Como era previsible, el gobernador Miguel Barbosa se mostró complacido con el proceso de elección de 150 nuevos consejeros estatales que se realizó el sábado en Morena. Negó haber tenido injerencia en la contienda, pero reconoció que muchos de los aspirantes favorecidos con el voto de los militantes son personajes por los que tiene simpatía y emitió un pronóstico alentador para este partido político de cara a los comicios locales de 2024.
El gobernador no participa en la vida interna de Morena, afirmó, para seguir con una serie de elogios a los ciudadanos que participaron en el proceso y que hicieron posible que, pese a algunos problemas que hubo, subrayó, fue muy exitoso y útil para caminar con mucha contundencia al próximo proceso electoral.
Barbosa cuidó las formas.
No iba a reconocer que acababa de hacer uso de su capacidad de operación para establecer un Consejo Estatal afín a su grupo, pero no pudo ocultar la satisfacción de haber conseguido los resultados que logró.
“Lo de a de veras fue el sábado y está visto, ahí quedaron evidenciados los hechos”, pronunció para recalcar el triunfo de su corriente por encima de algunos rivales que tiene en el partido, como Ignacio Mier, Claudia Rivera y Rodrigo Abdala.
La realidad es que no todos los militantes de Morena consideran que la contienda del sábado puede servir como un modelo de democracia partidista. Las impugnaciones que hubo antes y después del sábado son muestra de ello.
Pero como también ha dicho el lunes el mandatario, que impugnen, eso es parte de la vida política.
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Entre los inconformes con el proceso interno está el diputado federal Alejandro Carvajal, quien pidió a los dirigentes de ese instituto pedir perdón y dar explicaciones acerca de las irregularidades que se cometieron el sábado y los días previos a la celebración de las asambleas.
El partido tiene que hacer reflexiones internas, analizar los acontecimientos, pero parece que no hubiera sucedido nada, lamentó el legislador que aspira a la presidencia municipal de Puebla.
Carvajal está en lo cierto, hubo irregularidades ante las que los dirigentes optaron por callar.
Pero, no fue un problema exclusivo de Puebla, sino de todo el país, alentado por las características de una contienda cuyas reglas fueron impuestas por esos dirigentes que el diputado pretende que reconozcan, condenen y sancionen.
Eso no pasará.
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Los políticos que desde un cargo se dedican a construir la siguiente aventura electoral, con el objetivo puesto en una nueva posición pública, ya no cumplen con las responsabilidades del cargo actual.
Palabras más, palabras menos, eso fue lo que dijo la diputada federal del PAN, Ana Teresa Aranda, después de que los reporteros le preguntaran este lunes qué aspiraciones tiene para la contienda electoral de 2024, si estaba interesada en la gubernatura o en la presidencia municipal de Puebla
En respuesta expuso que como mujer era terrible apuntarse (a una nueva posición), para inmediatamente afirmar que estaba peor borrarse. Luego entonces, la legisladora del blanquiazul que ya fue candidata a gobernadora, pidió no ser descartada del proceso que se avecina.
Sin embargo, en medio de esa expresión, también deslizó una crítica a quienes anticipadamente buscan un cargo de elección popular cuando todavía no concluyen el presente.
El saco bien puede quedarles a muchos personajes que ahora mismo construyen precandidaturas para competir en la siguiente elección.
Ahí están los aspirantes al gobierno del estado que ya levantaron la mano, en público o en privado, y no solo de Morena, sino también del partido de “la doña”, el PAN.
Sería sumamente ingenuo pensar que alguno de los adelantados, morenistas y panistas, la escuchará, para corregir sus acciones.
Pero, aun así, es bueno saber que todavía queda una legisladora que se atreve a hablar de ello, aunque con sus palabras pueda meterse en problemas partidistas.
