El nuevo episodio dramático en la larga sucesión de gobernador que ha sufrido Puebla en el último año fue muy breve.
El viernes, los magistrados de la sala superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación discutieron la impugnación presentada por Alejandro Armenta Mier y, derivado de ello, ordenaron a la dirigencia nacional de Morena que fundamentara la decisión que llevó a definir a Luis Miguel Barbosa Huerta como su candidato a gobernador.
La resolución, aunque minimizada por algunos, fue relevante porque daba pie a una eventual anulación del proceso del que había salido Barbosa como abanderado de la coalición Juntos Haremos Historia.
Devolvió la incertidumbre política entre los simpatizantes y militantes del partido del presidente López Obrador; puso nerviosos a los barbosistas y resucitó las esperanzas de los armentistas… aunque solo por unas horas.
A la medianoche del viernes Morena contestó mandando los fundamentos de la designación y el domingo el nuevo incendio fue apagado.
La junta local del INE ratificó la candidatura de Barbosa a la gubernatura.
Habrá que ver si la disputa interna queda aquí o resurge de alguna otra manera.
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Tan solícito en estos días para ponerse a las órdenes del candidato a gobernador de la coalición Juntos Haremos Historia, Miguel Barbosa, el diputado local Gerardo Islas Maldonado podría perder su boleto para acceder a los beneficios de la nueva administración estatal incluso antes de que ésta empiece.
Fiel a sus costumbres personales, el ex presidente del partido Nueva Alianza acudió la noche del viernes al palenque de la feria de Puebla en su edición 2019, para unirse al público que vería la presentación del dueto pop conocido como Ha-Ash.
Ahí estuvo Islas Maldonado, en la sección 103 del graderío destinado para la zona VIP, con el hermano de Luis Miguel y un numeroso grupo de amigos que llenaron las dos primeras filas del inmueble.
Seguramente el legislador no lo sabe, pero ese hecho mandó una mala señal a los actuales protagonistas del poder político en el estado.
En esas filas VIP se congregaron personajes afines a políticos del pasado reciente, muy reciente, que arribaron al Centro Expositor en vehículos blindados y en compañía de poco discretos equipos de seguridad.
Nadie del nuevo grupo en el poder le cuestiona a Islas su gusto por la música pop.
Lo que llamó la atención fue que siga divirtiéndose, a sus anchas, como en el pasado, y con los mismos amigos a los que ahora en público desconoce.
Por cierto, el comportamiento de esos “amigos” durante la noche del viernes, al estilo de “aquí seguimos mandando nosotros”, también levantó cejas donde ya se ha dicho.
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Una noticia que ha estallado este fin de semana tiene que ver con la solicitud de aprehensión en contra del ex gobernador Mario Marín Torres, a quien le habría alcanzado la justicia tras aquel añejo incidente que sostuvo con la escritora Lydia Cacho y el empresario Kamel Nacif
Una juez de Quintana Roo decidió obsequiar el documento en favor de la también periodista, que durante años buscó castigar a Marín como responsable de la tortura psicológica cometida en su contra.
Eso sucedió el jueves, en una nueva era política en el país, con Andrés Manuel López Obrador en la presidencia de la república.
¿Pisará la cárcel el ex mandatario?
Esa es la duda que circula entre los miembros de la clase política.
