El vicepresidente de Operaciones de Hoteles de la firma Wyndham para América Latina y El Caribe, Eduardo Cruz del Río, puso un importante reto para el gobierno que encabeza Luis Miguel Barbosa Huerta.
Como representante de la empresa propietaria del hotel La Quinta de San José Chiapa, el directivo pidió a las autoridades estatales reactivar la zona denominada Ciudad Modelo, donde se encuentra Audi, debido a que la vida económica del lugar es muy pobre, como refleja que la propiedad registre una ocupación promedio de apenas 30 por ciento de sus habitaciones.
Son huéspedes de la empresa Audi México los únicos que ocupan el hotel, por lo que se requiere que la zona se reactive para tener un mayor flujo de personas que ayuden no solo a La Quinta, sino a otros espacios que se desarrollaron con una idea distinta a lo que es la realidad.
En efecto, EL SOL DE PUEBLA ha documentado que Ciudad Modelo es en los hechos una “ciudad fantasma”, pero no des ahora ni por culpa de la actual administración estatal, sino desde que el mismo Rafael Moreno Valle la puso en marcha en 2016.
“Ojalá el gobierno retomara ese proyecto y lo impulsara nuevamente en beneficio de toda la inversión que ya se hizo ahí (…) ese hotel es un reto constante”, expresó el ejecutivo.
Ahí está un reto más.
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El secretario de Infraestructura y Servicios Públicos del ayuntamiento de Puebla, Israel Román Romano, ya dio la solución para que todos aquellos habitantes de la ciudad que estén inconformes por la colocación de rejas irregulares en la vía pública puedan conseguir su desaparición.
En respuesta a los colonos del fraccionamiento Las Hadas que protestaron por el retiro de rejas que obstruían el paso de autos y peatones en algunas de sus calles, el funcionario explicó que lo único que se hizo desde el gobierno municipal fue atender una queja ciudadana que pedía hacer valer el Código Reglamentario Municipal.
También dijo que junto con el caso de Las Hadas ha habido otros 20 puntos de la ciudad donde se ha hecho lo mismo: retirar esas estructuras que nunca contaron con permiso para obstruir alguna vialidad.
Román Romano reconoce que la colocación de esas rejas derivó de un problema social relacionado con la incapacidad de los gobiernos para garantizar seguridad a la gente, pero insiste en la ilegalidad de obstruir a criterios personales un área pública.
El funcionario tiene toda la razón.
Sin embargo, en el pasado pesó más la necesidad de unos para cerrar una calle que la exigencia de otros para poder circular por ahí, libremente.
Según el funcionario, eso ya no será así.
Parece que en este gobierno municipal se hará respetar la ley.
Habrá que revisar muchos otros casos.
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Los empresarios afiliados a la Canaco ven con buenos ojos que los tres niveles de gobierno hayan puesto en operación un nuevo programa de vigilancia policiaca en el centro de la ciudad de Puebla, sin embargo, no afirman por el momento que eso vaya a resolver los problemas de inseguridad.
Rafael Herrera Vélez, presidente de esa cámara, recordó que al mes se registran 200 robos a negocios en la capital del estado, lo que ha obligado a sus propietarios a invertir de manera particular en equipo de seguridad.
Esperan que el nuevo programa funcione y las condiciones en verdad mejoren esta vez.
