Cuatro años llevó al gobierno de la república y a los diputados federales emanados de Morena y los partidos aliados de la autodenominada cuatroté atender seriamente los estragos de la saturación de servicios médicos que padece el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en el estado de Puebla.
No es posible que los gobernantes y representantes populares de ese partido político se hayan enterado apenas de los problemas que diariamente sufren miles de derechohabientes de esa institución de seguridad social para recibir servicios de salud en la entidad, aunque así parezca.
Después de cuatro años, finalmente han tomado en cuenta las necesidades económicas del IMSS en Puebla para mejorar y ampliar la infraestructura hospitalaria, pues el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación, correspondiente al año 2023, ya incluye partidas para la reconstrucción del malogrado hospital de San Alejandro, dañado irremediablemente en el sismo del 19 de septiembre de 2017, y la ampliación y mejora del nosocomio de La Margarita, célebre en las redes sociales por la continua exhibición de sus carencias.
¿Habrá que darle las gracias al gobierno de Morena?
Por supuesto que no.
Lo que hay que hacer es exigirle que termine los trabajos a tiempo y que los haga bien.
No vaya a ser que la ejecución esté al nivel de las “magnas” obras que ha hecho en otros estados del país y el remedio quede peor de lo que los derechohabientes poblanos esperan y merecen.
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El reciente acto oficial de informe de labores que se llevó a cabo en el Poder Legislativo del estado mostró marcadas diferencias en el trato dispensado por el gobernador Miguel Barbosa hacia dos personajes que hasta hace unas semanas eran vistos como parte de ese grupo de políticos que juegan en el proceso de sucesión dentro del bando del mandatario poblano.
Se trata de Sergio Salomón Céspedes Peregrina, representante el Poder Legislativo y anfitrión en ese acto, celebrado en el Congreso, y Héctor Sánchez Sánchez, presidente del Poder Judicial, de quien, se afirma, ha perdido toda posibilidad de competir en el proceso electoral de 2024, al menos a nombre de Morena y la cuatroté.
Barbosa se mostró especialmente cercano a Céspedes Peregrina, a diferencia de Héctor Sánchez, de quien se vio distanciado.
El hecho parece confirmar lo que se rumora no solo en los pasillos de Casa Aguayo, sino también del Tribunal Superior de Justicia, que el presidente no será más aspirante a gobernador, como tampoco a ningún otro puesto de elección popular.
Una corcholata menos.
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Mientras tanto, una integrante del gabinete que parece afianzarse en el grupo político del gobernador, con miras al proceso electoral del 2024, es la secretaria de Economía.
Olivia Salomón Vibaldo fue una de los tres secretarios de despacho que estuvieron detrás de la organización del concierto celebrado el viernes en el Auditorio Metropolitano, que tuvo como protagonistas a los tenores Fernando de la Mora, Ramón Vargas y Javier Camarena.
Los otros dos miembros del gabinete fueron María Ornelas, de Turismo, y Sergio Vergara Berdejo, de Cultura.
El espectáculo de ópera, que se presentó bajo el nombre de “México suena a lo grande”, dejó muy complacido al gobernador, quien disfrutó dos horas y media de música desde su asiento ubicado en la quinta fila.
Barbosa es especialmente claro y explícito para comunicar a sus colaboradores cuando el trabajo que han hecho no es de su agrado, pero también lo es a la inversa, en corto, cuando le resulta bueno.
Salomón, Ornelas y Vergara hicieron méritos la noche del pasado viernes.
