Entre el 13 de marzo y el 6 de abril, ya en pleno conocimiento de los mexicanos de la contingencia por el coronavirus, el sector privado del estado de Puebla dio de baja de sus empresas, despidió pues, a por lo menos 12 mil 26 trabajadores.
Las cifras, de Puebla y del resto de los estados del país, fueron dadas a conocer por la secretaria del Trabajo del gobierno de la república, Luisa María Alcalde, en la conferencia de prensa de Andrés Manuel López Obrador.
Frente a su jefe, quien ha pulverizado cualquier posibilidad de otorgar apoyo fiscal y económico a los empresarios de México para que puedan más o menos sortear la emergencia sanitaria, la funcionaria reprochó a los empleadores que no hayan sido solidarios con sus trabajadores y en la primera fase de la contingencia los hayan echado ya a la calle.
Recordó que no existe fundamento legal para recortar salarios a los empleados en la iniciativa privada y menos para despedirlos; subrayó que los que dieron en ese periodo corresponden a empresas grandes, las de “mayor resistencia financiera”, y destacó, como ejemplares y heroicos, a los pequeños establecimientos, donde, según ella, se ha conservado la mayoría de los puestos.
Aunque la secretaria no quiso asegurar que los despidos sean consecuencia de la pandemia, los llamó atípicos, porque se trata de compañías grandes, con más de medio millar de empleados, que de un día para otro los dieron de baja en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Alcalde no debería sorprenderse. Ese fenómeno se multiplicará en los meses por venir, como se lo han tratado de hacer entender una y mil veces a su jefe el presidente.
***
Al gobernador Miguel Barbosa Huerta no le ha ido nada bien en las encuestas sobre aprobación ciudadana que se han realizado en días recientes, quizá, entre otras cosas, por aquella declaración en la que afirmó que el Covid-19 solo afectaba a los ricos, no a los pobres, que, como él, supuestamente, son inmunes.
El mandatario emanado de la coalición Juntos Haremos Historia fue considerad de los peores gobernantes del país por los encuestados de dos empresas dedicadas a los estudios de opinión, Consulta Mitofsky y Arias Consultores.
La primera encuestadora, de Roy Campos, colocó al poblano en el lugar 25 de 32 gobernantes evaluados, con una aprobación social de apenas 30.1 por ciento.
Si eso es bajo espérese a ver el segundo resultado. En la firma Arias se ubicó en último lugar, 32 de 32, con nada más ¡3.7 por ciento! de aceptación ciudadana.
En el contexto de la pandemia y de la proximidad del proceso electoral intermedio, cuando Morena se enfrentará al retro de refrendar en las urnas lo que consiguió en 2018, y en el caso de Puebla también en 2019, tal vez estos números expliquen la entrega de despensas que ha ordenado el gobernador.
***
La Secretaría de Salud del gobierno de la república apoya la tesis del mandatario poblano.
Este miércoles emitió un comunicado para desautorizar el uso de túneles sanitizantes como medida de prevención contra el virus venido de China. Y no solo eso, sino que alertó de posibles consecuencias nocivas a la salud por su empleo.
"La inhalación de sustancias desinfectantes puede causar, entre otras cosas, daños a las vías respiratorias, tos, estornudos e irritación de los bronquios, desencadenar ataques de asma, producir neumonitis química e irritación en piel, ojos y mucosas", menciona el boletín.
Siendo así, la pregunta vuelve a ser la misma que se planteó en ese espacio el día de ayer: ¿por qué no le avisaron a Jorge Humberto Uribe Téllez, presunto responsable de la lucha contra el Covid-19 en el estado, de la ineficacia de sus instrumentos?
De habérselo informado, los poblanos se habrían ahorrado un gasto inútil.
