La contienda de presidente municipal en San Martín Texmelucan se ha vuelto una auténtica crisis política debido a la contrastante diferencia de resultados del PREP con el conteo final de los votos por culpa de las autoridades electorales.
El sistema de resultados preliminares del Instituto Electoral del Estado dio como ganador a Irving Salazar Pérez, candidato de Movimiento Ciudadano, con 8 mil 334 votos, muy seguido de Edgar Salomón Escorza, de los partidos PAN, PRD y PSI, con 8 mil 168 votos, que quedó en segundo lugar, lo que discrepó por completo de los números arrojados por el conteo de votos realizado después de la elección.
Una vez hecho el recuento, la ganadora resultó Norma Layón Aarum, de Morena, quien de esa manera consiguió la reelección al frente de ese ayuntamiento. La inconformidad de los dos candidatos punteros en el PREP radica en que, justo en ese programa, la edil con licencia obtuvo apenas 4 mil 243 sufragios.
¿Cómo le hizo Layón para conseguir otros miles de votos en el recuento y darles la vuelta a Salazar y Salomón, se preguntan, con justa razón estos dos aspirantes ahora derrotados?
La respuesta parece ser simple y proviene de un error monumental cometido por el Instituto Electoral del Estado en la impresión de las actas de escrutinio.
Según esta versión, en las actas de escrutinio y cómputo que se emplearon en las casillas electorales para sumar los votos de cada partido político o coalición, y que se utiliza para los números del PREP, estuvo incluido el renglón correspondiente a la alianza Morena-PT, pero faltaron los de esos dos partidos en solitario, por lo que cerca de cinco mil votos no fueron contabilizados al sistema del IEE.
Como sea, así haya fallado el PREP o la impresión de las actas, el hecho ha generado ya acusaciones de fraude electoral en esa contienda electoral, por cortesía de un error garrafal.
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El expresidente quiere regresar, segunda parte.
Ante su fracaso de conseguir la candidatura, ahora el diputado Gabriel Biestro Medinilla pretende dirigir otra vez el partido Morena, que ya encabezó de 2015 a 2018, cuando operó la campaña del gobernador Miguel Barbosa Huerta.
La pregunta es si el secretario general y actual dirigente Edgar Garmendia o el enlace del CEN, Carlos Evangelista, lo dejarán volver al cargo, una vez que dejen el partido para irse al Congreso del Estado como diputados plurinominales.
Quienes hoy encabezan la dirigencia deberían recordar que, como presidente, Biestro frenó al Consejo Estatal, por ejemplo, cuando cambió las cerraduras de las oficinas de Morena para evitar que sesionara o cuando se negó a renunciar a pesar de que varios se lo exigieron al resultar electo diputado plurinominal.
Incluso aplazó la designación de los secretarios de Organización, Derechos Humanos, Diversidad Sexual y Comunicación, cargos que dejaron Leonor Vargas Gallegos, Claudia Rivera Vivanco, Carmen María Palma Benítez, estas dos últimas al ser electas presidenta municipal de Puebla y regidora del ayuntamiento.
El comportamiento del diputado con licencia que dice que quiere devolver el partido a sus orígenes no tuvo una conducta precisamente ejemplar… pero pretende volver.
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El PRI sí ganó una elección… la de los poblanos en prisión preventiva.
Un total de 15 poblanos que se encuentran privados de la libertad bajo esa condición jurídica votaron en la jornada electoral gracias a una prueba piloto implementada por primera vez por el Instituto Nacional Electoral (INE) en cinco Centros Federales de Readaptación Social del país.
De los 15 sufragios incluidos para Puebla, siete fueron para el PRI, cuatro a favor de Movimiento Ciudadano, uno para Morena, uno para el PAN y uno a favor del Partido Verde Ecologista de México.
El partido tricolor no las perdió todas.
