Claudia Rivera Vivanco dijo el lunes en entrevistas con medios de comunicación que “quién sabe”, que el INE le impedía comentar cualquier cosa acerca de la contienda electoral en curso y que tendría que esperar los plazos oficiales para anunciar a los poblanos si participaría o no en el proceso de reelección al que aspira; al otro día, en martes, confirmó ante el medio oficial del ayuntamiento de Puebla, llamado Red Pública, que sí le entraría a la contienda interna en Morena, y dos días después, el jueves, volvió a dar marcha atrás, al exponer que lo manifestado en ese medio público no fue un “destape”.
“Ante la ola de ruido que generan diferentes interpretaciones me corresponde precisar que es un proceso que está contenido en la ley y no se trata de un destape (…) la ley nos obliga o nos marca un deber a todos los que llegamos por elección popular, de estar bajo el escrutinio de la opinión pública, de la sociedad, para continuar con los procesos de transformación”, expuso, la verdad, sin aclarar si esa respuesta era un “sí” o un “no” a su ingreso en una elección interna.
La presidenta municipal de Puebla aseguró que esas declaraciones no significan un destape, y quizá tenga razón, porque en el sentido estrictamente político de la palabra, por décadas se ha referido a la unción de un candidato dentro de un partido.
Y Rivera Vivanco, en efecto, no ha sido elegida por el partido lopezobradorista, sino que solamente reconoció, lo que no es poca cosa, que sí aspira a la reelección y que sí se registrará una vez que se publique la convocatoria en su partido.
"Aquí es muy importante mencionar que hay que esperar una convocatoria. Este es un proceso interno que, al menos en el movimiento del que yo vengo, ocurre en estas dinámicas (…) una vez que salga la convocatoria, ahí se definirán los momentos que esto tiene que ocurrir", sostuvo, sin precisar, una vez más, qué tiene previsto hacer.
Lo bueno es que cada vez faltan menos días para que se cumpla el calendario electoral.
Hasta entonces los habitantes de la ciudad capital podrán salir de dudas.
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Por fin terminará un problema que a primera vista parece simple, pero que no lo es, porque representa un peligro incluso mortal para los automovilistas que transitan por arterias principales de la zona metropolitana de Puebla en las primeras horas de la madrugada.
El Poder Ejecutivo envió una iniciativa de decreto al Congreso para que se apruebe cancelar por diez años la licencia de conducir a las personas que sean sorprendidas en arrancones, además de que se colocará la información de los sancionados en un banco de datos para que la autoridad pueda consultarla al tramitar los documentos.
Bien, que se apruebe, y luego que se ponga en marcha eficientemente.
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Bastaron solo dos días para que la diputada local y presidenta de la Mesa Directiva del Estado, Nora Merino, cambiara de opinión en torno a las solicitudes de licencia temporal que han presentado legisladores de partidos políticos diferentes a Morena y finalmente decidió darles el cauce correspondiente.
Este jueves, el Poder Legislativo otorgó licencia a cuatro diputadas y un diputado para separarse del cargo con el objetivo de participar en la contienda electoral del año en curso.
A través de una sesión pública, les fue cedido el permiso para ausentarse de sus funciones a las panistas Mónica Rodríguez Della Vecchia y Nancy Jiménez Morales, así como a la perredista Liliana Luna Aguirre, quienes metieron su solicitud por un plazo indefinido mayor a 30 días, a partir del 3 de marzo.
Junto con ellas, también recibieron licencia la legisladora Josefina García Hernández y el legislador Jonathan Collantes Cabañas, de la bancada del PRI, pero a diferencia de las primeras tres, a partir del 21 y 23 de enero, respectivamente, y por un periodo menor a 30 días.
Así empiezan a concretarse los primeros movimientos en el Congreso del Estado con miras a la contienda electoral del 6 de junio.
Vienen más, sin duda, y muchos de Morena y sus partidos aliados.
