Por lo menos cinco de los partidos políticos que cohabitan en el estado de Puebla han salido de la arena electoral, por el término de los comicios del pasado 6 de junio, pero no han abandonado la arena política, un sitio al que ingresaron de inmediato debido a la próxima renovación de sus dirigencias locales.
Morena, PAN, PRI, Movimiento Ciudadano y Partido Verde Ecologista de México irán a un proceso de renovación de dirigencia que lleva dos características en común.
La primera, que los presidentes de todos esos partidos están en posibilidad de ir a una reelección, y la segunda, que casi todos, con excepción del de Morena, han obtenido boleto (gratuito) para acceder a una diputación local o federal.
Edgar Garmendia de los Santos, Genoveva Huerta Villegas, Néstor Camarillo Medina, Fernando Morales Martínez y Jaime Natale Uranga, líderes de los partidos antes referidos, en ese orden, han confesado en corto o en público las aspiraciones de conservar el mando de esos institutos para un nuevo periodo, hecho que los ha metido en una dinámica de ajetreo político apenas abandonaron la guerra electoral.
Habrá que ver si consiguen repetir.
Por vía de mientras, deben estar muy satisfechos y contentos por tener garantizado su acceso a una diputación y todos los beneficios, políticos y económicos, que emanarán de ella.
Todos, menos Garmendia, que ya no llegará por culpa de la representación.
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Frente a la incertidumbre del regreso a clases a partir del mes de agosto, que sí será mediante un modelo híbrido que nadie ha explicado, que si será obligatorio o no, que si dependerá de las condiciones de la pandemia que existan en los días previos al arranque del curso marcado en la calendario escolar, las escuelas privadas del estado han decidido consultar a su comunidad estudiantil y de padres de familia para tomar una decisión.
Arturo Guerra Bedolla, presidente de la Federación de Escuelas Particulares de Puebla, dio a conocer que al menos las 64 instituciones adheridas se han dado a la tarea de aplicar cuestionarios para saber qué tan dispuesta está la comunidad estudiantil para el retorno a clases, tanto en modelo híbrido, como presencial o en línea.
"Nosotros ya también estamos con ello, estamos haciendo encuestas, cuestionarios a los padres de familia. La SEP nos ha pedido otros instrumentos y estamos en trámite de cumplirlos para arrancar el próximo ciclo escolar", expuso el representante.
Lo interesante es lo que refleja esta iniciativa de las escuelas particulares.
Entre la tercera ola de contagios por covid, las nuevas variantes del virus y la fala de aplicación de las vacunas para la mayoría de la población, el esperado regreso a clases ha sido impregando de incertidumbre.
Los alumnos ya quieren volver, hartos de tomar clases a través de un ordenador, en el mejor de los casos, y otros, padres y maestros, se muestran temerosos ante la posibilidad de los contagios.
Todos tienen razón.
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El secuestro y posterior homicidio de un empresario oriundo de Chignahuapan, ocurrido este fin de semana, pone la alerta sobre un problema delincuencial que ya no había sucedido en los últimos meses, o del que por lo menos ya no se había sabido de manera tan escandalosa.
El secuestro ha vuelto al estado, en zonas de la sierra norte, después de más de un año de aparente tranquilidad por razones de salud, es decir, por el temor de salir a las calles a delinquir en medio de una pandemia que podía –y todavía puede—terminar con la vida de cualquiera.
Lo peor del caso es que los hechos delictivos en general parecen repuntar, lo que se cree que volverá a presentar un escenario idéntico al que hubo antes de la pandemia, en 2019. Así que es hora de que las autoridades policiales de los tres niveles de gobierno redoblen esfuerzos y sean más eficientes en el combate al crimen.
