parte de las previsiones electorales, pues afirma que Jiménez Merino condenará al PRI a quedar en tercer lugar en las votaciones, y en aquella que lo pone como inminente traidor de los intereses tricolores para fortalecer a otra fuerza política.

Aquí es donde Doger sangra de la boca por incongruencia.

Precisamente en 2018 el tricolor se desfondó hasta el tercer lugar de las preferencias en el estado, por primera vez en su historia, y ¿de la mano de quién fue? Pues de Doger.

Ni Javier López Zavala en 2010 ni Blanca Alcalá Ruiz en 2016 se fueron al fondo, pero Doger sí, en 2018.

Luego, el candidato que jugó para una fuerza política ajena al PRI, aun portando la camiseta tricolor, fue también él, en 2018.

El ex rector de la BUAP y ex presidente municipal de Puebla pactó con Rafael Moreno Valle el apoyo para Martha Erika Alonso, como quedó evidenciado durante la campaña y después confirmado al momento de ir con la esposa del ex gobernador para levantarle la mano.

Esa ocasión, sus colaboradores ya presumían que se harían de la Secretaría de Salud o la SEP.

René Sánchez Galindo ha soltado varias perlas discursivas, pero la de ayer rebasó todos los límites de la coherencia.

Abrumado por el problema del comercio ambulante, que en un nuevo acontecimiento social fue denunciado este jueves por vecinos de la unidad habitacional La Margarita, el secretario de Gobernación de Claudia Rivera Vivanco culpó al IMSS y exigió a las autoridades de ese instituto resolver por su cuenta los conflictos que ahí existen.

¡Es verdad!

Dijo que todo el caos empezó por la construcción de una clínica y un hospital, del IMSS, donde no debía construirse, y que de ahí se derivan todos los males que están presentes ahí, ya no solo en la Avenida Fidel Velázquez, sino en las calles que ingresan a esa unidad habitacional.

“Esto generó que varias manzanas de La Margarita se utilicen como estacionamiento, como venta de ambulantes, presencia de ‘viene viene’ y delincuencia”, soltó.

Después, en el extremo de la sinrazón, pidió a la gente del Seguro Social resolver el problema, ¡construyendo locales para los ambulantes!

“Esto es muy simple”, agregó, “que el IMSS construya paraderos, construya estacionamientos y un área comercial y construya los servicios médicos que requiere como ha anunciado, utilizando el espacio que le donó el ayuntamiento al IMSS”.

¿Qué le parece?

Este señor, de apellidos Sánchez Galindo, no tiene la menor idea de las obligaciones de una autoridad municipal.

Y mucho menos, está claro, de las que tiene la Secretaría de Gobernación, donde cobra puntualmente sus quincenas.

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Enrique Doger Guerrero tiene razón a medias para negarle apoyo a la candidatura de su compañero de partido Alberto Jiménez Merino.

El abanderado a gobernador del PRI formó parte de un frente, el autollamado Grupo Renovación, que en los meses posteriores a las votaciones de julio de 2018 se puso como primer objetivo evitar una nueva postulación de Doger Guerrero en el caso de que, como se esperaba entonces, las autoridades electorales federales anularan los resultados que dieron la victoria a Martha Erika Alonso Hidalgo.

El Grupo Renovación, con integrantes muy bien definidos, entre ellos Jiménez Merino, se convirtió en el principal enemigo de Doger al interior del PRI, como lo hicieron saber en múltiples ocasiones, exigiendo además la renuncia de Javier Casique Zárate del Comité Directivo Estatal.

Con ese antecedente es natural que Doger no quiera ahora respaldar a uno de sus verdugos.

Ahí tiene razón.

Donde no la tiene es en la parte de las previsiones electorales, pues afirma que Jiménez Merino condenará al PRI a quedar en tercer lugar en las votaciones, y en aquella que lo pone como inminente traidor de los intereses tricolores para fortalecer a otra fuerza política.

Aquí es donde Doger sangra de la boca por incongruencia.

Precisamente en 2018 el tricolor se desfondó hasta el tercer lugar de las preferencias en el estado, por primera vez en su historia, y ¿de la mano de quién fue? Pues de Doger.

Ni Javier López Zavala en 2010 ni Blanca Alcalá Ruiz en 2016 se fueron al fondo, pero Doger sí, en 2018.

Luego, el candidato que jugó para una fuerza política ajena al PRI, aun portando la camiseta tricolor, fue también él, en 2018.

El ex rector de la BUAP y ex presidente municipal de Puebla pactó con Rafael Moreno Valle el apoyo para Martha Erika Alonso, como quedó evidenciado durante la campaña y después confirmado al momento de ir con la esposa del ex gobernador para levantarle la mano.

Esa ocasión, sus colaboradores ya presumían que se harían de la Secretaría de Salud o la SEP.

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