El senador Alejandro Armenta Mier sigue manifestándose en tono crítico en torno al proceso electoral del año que se avecina y las decisiones que vayan a tomarse dentro de cada partido político, principalmente y por obvias razones en el suyo: Morena.
Semanas atrás lo hizo en una conferencia de prensa, cuando afirmó que había confrontaciones y comportamientos por parte de los liderazgos formales e informales de ese instituto político que pondrán en riesgo plazas electorales tan importantes como el municipio de Puebla, pero esta vez lo hizo en una entrevista con este diario.
Armenta, que contendió en dos ocasiones por la candidatura de la coalición Juntos Haremos Historia al gobierno del estado, tanto en 2018 como en 2019, recordó a los aspirantes a puestos de elección popular que en los momentos de competencia que existen en la actualidad nadie gana una contienda por sí solo, por lo que invitó a los futuros abanderados a no excederse en sus egos personales.
“Quien crea que gana solo una elección, ya perdió”, sentenció, en alusión directa, por supuesto, a lo que ocurre en Morena y más en concreto aún, en la capital, donde, al menos hasta ahora, los precandidatos más aventajados son Claudia Rivera Vivanco y Gabriel Biestro Medinilla.
Luego regresó al escenario de una eventual derrota si no se pone al mejor de los perfiles.
Morena, opinó, deberá proponer a sus mejores candidatos con base científica, utilizando los instrumentos de medición de popularidad adecuados, para saber el nivel de competitividad con el que cuentan.
Si no se hace así, subrayó, se pondría en riesgo el proceso electoral.
Muy filoso el senador en el análisis de lo que ocurre dentro de su propio partido.
Pero tiene razón.
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Superada la era morenovallista, el Partido Acción Nacional ha comenzado a retornar a sus orígenes, como lo demuestra que la definición de candidatos a diputados federales para los comicios intermedios de 2021 vaya a efectuarse a través del voto directo de los militantes.
La selección del proceso corresponde al Comité Ejecutivo Nacional, a través de la Comisión Organizadora Electoral Nacional, pero tanta había sido la influencia del finado Rafael Moreno Valle con los líderes del partido en el país que hasta ese tipo de decisiones empezaron a parecerse a las que se tomaban aquí en Puebla: por dedazo o negociación previa.
Esta vez participarán los militantes.
Las candidaturas a diputaciones federales del PAN por Puebla se definirán por el voto directo de la militancia, según lo acordado por esa Comisión, lo que ocurrirá el 31 de enero de 2021.
Esto obligará a los aspirantes a retornar a ese viejo esquema de proselitismo interno para conseguir los votos que los conviertan en candidatos, siempre y cuando, claro está, haya competidores por un mismo distrito.
Y seguro que los habrá.
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Quien no piensa igual que el dirigente estatal del PRD, Carlos Martínez Amador, en el complejo tema de las alianzas electorales, es la consejera nacional y ex candidata de ese partido al gobierno del estado, Roxana Luna Porquillo.
Martínez Amador se ha manifestado abiertamente en favor de concretar una alianza, al menos, con el PAN y el PRI, para ir a la contienda electoral de junio próximo.
Sin embargo, Luna Porquillo salió a poner un alto y a decir que esa decisión no se ha tomado, que, lo que podría ocurrir en el caso de esos dos partidos, es usar el modelo de candidaturas comunes, de manera que puedan existir acuerdos solo en algunas demarcaciones y para cargos de elección popular muy específicos.
¿Cuál de las dos estrategias se impondrá al final?
