/ viernes 19 de junio de 2020

En Punto

Los directivos de la empresa alemana asentada en Puebla, Audi, no se andan por las ramas, como lo hicieron sus similares de Volkswagen, quienes disfrazaron su regreso parcial de actividades como trabajos de mantenimiento y capacitación para apenas 2 mil 400 empleados.

El próximo lunes, una semana después de que el gobernador Luis Miguel Barbosa expidiera un nuevo decreto para extender el paro en las actividades económicas ligadas con el sector automotriz, de la construcción y minero, los trabajadores de esa firma premium retornarán, sin limitaciones ni etapas que marquen una ruta gradual, a laborar.

Casi tres meses después del cese de actividades, a partir de la llegada del coronavirus a la entidad y de la declaratoria de pandemia. Audi reabrirá sus puertas para continuar ensamblando vehículos.

Tocó a los líderes del Sindicato Independiente de Trabajadores de Audi de México (SITAUDI) informar a sus trabajadores sobre la fecha de regreso, a través de un comunicado donde precisa que las actividades reiniciarán, solo por ahora, con el 30 por ciento de la plantilla laboral.

La nueva normalidad.

***

Pero todo tiene un por qué.

El mismo gobernador Barbosa, autor de ese y muchos otros decretos sin sentido aparente, reconoció ayer en su conferencia de prensa mañanera lo que resultaba obvio: que, pese a la advertencia de que no hay condiciones para retomar actividades en esos tres sectores de la economía, el mismo documento no prohíbe ni sanciona a las empresas que, como Audi y Volkswagen, decidan reanudar sus labores.

Esta semana se incrementó el número de trabajadores que reanudaron sus actividades en la industria automotriz y sobre todo en la armadora alemana Volkswagen, lo que fue tomado por el gobernador de una forma, digamos, diplomática.

A diferencia de muchas otras ocasiones, cuando confronta y se lanza en contra de quienes se oponen a sus designios, Barbosa expuso que las compañías que volvieron a pesar del decreto, como estas dos de origen alemán, cumplieron con una serie de protocolos ante la autoridad federal y que, por ello, reactivaron sus labores.

Es decir, emito un decreto que prohíbe tal y cual cosa, sin sanción de por medio, pero si se cumplen ciertos requisitos ante otra instancia de gobierno, ya no hay bronca.

La historia durante la pandemia.

***

A propósito del gobernador Barbosa, con quien no fue nada diplomático fue con la presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera Vivanco.

Aquí sí con su estilo muy particular, negó que el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador haya abordado con él, en la gira del miércoles, temas relacionados con la seguridad pública, pero principalmente, los asuntos que tienen que ver con la buena relación del ejecutivo estatal con los ediles.

Y ahí, sin mencionarla por su nombre, sacó las diferencias con Rivera Vivanco, que son de conocimiento público.

“En el desayuno, nunca hizo el presidente (López Obrador) ningún comentario sobre temas de seguridad pública en el estado, ningún encargo de que trabajen juntos como hermanitos, no, en absoluto”, indicó.

Luego vino el remate, sumamente explícito: “Y yo trabajo muy bien con todos los presidentes (municipales), excepto con la de Puebla. Punto”, indicó.

O sea que no me llevo bien con Rivera Vivanco y quien no esté de acuerdo con eso será su problema, porque la relación seguirá exactamente como hasta ahora, mala, expuso Barbosa este jueves, entre líneas, un día después de la visita del huésped de Palacio Nacional.

Los directivos de la empresa alemana asentada en Puebla, Audi, no se andan por las ramas, como lo hicieron sus similares de Volkswagen, quienes disfrazaron su regreso parcial de actividades como trabajos de mantenimiento y capacitación para apenas 2 mil 400 empleados.

El próximo lunes, una semana después de que el gobernador Luis Miguel Barbosa expidiera un nuevo decreto para extender el paro en las actividades económicas ligadas con el sector automotriz, de la construcción y minero, los trabajadores de esa firma premium retornarán, sin limitaciones ni etapas que marquen una ruta gradual, a laborar.

Casi tres meses después del cese de actividades, a partir de la llegada del coronavirus a la entidad y de la declaratoria de pandemia. Audi reabrirá sus puertas para continuar ensamblando vehículos.

Tocó a los líderes del Sindicato Independiente de Trabajadores de Audi de México (SITAUDI) informar a sus trabajadores sobre la fecha de regreso, a través de un comunicado donde precisa que las actividades reiniciarán, solo por ahora, con el 30 por ciento de la plantilla laboral.

La nueva normalidad.

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Pero todo tiene un por qué.

El mismo gobernador Barbosa, autor de ese y muchos otros decretos sin sentido aparente, reconoció ayer en su conferencia de prensa mañanera lo que resultaba obvio: que, pese a la advertencia de que no hay condiciones para retomar actividades en esos tres sectores de la economía, el mismo documento no prohíbe ni sanciona a las empresas que, como Audi y Volkswagen, decidan reanudar sus labores.

Esta semana se incrementó el número de trabajadores que reanudaron sus actividades en la industria automotriz y sobre todo en la armadora alemana Volkswagen, lo que fue tomado por el gobernador de una forma, digamos, diplomática.

A diferencia de muchas otras ocasiones, cuando confronta y se lanza en contra de quienes se oponen a sus designios, Barbosa expuso que las compañías que volvieron a pesar del decreto, como estas dos de origen alemán, cumplieron con una serie de protocolos ante la autoridad federal y que, por ello, reactivaron sus labores.

Es decir, emito un decreto que prohíbe tal y cual cosa, sin sanción de por medio, pero si se cumplen ciertos requisitos ante otra instancia de gobierno, ya no hay bronca.

La historia durante la pandemia.

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A propósito del gobernador Barbosa, con quien no fue nada diplomático fue con la presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera Vivanco.

Aquí sí con su estilo muy particular, negó que el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador haya abordado con él, en la gira del miércoles, temas relacionados con la seguridad pública, pero principalmente, los asuntos que tienen que ver con la buena relación del ejecutivo estatal con los ediles.

Y ahí, sin mencionarla por su nombre, sacó las diferencias con Rivera Vivanco, que son de conocimiento público.

“En el desayuno, nunca hizo el presidente (López Obrador) ningún comentario sobre temas de seguridad pública en el estado, ningún encargo de que trabajen juntos como hermanitos, no, en absoluto”, indicó.

Luego vino el remate, sumamente explícito: “Y yo trabajo muy bien con todos los presidentes (municipales), excepto con la de Puebla. Punto”, indicó.

O sea que no me llevo bien con Rivera Vivanco y quien no esté de acuerdo con eso será su problema, porque la relación seguirá exactamente como hasta ahora, mala, expuso Barbosa este jueves, entre líneas, un día después de la visita del huésped de Palacio Nacional.

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