Muchas veces la experiencia sirve para resolver problemas del presente, pero en el caso de la vacunación contra la covid-19 parece que no hay manera de que las autoridades mejoren la organización y dejen de padecer estragos cada que comienza una nueva fase.
Este martes volvió el caos a las afueras de los módulos de vacunación en municipios como Coronango, Cuautlancingo, San Andrés y San Pedro Cholula, debido a la alta afluencia de personas que acudieron a colocarse una de las dos dosis requeridas, principalmente adultos de 40 a 49 años de edad, y al escaso conocimiento de los responsables de la logística para hacerlos avanzar de manera rápida y constante.
De nueva cuenta, personas formadas desde la madrugada que esperaron horas para ser vacunadas fue la constante en las clínicas y centros de salud destinadas por el gobierno.
¿Alguien entenderá por qué después de tantas jornadas, la vacunación no deja de ser caótica y lenta?
Nadie.
Y por lo que se ve, el delegado de Bienestar, Rodrigo Abdala, menos.
***
Autocrítica, eso fue lo que pidió el senador Alejandro Armenta Mier a los candidatos de Morena que perdieron las elecciones del pasado 6 de junio, pero principalmente a quienes fueron derrotados en la zona metropolitana del estado, donde el PAN y sus partidos aliados obtuvieron victorias que no lograron en los comicios locales de 2018.
“Entre el ganar y aprender está la lección de la elección. En una contienda electoral hay triunfos, se gana o se aprende, nunca se pierde. La lección te la dan los ciudadanos cuando votan. Las y los que aprenden la lección compiten y ganan en la que sigue”, expuso en una conferencia de prensa para anunciar un programa estatal de reforestación que, dijo, solo tiene como propósito mejorar las condiciones medioambientales de la entidad. ¿Será?
De regreso al tema principal, en una suave alusión a quienes, dentro del partido en el poder, pretenden deslindarse de los descalabros, el presidente de la Comisión de Hacienda y Crédito Público del Senado subrayó que la responsabilidad de los descalabros es de todos, no solo de los candidatos, sino de los dirigentes, los liderazgos y los militantes.
A ver si no le reviran al aspirante a gobernador.
Pero por vía de mientras, estará bien que los morenistas hagan ese ejercicio de autocrítica, difícil en tiempos de empoderamiento por la ceguera de la soberbia.
***
El diputado local electo por el distrito 23 de Acatlán, emanado de Morena, Eduardo Castillo López, se las vio difíciles para mantenerse en su aspiración política en una tierra que es controlada por Antorcha Campesina y cuyo rival de campaña fue el propio líder de esa agrupación priista, Nibardo Hernández Sánchez.
A toro pasado, cuentan que el morenista pronto hablará del proceso que vivió, donde incluso hubo cartas desde el anonimato que le amenazaban con frases como “o dejas la contienda o te atienes a las consecuencias”.
Incluso que habría sido perseguido por personas armadas y que esto lo obligaba a dejar su vehículo personal para evitar una agresión o supuesto asalto.
Sus colaboradores comparten que tanto el entonces candidato como el equipo de campaña tenían que salir a sus actividades desde las cuatro de la mañana y al regresar a sus casas acompañados de varias personas con el fin de evitar alguna agresión.
Y como ha de imaginar, tanto el abanderado como su gente aseguran que estos intentos de amedrentamiento tienen el sello de Antorcha Campesina.
