¿De verdad dijo eso? Sí, lo dijo.
Si en el periodo del actual ayuntamiento de Puebla se ha incrementado la presencia de vendedores ambulantes en las calles de la ciudad no es porque sus funcionarios hayan desplegado una política pública de permisividad hacia el sector informal, sino a la falta de recursos humanos para retirarlos de la vía pública.
Eso expone ahora el secretario de Gobernación municipal, René Sánchez Galindo, quien agrega que es insuficiente el número de inspectores con que cuenta el gobierno de la ciudad para controlar la presencia de ambulantes fuera del centro histórico.
Incluso, pidió la colaboración de los ciudadanos para que le informen dónde hay comerciantes informales y entonces proceder a su retiro.
“Yo haría un llamado a que nos apoyen informándonos y dando seguimiento, por qué, porque no tenemos el personal suficiente para estar dando seguimiento y las denuncias, sin embargo, una vez se tengan denuncias, distribuir los tiempos”, indicó el servidor público.
Ahí está el punto.
La Comuna poblana no tolera a los ambulantes, más bien, según Sánchez Galindo, no sabe dónde se encuentran y por tanto no puede proceder a retirarlos de la vía pública.
¿Será?
Hay que creerle.
Aunque, por ejemplo, con todo y denuncias ciudadanas de las que pide no haya hecho nada en la unidad habitacional La Margarita y en los alrededores del Hospital Universitario, solo por citar dos casos.
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Tal parece que la muy cacareada descentralización de la Secretaría de Educación Pública del gobierno federal, que no se llevó a cabo en el año que termina, tampoco será concretada en el 2020, puesto que hasta el momento no existen recursos etiquetados que puedan destinarse a ese propósito.
Recién llegado a la dependencia, el titular de la SEP lopezobradorista, Esteban Moctezuma Barragán, anunció que en un plazo de alrededor de ocho meses presentaría un proyecto a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para que se dispusieran recursos para realizar la descentralización, de la capital del país al estado de Puebla.
Resulta que ni en proyectos de obra pública ni en asignaciones presupuestales se tiene prevista una partida para traer esa dependencia, toda vez que nada que se parezca a eso se encuentra contenido en el Presupuesto de Egresos de la Federación, correspondiente al 2020.
Eso solo significa que el proyecto seguirá retrasándose, pese a haber sido una de las principales promeses de campaña del entonces candidato presidencial, hoy mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
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Si a Volkswagen le va mal, es muy probable o prácticamente un hecho que a la economía poblana le vaya mal y, por tanto, a los poblanos.
La empresa de origen alemán tuvo su peor noviembre en ventas, en el país, de los últimos cinco años.
Según reportes del Inegi, vendió 13 mil 694 unidades, mientras en años anteriores, la cifra de comercializaciones superó las 18 mil unidades.
Esos no son buenos números para Volkswagen, que además ha tenido que enfrentarse al endurecimiento de políticas para la exportación a Estados Unidos por el gobierno del presidente Donald Trump.
