El Movimiento Regeneración Nacional (Morena) ya tiene candidato formal al gobierno del estado de Puebla.
Ayer, la Comisión Nacional de Elecciones de ese partido político entregó constancia oficial al senador con licencia Luis Miguel Barbosa Huerta.
Así, el ex priista y ex perredista confirma su inclusión en la boleta electoral como el virtual candidato al más importante cargo de elección popular que estará en disputa en territorio poblano.
Lo relevante del acontecimiento es que con ello se echan por tierra las especulaciones que todavía existían en el círculo rojo acerca de un eventual y supuesto cambio de candidato en el partido de Andrés Manuel López Obrador.
En efecto, se decía que el estado de salud de Barbosa Huerta podría ser un motivo para que, después de algunas semanas, el dueño de Morena decidiera llevar a otro personaje como abanderado a gobernador.
La especulación rondaba en mesas de café y en sitios recurrentes de la grilla política.
Según esta tesis, Barbosa Huerta no estaría en condiciones para recorrer cada comunidad del estado en un intenso periodo de campaña.
Sea o no cierto, el ex perredista debe reunir otras cualidades que llevaron a López Obrador a ratificar su creencia de que será el candidato que más votos le dará al partido desde esa trinchera.
Luego entonces, ya es abanderado a gobernador.
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¡Cómo cambian los tiempos y los escenarios en política!
Sobre todo si, como ahora, el objetivo es conservar el poder, con todo lo que ello implica, aun a costa de la congruencia.
Resulta que el regidor Juan Carlos Espina Von Roehrich hizo un llamado claro y puntual a Rafael Micalco Méndez.
¿Qué le pidió?
Aunque usted no lo crea, que abone a la unidad interna en el PAN, olvide las ofensas del pasado sume esfuerzos en favor de los candidatos a un puesto de elección popular.
El exhorto de Espina, añejo aliado de Eduardo Rivera Pérez, fue dirigido en realidad a todos los militantes y cuadros distinguidos del blanquiazul, pero emitido en el contexto de la inconformidad expuesta en público por Micalco.
Así lo dijo:
“Yo creo que habrá tiempo para discutir, para confrontar las visiones de partido, reconociendo que hay una pluralidad importante y habrá tiempo para corregir prácticas que muchos hemos criticado y señalado, pero creo que no es este el momento porque abonamos a la causa de nuestros adversarios; los adversarios hoy, con toda claridad están afuera del PAN”.
Puede tener razón en función del seguimiento de intereses comunes con el morenovallismo, pero no deja de sonar raro viviendo de Espina.
Sin duda, las campañas políticas hacen milagros.
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Luis Banck Serrato fue congruente con el pronunciamiento que hizo hace unas semanas, justo después de que se confirmó que la candidatura del PAN a la presidencia municipal de Puebla sería para Eduardo Rivera.
Aquella ocasión, el edil poblano dijo que no buscaría ningún cargo de elección popular en esta contienda y anunció que permanecería en el ayuntamiento hasta el último día de la gestión.
Ayer lo ratificó.
En el marco del informe del alcalde cholulteca Leoncio Paisano Arias, Banck puso un alto a los rumores que lo ubican como eventual candidato al senado de la república.
“No tengo ninguna pretensión de competir (…) ya me expresé al respecto”, respondió ante las preguntas de los reporteros.
Con ese descarte, habrá que buscar por otro lado la identidad del sustituto de José Antonio Gali López en la fórmula de la alianza PAN-PRD-Movimiento Ciudadano para buscar un lugar en la Cámara Alta.
