Una vez que la dirigencia nacional de Morena confirme los nombres de los 150 nuevos consejeros estatales que ganaron la elección del fin de semana en Puebla, el grupo del gobernador Miguel Barbosa Huerta estará en condiciones de celebrar la victoria obtenida en ese proceso. Las cifras preliminares y extraoficiales aseguran que el mandatario se hizo de 116 lugares en ese organismo partidista, lo que en automático lo convertirá en el líder informal que no había podido ser hasta ahora.
En efecto, fuentes internas del partido presidencial afirman que los candidatos del gobernador Barbosa ganaron dos terceras partes del consejo, con lo que obtendrá supremacía sobre dos de los personajes que intentaban hacerle contrapeso, pero que al final solo se habrían quedado con poco menos de 50 integrantes: el diputado federal Ignacio Mier Velazco yla expresidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera Vivanco.
Con la mayoría del consejo estatal en la bolsa, Barbosa Huerta podrá poner dirigente de Morena en la asamblea que se realizará el 13 de agosto, y después, de cara a los comicios constitucionales de 2024, será el político con mayor influencia en la designación de candidaturas a puestos de elección popular, entre las que habrá que incluir, ni más ni menos, la de gobernador.
Mier Velazco y Rivera Vivanco no perdieron todo, pero carecerán de la fuerza necesaria para apoyar un perfil ajeno a los intereses de Miguel Barbosa para relevar a Aristóteles Belmont Cortés en la dirigencia, de la misma forma que estarán mermados de influencia para hacerse de una candidatura importante en ese partido, en el ya mencionado proceso electoral de 2024.
Miguel Barbosa se convertirá en el jefe político de Morena, lo que no había ocurrido en los primeros casi tres años de su gestión al frente del gobierno del estado.
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A propósito de Morena e Ignacio Mier.
Metido en su papel de coordinador de los diputados federales del partido oficial, el poblano hizo un nuevo llamado a los legisladores de otros partidos políticos a participar en el debate de la pretendida reforma electoral y no caer en situaciones similares a las ocurridas en el tema de la como sucedió con la reforma eléctrica.
En el tono de defensor de las causas política y legislativas del régimen, Mier subbrayó que los diputados federales de oposición, pero principalmente los del PAN, el PRI y el PRD, tienen una nueva oportunidad de no fallarle al país, por lo que deben de analizar de manera correcta el tema, antes de darle un no automático.
La gran duda es, ¿seguirá apoyando ‘Nacho’ Mier el exterminio del Instituto Nacional Electoral (INE), como propone la iniciativa de reforma, después de ver y padecer la elección de consejeros de su partido del sábado pasado?
Como habrá confirmado el legislador, el sábado vencieron los aspirantes a consejeros apadrinados por los políticos de mayor poder en cada uno de los estados del país, quienes se valieron del acarreo, la coacción y la compra de votos para encumbrar a sus operadores, que posteriormente definirán presidentes de partido en cada entidad.
La contienda interna se caracterizó por el caos y el reinado de los gobernadores, en los casos donde el mandatario es emanado de ese instituto político, y de los presidentes municipales.
Sin árbitro imparcial y capacitado para organizar elecciones constitucionales, el país será una calca de lo que todos vieron, y con espanto, el fin de semana.
¿Ese estilo de hacer “democracia” es el que respalda el diputado federal poblano, aspirante a gobernador y damnificado de la contienda interna?
Puede ser que sí.
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Un trascendido que confirmó el resultado (todavía extraoficial) de la elección de consejeros estatales de Morena fue que Alejandro Armenta Mier optó por hacerse a un lado. El senador y aspirante a gobernador el estado pactó con Miguel Barbosa no intervenir, sino ayudarlo en la definición del consejo, y así lo hizo.
Queda claro que ha decidio alinearse a los intereses del mandatario como estrategia para no quedar marginado de la nominación y conservar posibilidades de hacerse de ella.
