Si los ciudadanos están desconcertados por tanta información contradictoria emitida desde el gobierno mexicano, lo mismo que del gobierno poblano, acerca del coronavirus, en la Secretaría de Seguridad Ciudadana del ayuntamiento de Puebla están peor, pero porque no saben quién lleva las riendas en esa dependencia.
Los mandos medios y elementos policiacos de esa corporación municipal trabajan en la zozobra desde que el gobernador Luis Miguel Barbosa declaró hace algunos meses que la jefa de todos los trabajadores del ayuntamiento, Claudia Rivera Vivanco, debía relevar a María de Lourdes Rosales Martínez para obtener mejores resultados en el combate a la inseguridad.
El tema subió de tono la semana pasada y se fue a un extremo el viernes, cuando el mismo Barbosa dijo a los medios que ya había designado, de manera unilateral, a Carla Morales Aguilar como “delegada” de la misma secretaría, en sustitución de Rosales Martínez.
Las palabras del mandatario estatal cayeron como balde de agua helada sobre los empleados de la dependencia, que pensaron que ese mismo día o al siguiente estaría Morales Aguilar haciendo su arribo a la oficina, pero nada ocurrió.
Barbosa ya designó al relevo, o eso dijo, no obstante, Lourdes Rosales seguía despachando hasta ayer lunes como titular de la secretaría.
¡Total desconcierto!
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Ratificado.
El otrora delegado nacional de Morena, con funciones de presidente estatal del partido, Mario Bracamonte González, ha sido echado de esa posición que venía ocupando desde enero de 2019, algunos meses después de que se había quedado acéfala la conducción del partido lopezobradorista en el estado.
Con la ratificación concretada por parte de los integrantes del consejo nacional de ese instituto político, el secretario general del partido, Edgar Garmendia de los Santos, ha quedo como líder provisional con el encargo de convocar a un proceso de renovación del comité estatal que podría ver la luz a finales de este mes.
Una vez lanzada la convocatoria para los interesados, que para el caso de Puebla se presume que habrá varios, al menos uno de ellos de filiación barbosista, se prevé que sea hasta mediados de julio cuando se dé a conocer el nombre de quien resulte ganador.
Hasta el momento el método de selección que asoma como definitivo para nombrar al presidente en la dirigencia estatal es el de la encuesta.
En efecto, ese mismo al que le meten la mano quienes tienen el poder para hacerlo y que no deja oportunidad a los reclamos por parte de los perdedores.
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Siempre sí, el capacitador alemán que estuvo en Volkswagen fue contabilizado por la administración estatal como un caso más de los 9 que se han registrado hasta el momento en el estado, como personas portadoras de Covid-19, más conocido como coronavirus.
Fue el primer caso registrado en Puebla de esta enfermedad importada de China, pero como fue asintomático, el gobierno barbosista y la Secretaría de Salud prefirieron descartarlo del conteo oficial, hasta este fin de semana, cuando se supo que contagió el virus a una mujer con la que tuvo contacto durante los cursos de capacitación en la empresa armadora de autos.
Con 9 casos ya oficiales, Puebla tiene el cuarto lugar nacional en registro de personas con virus.
Y seguro vienen más.
Hay 90 personas monitoreadas por el sistema de salud; se cree que podrían ser portadoras del virus ya que estuvieron en contacto con los enfermos detectados hasta ayer.
La enfermedad es real y es seria, aunque algunas autoridades no la quieran reconocer así.
De ahí que sean necesarias estrategias de comunicación e información que adviertan a los poblanos de sus riesgos y de las medidas de prevención que deben tomar. Ninguna estará de más.
