Si usted es automovilista, circula por la ciudad de Puebla y ya se ha topado en las calles con bolardos y macetones colocados a ras de suelo que le impiden circular de manera fluida, ni espere que desaparezcan en el futuro inmediato.
Esos extraños objetos que aparecieron en las últimas semanas se quedarán ahí, al menos hasta que concluya el periodo de gobierno de la presidenta municipal, Claudia Rivera Vivanco.
Enterada de la molestia que los bolardos y los macetones han generado en un buen tanto de automovilistas, principalmente porque los obligan a ir más despacio y a maniobrar las vueltas con mayor dificultad, la alcaldesa ya advirtió que no los quitará.
Fueron colocados para ayudar a la seguridad de los peatones y ciclistas, dijo, quienes representan el 80 por ciento de las personas que se desplazan en la vía pública y que, por lo tanto, son muchos más que aquel 20 por ciento que lo hace en un vehículo automotor.
Así lo expuso:
“La intención, como ya se había anunciado, fue como parte de una iniciativa ciudadana. El año pasado tuvimos una cifra que llegó a más de 50 personas fallecidas por atropellamiento y accidentes viales. Estamos en la búsqueda de esta nueva cultura de movilidad, apostando, sí, en aumentar los espacios para los peatones bajo un esquema que les permita salvaguardar su seguridad”.
Ahí se quedarán entonces, con todo y las dificultades adicionales que han traído al tránsito vehicular, ya de por sí agobiado por una mala semaforización, baches, topes, las tres líneas de la Red Urbana de Transporte Articulado (RUTA) y la propia expansión de la ciudad.
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A propósito de la presidenta municipal de Puebla, tanto Rivera Vivanco como el gobernador Luis Miguel Barbosa hicieron una propuesta interesante.
Sugirieron a los diputados locales legislar para regular la prostitución, con el fin de impedir la trata de mujeres, que se encuentra estrechamente vinculada a la oferta y prestación de servicios sexuales.
En medio de la prostitución se encuentra el delito de trata de personas, donde seguramente convergen intereses económicos de particulares con autoridades de gobierno que no solo han permitido la comisión de ese hecho ilícito, sino que se han beneficiado de él.
Habrá que ver qué responden en el Poder Legislativo,
Si escuchan la propuesta y al menos le entran al debate o si se hacen de oídos sordos.
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Antorcha Campesina, ahora llamada Movimiento Antorchista Poblano, está lista para conseguir el registro como partido político ante las autoridades electorales del estado.
“Hemos cumplido con el más importante de todos los requisitos que es realizar de manera exitosa las 18 asambleas que pide el Instituto Electoral del Estado de Puebla. En cada una de estas asambleas hemos superado el número de afiliados y asistencia mínima que pide el IEE y también hemos superado el número de municipios necesarios para poder convertirnos en partido político”, anunció Aquiles Montaño Brito, líder de la organización.
Así es.
Con 15 mil 893 afiliados en 171 municipios, incluida la capital del estado, los antorchos están en la antesala de convertirse en un nuevo y poderoso partido político.
Uno más que dispondrá de recursos públicos para acceder (todavía más) al poder.
