Después de dejar la Secretaría General del PAN, de fallar en el intento de convertirse en presidente municipal de San Andrés Cholula y de pelearse con Genoveva Huerta Villegas, Francisco Fraile García ha encontrado acomodo en el ayuntamiento de Ajalpan, cobijado por el edil –también panista—Sergio Sandoval Paniagua.
El problema para Fraile es que ese acomodo podría ser solo momentáneo, dado el malestar que su presencia, en calidad de súper asesor del ayuntamiento con un sueldo de 40 mil pesos mensuales, ha causado entre regidores y colaboradores del alcalde, quienes ven con disgusto que un extraño, llegado de la ciudad de Puebla, haya llegado de la nada a ser el mandamás del gobierno municipal, como dicen que se ha comportado.
Uno de los compromisos que Sandoval Paniagua hizo a sus colaboradores en campaña, según comentan ellos mismos, fue no meterían a trabajar al ayuntamiento a gente ajena al municipio, lo que se ha incumplido flagrantemente con Fraile.
En solo una semana de inconformidad y ante la negativa del presidente municipal para habar del tema con los quejosos, quienes le han pedido una reunión para exponer sus puntos de vista sobre el particular, este martes y miércoles estuvo a punto de concretarse un paro de labores.
Imagínese el tamaño del enfado que Fraile García, ex presidente del Comité Directivo Estatal del blanquiazul, está cerca de provocar un levantamiento en ese pequeño municipio del valle de Tehuacán.
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Se acerca la hora de saber si la expresidenta municipal Claudia Rivera Vivanco y/o algunos de sus colaboradores serán llamados a rendir cuentas y explicaciones sobre el ejercicio de los recursos públicos.
El edil en funciones, Eduardo Rivera Pérez, dijo que será el viernes cuando su administración emita un comunicado para dar a conocer el estado real de las finanzas municipales, lo que incluirá observaciones específicas en contra de exservidores públicos, en caso de que sea necesario.
Interesados en sacar la nota, los reporteros le insistieron a Rivera Pérez sobre su antecesora, Claudia Rivera, y la posibilidad de que fuese citada a comparecer para responder sobre probables irregularidades.
No dijo “sí”, pero tampoco “no”.
Reiteró que como autoridad debe respetar los plazos establecidos en la ley y pidió esperar al viernes para conocer lo que se decida, a partir de la información encontrada en el ayuntamiento y su congruencia con el estado real de los recursos existentes, no solo económicos, sino también materiales.
Así que no se coma usted las uñas.
Si se cuenta entre los interesados en llamar a cuentas a funcionarios de la administración municipal, está a unas horas de saber si así ocurrirá.
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Pero… mientras algunos observadores esperan castigos por la sospecha de malos manejos en el ejercicio de la función pública, la verdad es que el trienio que terminó estuvo caracterizado por la incapacidad de algunos presidentes municipales para gastar –y hacerlo bien—el dinero en beneficio de los habitantes de sus demarcaciones.
La prueba, que es una confirmación porque ya se sospechaba, la dio esta semana el Instituto para la Gestión, Administración y Vinculación Municipal (Igavim), que ha informado de un subejercicio por 3 mil millones de pesos nada más entre los seis municipios más poblados del estado, de enero a septiembre del año que está por terminar.
Eso significa que los alcaldes y alcaldesas que gobernaron de 2018 a 2021 en Puebla, San Andrés Cholula, San Martín Texmelucan, San Pedro Cholula, Tehuacán y Teziutlán, en ese orden, no supieron qué hacer con los recursos públicos.
Luego entonces, Claudia Rivera, Karina Pérez, Norma Layón (que ganó la reelección), Luis Alberto Arriaga, Artemio Caballero y Carlos Peredo (que volvió a repetir) deberían ser citados a comparecer, pero no por la autoridad, sino por sus pueblos, que tendrían que reclamarles la incapacidad para atender sus demandas con todo y que tuvieron dinero para hacerlo.
