Desde su curul en el Congreso de la Unión, asentada ya como diputada federal, la poblana Ana Teresa Aranda Orozco realizó una propuesta interesante en el contexto de los recientes desastres naturales, que han azotado algunos estados del país, entre ellos Puebla.
La diputada federal del PAN presentó una iniciativa para crear un fondo especial que permita atender a los damnificados por el paso del huracán Grace y las intensas lluvias en todo el país, así como la infraestructura dañada por estos desastres naturales.
“A nombre de Diputados PAN presenté iniciativa que impulsa la creación del Fondo de Apoyo Social Ante Desastres Naturales #FASDEN, para atender de manera urgente a la población afectada, reconstruir la infraestructura dañada y recuperar su vida cotidiana de manera urgente”, expuso “la doña”.
La propuesta es interesante en sí misma y representa no solo la iniciativa de la diputada que la promovió, sino de toda la bancada del PAN existente en la cámara de diputados.
Buena idea.
Lo malo, y hay que decirlo, es que se quedará solo en eso, en idea.
Los legisladores emanados de la cuatroté, que son mayoría, aniquilaron el Fondo Nacional para Desastres Naturales (FONDEN), que venía de gobiernos anteriores al de Morena, y le dieron facultades a la Secretaría de Bienestar para organizar y entregar los apoyos relacionados con este tipo de causas.
Así que no, seguramente no recularán en sus acciones, para desgracia de los mexicanos, y de miles de poblanos.
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Se ha extinguido uno de los inventos partidistas que el entonces gobernador Rafael Moreno Valle Rosas implementó para conseguir sus fines políticos de cara a su relevo, con los procesos electorales que ungieron primero a José Antonio Gali Fayad y posteriormente a su esposa, Martha Erika Alonso Hidalgo.
El Tribunal Electoral del Estado de Puebla (TEEP) confirmó la desaparición de Compromiso por Puebla como partido político local, lo que sucedió con la declaratoria de improcedencia del recurso interpuesto por ese instituto para modificar los resultados de 132 municipios.
La idea de Jorge Jesús Lerín Sánchez, representante del extinto partido ante el Instituto Electoral del Estado, era elevar los números de las votaciones en su favor para alcanzar en la mesa el 3 por ciento de los sufragios que no logró en las urnas el pasado 6 de junio.
Los magistrados le dijeron que no:
“Propone desechar este recurso al actualizarse la causal de improcedencia prevista en el artículo 369, fracción VII del Código de Instituciones y Procesos Electorales del Estado de Puebla, el cual supone que son totalmente improcedentes y por eso deben desecharse las demandas en que se impugne más de una elección.”
Y así se esfumó uno más de esos penosos inventos sexenales de los gobernantes en turno.
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Desde Puebla para el gobierno de López Obrador, pero, más en concreto, para Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, un contundente: “para que aprendan”.
Un niño y una niña, ambos de 13 años de edad, originarios de la ciudad de Puebla, ganaron un amparo y fueron vacunados contra la covid-19 en el municipio de Tehuacán.
El hecho debe interpretarse como una bofetada con guante blanco para el funcionario lopezobradorista, que hace unos días causó revuelo nacional por tratar de justificar la nula aplicación de vacunas a los menores de edad con un “argumento” que le valió toda serie de descalificaciones.
Vacunar a un niño implicaría quitarle la posibilidad de recibir el medicamento a un adulto, dijo entonces López-Gatell, y se ganó el desprecio (otro) de la concurrencia.
Pues Puebla ayer le quitó ese beneficio a dos adultos, diría el subsecretario, pero llevó seguridad y confianza a dos menores y sus familias, aunque se disguste.
