El presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, Néstor Camarillo Medina, ha puesto atención en un punto importante dentro del reciente proceso de selección de consejeros en Morena, que al mismo tiempo sirvió de herramienta de afiliación para el partido. No es un detalle cualquiera el que señala, sino uno que implica un engaño de los dirigentes guindas o un intento de manipulación electoral.
Una ruta mañosa, expone Camarillo, es lo que hizo Morena con ese proceso de afiliación, que consistía en acudir a una mesa receptora de registros, presentar una identificación, y luego pasar a un sitio contiguo a votar por el aspirante a consejero estatal que llenase las expectativas del supuestamente nuevo militante.
La realidad es que el camino no es así de sencillo, como bien apunta el dirigente estatal del PRI, quien para respaldar su dicho explicó que en un periodo de 20 meses él ha llevado registros de 50 mil personas, aspirantes a militantes del tricolor, que todavía no cuentan con el visto bueno de la autoridad electoral, el INE, debido a que todos son sometidos a un riguroso esquema de verificación de documentos.
Por eso Camarillo afirma que los dirigentes nacionales y estatales del partido presidencial han hecho mal las cosas, manipulando a los votantes del sábado 30 de julio o tratando de engañar a los integrantes del Instituto Nacional Electoral con documentación que al final no sustentará los registros.
Interesante dilema que habrá de resolverse en las próximas semanas, incluso meses.
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Otro problema que aparentemente enfrentarán los 150 nuevos consejeros estatales de Morena es interno, una vez, según las declaraciones de Claudia Rivera Vivanco, podrían no ser declarados ganadores si se comprueba que cometieron irregularidades para ganar.
La expresidenta municipal de Puebla, que forma parte del comité organizador del proceso de renovación en ese instituto político, ofreció una rueda de prensa para advertir que los 150 virtuales ganadores todavía no están en condiciones para “cantar victoria”, en tanto el Comité Ejecutivo Nacional, a cargo de Mario Delgado Carrillo, no valide los resultados de la asamblea en los 15 distritos electorales de la entidad.
“¿En qué consiste esta validación?”, se preguntará usted.
Claudia Rivera dio la respuesta.
Se trata de analizar si hubo acarreo de personas y compra de votos, y en el caso de que se compruebe que algunos o muchos de los ganadores se beneficiaron de estas prácticas, se les anulará el resultado y quedarán fuera del consejo.
Ya metida en el asunto, se pronunció a favor de repetir las asambleas en los distritos, donde se compruebe que hubo compra de votos y acarreo de personas, porque, desde su perspectiva, son situaciones que atentan contra los principios de la 4T.
Se entienda que la exalcaldesa quiera echar abajo algunos resultados. Si pudiera, anularía los 116 que dieron como ganadores a personajes afines al gobernador Miguel Barbosa.
A ver cuántos caen bajo ese supuesto de acarreo y compra de votos.
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En el Partido de la Revolución Democrática (PRD), que nunca ha sido un instituto político destacable o de relevancia en la entidad, andan necesitados de militantes, simpatizantes y eventuales electores, y lo sabe bien su presidente estatal, Carlos Martínez Amador.
El líder del partido del sol azteca dio nuevas declaraciones.
A propósito de la contienda interna en Morena, dijo que los conflictos en ese partido provocarán que los electores identificados con la izquierda volteen a ver al PRD como una opción para la jornada electoral de 2024.
Muy optimista el dirigente, que tiene razón en una cosa: muchos observadores que simpatizaban un poco con Morena lo descartarán como alternativa de gobierno después de ver los hechos del sábado pasado, pero muy difícilmente mirarán al PRD, que en el pasado lo hizo igual o peor.
Así que, más le vale no esperar gran cosa.
