La Benemérita Universidad Autónoma de Puebla tendrá por primera vez a una mujer como rectora y por tanto como responsable del destino de la institución para los próximos cuatro años, después de que este lunes Lilia Cedillo Ramírez, Químico Farmacobióloga de profesión, ganara de manera contundente la contienda por la sucesión de Alfonso Esparza Ortiz.
Será hasta el miércoles en sesión del Consejo Universitario cuando se darán a conocer los números finales y oficiales de la elección, pero ayer por la noche ya se pudo saber de forma extraoficial que Cedillo Ramírez, directora del Centro de Detección Biomolecular de esa universidad hasta hace dos meses, consiguió prácticamente arrasar a sus dos rivales, los académicos Guadalupe Grajales Porras y Ricardo Paredes Solorio.
El resultado marcará un suceso histórico en la BUAP porque se trata de la primera mujer que ocupa el cargo de mayor relevancia en esa institución, en una época marcada por las demandas del sexo femenino para terminar con años, incluso siglos, de inequidad en beneficio de los hombres.
Con Cedillo en la rectoría, seguramente habrá muchas más posibilidades de trabajar a favor de las causas feministas, de la paridad de género, de la igualdad de condiciones y, en suma, del fortalecimiento de una nueva cultura que coloque a las mujeres donde siempre debieron estar, al mismo nivel de los hombres.
Lilia Cedillo nació en la ciudad de Puebla el 9 de enero de 1959, suma 39 años de trayectoria laboral en la máxima casa de estudios y hasta ahora había desempeñado ya varios cargos directivos en la BUAP, como la vicerrectoría de Extensión y Difusión de la Cultura y las direcciones del Instituto de Ciencias, el Complejo Cultural Universitario y el ya citado Centro de Detección Biomolecular.
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Al comienzo de la jornada electoral en la BUAP, pero desde otro sitio de poder público en el estado, el gobernador Miguel Barbosa Huerta se refirió a la contienda que estaba escenificándose y ofreció procurar una relación de respeto con quien fuese que resultara ganador.
En la conferencia de prensa mañanera, el mandatario se comprometió a colaborar con la nueva administración central para generar las mejores condiciones.
Así lo dijo:
“Me comprometo a que hagamos, junto con este nuevo periodo, un periodo exitoso para poder generar las mejores condiciones para nuestra máxima casa de estudios”.
Ese mensaje conciliador debe traer mucho respiro a la comunidad universitaria pues confirma que las tensiones que se vivieron con el rector que se va, Alfonso Esparza Ortiz, no tuvieron nada que ver con la institución, sino con el personaje.
La elección apenas empezaba cuando Barbosa pronunció el mensaje, pero seguramente lo hizo en respuesta a las palabras vertidas por Cedillo Ramírez el viernes ante el Consejo Universitario, sabiendo, el mandatario, que ella resultaría ganadora.
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En el PAN, Ana Teresa Aranda Orozco por fin confirmó lo que ya era un secreto a voces en el grupo político del presidente municipal electo de Puebla, Eduardo Rivera Pérez: su interés por competirle a Genoveva Huerta Villegas la dirigencia estatal del partido.
“Yo estoy dispuesta, con mucho ánimo de entrarle, pero hay que esperar a que se consolide el proceso, a que los liderazgos que están en el proyecto apoyen y la gente del partido sabe que Ana Tere de todas maneras va a apoyar este esfuerzo, quede quien quede al frente”, sostuvo.
Frente a la extinción de posibilidades para Marcos Castro, la carta original de Eduardo Rivera, la diputada federal se erige como candidata de ese grupo frente a lo que queda del morenovallismo, que aunque no es mucho, tiene la posesión de la dirigencia.
La propia legisladora resolvió el enigma sobre su antigüedad:
“En el padrón aparezco como panista desde 1989, así que tengo 32 años de militancia efectiva; entonces sí estamos en posibilidades de contender.”
