Todavía no arranca la campaña por la presidencia municipal, pero incluso así el Partido Acción Nacional (PAN) parece haber quedado sin posibilidades de alzarse con el triunfo en San Andrés Cholula, donde observadores y analistas ya dan por perdido ese ayuntamiento para el partido blanquiazul.
Factores internos y externos han puesto en aprietos al PAN, que comenzará la contienda electoral a contracorriente y con muy escasas probabilidades de encontrarse con un resultado exitoso el 6 de junio.
Entre los factores externos destaca como punto principal el hecho de que Morena haya decidido apostar por la reelección de la presidenta municipal Karina Pérez Popoca.
Si bien la abanderada del partido del presidente Andrés Manuel López Obrador no hizo una gestión merecedora de galardones, no provocó descontento entre los habitantes de ese municipio y gozará de la estructura oficial para apuntalar su candidatura, lo que ya la hace una candidata difícil de vencer.
Los factores internos son más complejos aún.
El PAN siguió una ruta escabrosa que llevó a la postulación de Edmundo Tlatehui y todavía padece la andanada jurídica de Blanca Jiménez Castillo, quien se niega a ceder en su lucha para lograr que esa candidatura sea para una mujer.
Eso, sin embargo, no es todo.
Ahora tendrá también que cargar con el desprestigio de Leoncio Paisano, el exedil emanado de ese partido que fue detenido el martes por desvío de recursos públicos.
Todo está puesto para que el panismo pierda la contienda de San Andrés Cholula, incluso antes de comenzar.
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Otro municipio que se encuentra en vilo para el panismo es Atlixco, donde gobierna en la actualidad y donde Guillermo Velázquez Gutiérrez ha sido palomeado para ir en busca de la reelección.
Dos años atrás, después de la muerte de la exgobernadora Martha Erika Alonso y una vez que se tenía la certeza de que habría una elección extraordinaria para definir a un nuevo mandatario, Velázquez Gutiérrez coqueteó con la posibilidad de ser abanderado para encabezar los intereses de un morenovallismo que se resquebrajaba y que al final se disolvió, pero no logró imponerse ante la figura de Enrique Cárdenas Sánchez, que gozaba de mucho mejores credenciales que él.
Con el respaldo de la presidenta estatal del PAN, Genoveva Huerta, y con la aparente estabilidad social del municipio que gobierna, recibió el aval de los líderes nacionales del panismo para competir por un segundo periodo, y así lo hará.
Tranquilidad social, empero, no significa aprobación ciudadana.
Velázquez Gutiérrez no tiene la aprobación de los habitantes de Atlixco, quienes se quejan de deficiencia en los servicios públicos, mala atención de su presidente y de la creciente inseguridad, un mal que no ha podido resolver el edil en dos años y medio.
El candidato panista ha menospreciado a su rival de Morena y el PT, Ariadna Ayala Camarillo, pero el pasado de esta abanderada en el PRI le aporta un beneficio de apoyos y acuerdos que lo va a sorprender el día de la jornada electoral, y de una manera muy desagradable.
Atlixco, por tanto, tendría que estar en focos rojos para el PAN, igual que San Andrés.
