Empresarios y representantes del sector restaurantero del estado hicieron un fuerte pronunciamiento para exigir mayores condiciones de seguridad en la ciudad de Puebla, después de que uno de los establecimientos adheridos a la Canirac fuese asaltado en los primeros minutos del martes.
Sabor a Puebla, establecimiento de comida localizado en pleno corazón del centro histórico, sobre la calle 16 de Septiembre, frente al zócalo, fue blanco de un atraco al finalizar la jornada laboral del lunes.
Lo insólito es que el restaurante se ubica a solo unos metros del Palacio Municipal, donde se supone que el ayuntamiento de Puebla tendría el mejor despliegue de seguridad en contra de la delincuencia.
La realidad es que no es así, y que mientras los servidores públicos lanzan discursos y cifras para tratar de decir que la delincuencia ha ido a la baja, los acontecimientos siguen ocurriendo.
"Estamos cansados de que esto esté pasando", dijo la presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), Olga Méndez Juárez.
Luego remató con ironía:
“En la ciudad ya no hay focos rojos; toda la ciudad está convertida en una zona de riesgo”.
Tiene razón.
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Otra noticia mala, muy mala, para los comerciantes establecidos del primer cuadro de la ciudad.
Además de lidiar con la delincuencia, tendrán que seguir sorteando al comercio ambulante, que les representa una competencia desleal.
El secretario de Gobernación del ayuntamiento de Puebla, René Sánchez Galindo, ha informado que los 750 vendedores informales que gozan de permiso para ofertar sus productos en la calle permanecerán en la vía pública durante la temporada Guadalupe-Reyes.
Y eso de 750 es solo un decir, pensando que ninguno más pretende burlar las “reglas” municipales y salir a colocar su puesto en esos días.
Lo bueno de Sánchez Galindo es que ha sido sincero.
Sobre advertencia no hay engaño, podrá decir ahora el funcionario municipal.
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Cosa rara.
El subsecretario de Desarrollo Político de la Secretaría de Gobernación, David Méndez Márquez, anunció la renuncia del director de delegaciones de esa dependencia, José de Jesús Vázquez García, por la difusión de un audio donde se le escucha ofrecer ayudas de programas oficiales a cambio de que los beneficiarios aporten 30 por ciento del precio de los objetos, pero se niega a confirmar que el personaje hubiese actuado mal.
Incluso, trata de defender a quien fue su subordinado hasta hace unas horas.
Méndez Márquez afirma que el audio se presta a demasiadas interpretaciones y que, desde su opinión muy personal, Vázquez García no solicita el dinero para beneficio personal ni de él ni de nadie.
“En ningún momento, desde mi valoración, se presenta la situación de solicitar de manera personal o para el beneficio personal algún tipo de monto”, expone.
No obstante, agrega que “más allá de esta situación y en un sentido de responsabilidad y para no desvirtuar el eje de este gobierno que es el actuar honesto, (el ahora ex director) ha presentado su renuncia”.
No queda muy claro entonces.
Si el subsecretario cree que su subordinado actuó bien, para qué le acepta la renuncia.
Y por el contario, si la renuncia se queda como está y el ex servidor público no retorna, porque sea considerado culpable de un hecho ilícito, que sufra la aplicación de la ley.
