Finalmente los diputados integrantes de la extinta coalición Juntos Haremos Historia metieron a fondo el acelerador no solo para declarar la revocación de mandato de los regidores y la desaparición del ayuntamiento de Tehuacán, sino que, incluso antes de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación resuelva la controversia presentada por la parte afectada, ya aprobaron el nombramiento de un Concejo Municipal que sustituirá a los presumibles destituidos y concluirá el periodo de gobierno en ese municipio.
En domingo, imagine usted la premura, sesionaron los legisladores de la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales del Congreso, dominada por Morena, para aprobar estos acontecimientos, y preparar todo para que sea en sesión del pleno de este lunes cuando sean sometidos a votación por la totalidad de los diputados.
Ya se sabe qué ocurrirá.
Morena, el PT y el PES, más los nuevos aliados que ya tiene, del Verde, por ejemplo, dirán que “sí” al acto para deshacerse, por anticipado, de los incómodos regidores y el presidente municipal en funciones de Tehuacán, Andrés Artemio Caballero López.
Lo que parece inaudito es que los legisladores que responden en ese sexenio a los intereses del grupo en el poder se apresuraran de esa manera, sin esperar siquiera a que la Corte resolviera el recurso que presentaron Caballero López y el resto de los integrantes del Cabildo.
La apuesta es visible.
Esos diputados presurosos deben tener la certeza de que el fallo de la Corte irá en sentido contrario a los intereses de los promotores de la controversia constitucional y han decidido adelantarse a los hechos, para quitar a quienes hoy les incomodan y ungir a su Concejo Municipal el mismo día, o quizá al siguiente, que los magistrados del máximo órgano de justicia del país les den la razón.
Siempre y cuando así suceda.
No vaya a ser que los legisladores apresurados reciban una sorpresa desagradable.
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Así como los regidores aliados de Claudia Rivera Vivanco suelen pronunciar despropósitos a la hora de defenderla de sus críticos, como las veces que atacan al PAN cuando en realidad deberían dirigirse a sus homólogos que responden a los intereses de Casa Aguayo, los del gobernador Miguel Barbosa suelen caer en lo mismo cada vez que atacan a la presidenta municipal de Puebla.
Eso ocurrió este domingo con los regidores del grupo autodenominado G5.
Después de que no pudieron frenar en Cabildo la aprobación de las finanzas de Rivera Vivanco, anunciaron en conferencia de prensa que solicitarán a la Auditoría Superior del Estado (ASE) una revisión a fondo de las finanzas del municipio, puesto que creen que se ha manejado mal el gasto público.
Hacen bien en cuestionar, lo que se escucha raro es que piensen pedirle al órgano de Francisco José Romero Serrano que haga lo que ya lleva haciendo desde hace algunos meses, justo cuando el mandatario estatal le pidió que indagara en sus cuentas para ver qué le encontraba.
Entonces, los regidores se muestran desinformados o completamente desubicados de la realidad, o, en el mejor de los casos, sin tema de fondo para cuestionar a aquella que por consigna tienen que cuestionar cada domingo.
Así no lograrán nada.
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La zona arqueológica de Cholula es uno más de los sitios turísticos del estado de Puebla que al hacer el recuento del año padecerá de manera notable los estragos de la pandemia por coronavirus.
Cifras preliminares indagadas por EL SOL DE PUEBLA dan cuenta de que se registrará una disminución del 50 por ciento en la cartera de visitantes entre 2019 y 2020, al pasar de 630 mil personas en uno a 300 mil en otro. Una mala noticia para una región tan importante, la de las Cholulas.
