Siempre sí será el viernes 7 de agosto, al final de la semana en curso, cuando el estado de Puebla retome las actividades no esenciales después de haber vivido una cuarentena extendida a partir de mediados de marzo. Eso sí, el retorno será de manera gradual, para no generar una oleada de contagios por coronavirus.
En su visita a la entidad, el viernes pasado, el subsecretario Hugo López-Gatell dio a conocer que Puebla, al menos en su zona metropolitana y en los municipios más habitados, como Tehuacán, continuaría en semáforo rojo por casos de Covid-19 durante dos semanas más, lo que terminaría el 14 de agosto, no obstante, el gobernador Luis Miguel Barbosa dijo ayer que el retorno paulatino se concretará antes.
La reapertura está pensada para establecimientos comerciales, restaurantes, librerías, papelerías y negocios considerados no esenciales, pero será el gobierno federal el que informe sobre las condiciones de estos regresos.
Lo interesante es que fueron los propios funcionarios de la administración lopezobradorista que estuvieron el fin de semana en el estado quienes le comunicaron este plan al gobernador, que ahora modificará sus decretos para adaptarse a la primera fase de la “nueva normalidad”, algo que coincide con lo que ofreció a los empresarios el lunes de la semana pasada: reabrir el 7.
Esperamos que el gobierno sepa lo que hace.
***
Tan, pero tan desconectado de los hechos políticos de Puebla se encuentra el PRI, desde hace una década en realidad, que el delegado del Comité Ejecutivo Nacional, Américo Zúñiga Martínez, ocupa su intrascendente conferencia de prensa de los lunes para hablar de las propuestas educativas... ¡de su líder nacional!
En efecto, el representante priista dio a conocer cuatro propuestas de su presidente, Alejandro Moreno Cárdenas, en torno al tema educativo, para que el gobierno federal las adopte (sí, cómo no) ahora que comience el ciclo escolar 2020-2021, el 24 de agosto.
Fuera de eso, nada de interés sobre la vida política del estado, en la que el otrora ex partido hegemónico y dueño del poder público debería estar metido si en verdad quiere recuperar unos cuantos espacios de los que perdió en la última década, a partir, precisamente, de que sus “liderazgos” decidieron priorizar sus intereses personales por encima de los institucionales y se vendieron al mejor postor.
Una conferencia de prensa de solo 10 minutos, con un tema nacional en el que no tiene nada que hacer, y con un recién designado dirigente al lado, Néstor Camarillo Medina, en completo silencio esta vez.
***
Resulta que hubo una fiesta en el área femenil del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Tehuacán y se armó un escándalo por la emergencia sanitaria, pero el hecho, que ya de por sí es grave, en efecto, en el contexto de la pandemia, arroja otras situaciones preocupantes que seguramente deben estarse repitiendo en otros de los penales de la entidad.
Tres faltas graves, y todas cometidas bajo la dirección de José Alfredo Osrthron Gutiérrez, un funcionario recién venido de Chiapas que está a cargo de esa prisión.
La primera: que se haya llevado a cabo un pachangón en un lugar imposibilitado por la ley para ello. La segunda, muy cierta, que se haya permitido incluso cuando todas las autoridades sanitarias del mundo han coincidido en evitar, a toda costa, las aglomeraciones, para impedir brotes masivos de coronavirus. Y la tercera, que ahora resulta que autoridades del ayuntamiento de Tehuacán, como el director General de Gobierno, José Miguel Jiménez Castillo, han dicho que Osrthron Gutiérrez no quiso dar ninguna explicación al respecto y que los fines de semana se desentiendo de lo que ocurre en la prisión, quizá porque aprovecha esos días para visitar a su familia en Chiapas.
O sea, un completo desgobierno.
