La secretaria de Economía del gobierno del estado, Olivia Salomón Vibaldo, le puso datos duros a la pérdida de empleos formales que se registró durante lo que va de la emergencia sanitaria, lo que permite conocer un poco –seguramente no con exactitud por aquellos trabajos que no estaban dados de alta ante las instancias oficiales—la gravedad del problema económico que la cuarentena extendida dejó para miles de familias.
Fueron 40 mil los empleos formales perdidos a causa del coronavirus, según la funcionaria del gobierno del estado, de los cuales, agregó ella misma, 30 mil serán recuperados en el lapso de 12 meses, con la reapertura gradual de las empresas y los negocios que se dedican a actividades de las que se han denominado “no esenciales”.
Indicó que a partir del lunes reabren las industrias, donde se dio la mayor pérdida de puestos de trabajo por el parón, así como los clubes deportivos y gimnasios, que también disponen de una importante plantilla de personal en sus instalaciones.
Aunque el enfoque sea positivo y se estén tomando medidas para recuperar lo perdido por culpa de una enfermedad inesperada, que sorprendió al mundo a finales del año pasado, no deja de ser una mala noticia.
La Covid-19 vino no solo a cobrar la vida de miles de personas, sino a dañar la estabilidad económica y financiera de muchas otras más.
Si se generan 30 mil empleos de 40 mil que se esfumaron se tendrá un déficit de 10 mil.
Y si a eso se le agrega que no se generaron nuevas fuentes de trabajo durante el confinamiento, estaremos hablando de un año perdido para la generación de riqueza estatal y familiar.
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Si el empleo fue perjudicado en casi cinco meses de confinamiento forzoso, la economía en general debió sufrir un desplome cuyos números apenas irán dándose a conocer, como lo ha hecho esta semana el INEGI con los resultados de abril, el primer mes completo de contigencia sanitaria.
Y como usted imaginará, a Puebla le fue muy mal. Durante abril, y por séptimo mes consecutivo, el estado ocupó el primer lugar nacional con caída de actividad industrial con 57.3 por ciento. En el primer cuatrimestre del año, la contracción de Puebla representó 22.3 por ciento.
Malas noticias.
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Claudia Rivera Vivanco opinó acerca de la elección de dirigente nacional de Morena y, como que, no queriendo, mandó un mensaje a los advenedizos que no se la jugaron desde un principio con el movimiento sino hasta que vieron que se había convertido en una opción importante y competitiva para acceder al poder.
Cuestionada sobre ese debate que se ha dado entre los grupos al interior del partido lopezobradorista, de que la consulta abierta para definir al nuevo presidente se haga solo a militantes o a ciudadanos en general, la presidenta municipal de Puebla subrayó que se trata de un falso debate porque no hay dos opciones, sino una, y esa, dictada por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, sostiene que deben ser los militantes quienes elijan.
Así lo dijo:
"Tienen que decidir los que saben, los que creen, a quienes les dolió, los militantes son los que deben de elegir a las personas que van a dirigir al interior del partido (…) no hay dos opciones, solamente hay una, es un club por decirlo de alguna manera; quien tiene que elegir es quien conocen el proyecto, quien conoce este movimiento que hoy es partido, pero que su espíritu es un movimiento social”.
Luego soltó el mensaje:
Los militantes deben de darle la confianza a una persona que “venga de las bases”, debido a que muchos actores políticos tuvieron la oportunidad de integrarse a Morena, pero “los defraudaron”.
En efecto, Rivera Vivanco, que se estrenó como política en Morena, es de las que piensa que los advenedizos no deben tener lugares de privilegio en el partido.
