En la medianoche del domingo, apenas unas horas después de haber concluido la jornada electoral, Luis Miguel Barbosa Huerta pronunció desde el zócalo de la ciudad de Puebla un importante mensaje a los ciudadanos, pero también, a la clase política de la entidad.
Ya con el triunfo en la bolsa, Barbosa dijo al micrófono que se reconocía como un integrante de Morena, pero advirtió que su gobierno no sería de los partidos políticos, sino de los ciudadanos.
Ayer, en un encuentro con periodistas, el gobernador electo insistió en el tema.
Subrayó que la conformación de su gabinete y su gobierno no obedecerá a un reparto de cuotas entre los personajes que le ayudaron a ganar la elección.
“No va a ser el gabinete un reparto entre partidos. No va a ser un reparto entre personas. No lo va a ser porque todos los que participaron en política decimos qué hacemos para poder mejorar a la sociedad”, manifestó.
“Así es que”, continuó, “quien piense que desde los partidos políticos será un reparto, no será así, respetaré a todos, seré muy equilibrado con todos, pero no voy a poner a un gobierno que aparezca con el rostro del reparto de los partidos políticos porque en ese momento fracaso el gobierno que queremos encabezar, como un gobierno ciudadano”.
No quiso adelantar futuros nombramientos, salvo uno, el de su directora de comunicación social.
En esa cartera quedará la periodista Verónica Vélez Macuil, quien lo acompaña en funciones de prensa y relaciones públicas desde hace algunos años.
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Los resultados de la elección de gobernador del pasado domingo pusieron a un personaje en el blanco de todas las miradas: Claudia Rivera Vivanco.
La presidenta municipal de Puebla fue señalada como una de las responsables de que el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, Morena, perdiera las votaciones en la capital del estado. En efecto, en la ciudad más relevante de la entidad, el candidato a gobernador que consiguió más votos no fue precisamente Luis Miguel Barbosa, hoy virtual gobernador electo, sino Enrique Cárdenas Sánchez.
Eso confirmó las preocupaciones que existía en un sector del barbosismo con relación a la cantidad de votos que recibiría el abanderado en la contienda electoral.
Consciente de ello, Rivera Vivanco reapareció ayer ante los medios de comunicación, después de la veda electoral, para decir que analizará las causas por las que Morena perdió en la capital y anunció que su administración se alineará para trabajar coordinadamente con el gobierno de Barbosa.
Expuso que el ayuntamiento redoblará esfuerzos en favor de los ciudadanos, pues dijo que es una mujer que ha entregado resultados en sus diferentes encargos y en este caso no será la excepción: “jamás he fallado y mucho menos ahora”. Es decir, indirectamente respondió a las críticas. Aseguró que dará resultados… ahora sí.
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El PRI quedó en lejanísimo tercer lugar en la contienda por la gubernatura, pero se llevó un buen premio de consolidación para las estadísticas: cuatro de los cinco ayuntamientos en disputa quedaron en sus manos.
