Las causas pueden ser muchas, pero el número es por sí solo alarmante, en menos de cuatro años y medio han desaparecido oficialmente mil 152 mujeres, desde recién nacidas hasta adultas mayores sin que se sepa hoy en día su paradero.
Hubo en ese mismo periodo, otras mil 741 que en algún momento formaron parte de la lista de desaparecidas pero que finalmente fueron ubicadas. Por desgracia, 18 de ellas sin vida.
Una solicitud de información, hecha por la reportera Paulina Gómez a la Fiscalía General de Justicia, dimensiona el nivel de riesgo que pueden padecer las féminas en la entidad, donde, por si fuera poco, los feminicidios son más frecuentes.
De 2014 al 15 de mayo del presente año, el número de mujeres ha registrado un crecimiento acelerado pues si bien es cierto que de 2014 a 2015 hubo una reducción del 32 por ciento en las denuncias, a partir de este último año y hasta el 2018 la incidencia llegó a un 126 por ciento más.
Por supuesto, son números que impiden darle rostro a la angustia de familias que viven en una permanente frustración por no saber del paradero de sus hijas, madres, esposas, familiares o amigas y que para el caso de Puebla capital alcanza los 553 casos.
En una dimensión focalizada en el año que transcurre, tenemos que en promedio 14 mujeres desaparecen cada semana y la mitad puede encontrar una motivación personal o consciente, la otra parte es la que preocupa pues no logra esclarecerse.
***
En los últimos meses, la posibilidad de desaparecer los organismos públicos locales electorales en los 32 estados del país abrió el debate a nivel nacional sobre el costo de la democracia y la necesidad de financiar estas instituciones en los estados.
Pero, ¿cuánto puede influir el caso de Puebla para tomar esta decisión?, si tomamos en cuenta que la última elección extraordinaria a la gubernatura la organizó el Instituto Nacional Electoral (INE) sin quejas ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), mientras que un año antes, los resultados de la elección que organizó el Instituto Electoral del Estado (IEE) fueron ampliamente cuestionados y los magistrados federales tuvieron la última palabra con una votación dividida.
Además, hoy sabemos que el IEE y los partidos políticos nos cuestan más de 250 millones de pesos anuales cuando no hay elección, que pueden reducirse a 100 millones si se aprueba la iniciativa de Morena en el Congreso de la Unión para desaparecer los OPLE y reducir a la mitad las prerrogativas ordinarias de las fuerzas políticas.
A simple vista, en Puebla todo apunta que es mejor la aprobación de esta medida, pero ¿podrá el INE con la organización de unas elecciones concurrentes en los 32 estados del país con los mismos resultados?, ¿qué tanto el desempeño de unas personas puede estar por encima de las instituciones? Y sobre todo ¿Cuál es el riesgo de centralizar la democracia en una sola institución?
