/ viernes 24 de septiembre de 2021

¡En riesgo el futuro del país!

En mi pasada contribución, enfatizaba la importancia de corregir el rumbo, debido a los lamentables acontecimientos que se han venido suscitando y los riesgos a que estamos sujetos una gran cantidad de habitantes en diversas zonas del país y, de los acontecimientos debido a los fenómenos meteorológicos, donde se pierden una gran cantidad de vidas, su patrimonio y sus bienes.

Sin embargo, ante estos acontecimientos, pareciera ser que al gobierno y al ejecutivo federal le preocupaba más la reunión de la CELAC; que brindar atención inmediata a la ciudadanía que resultó afectada.

Pues lo cierto es que, el presidente López Obrador quería a toda costa ser escuchado por la Unión Americana, pues en su discurso lo orientó; enfatizando ¿el levantamiento del embargo a Cuba?, además de darle un espacio protagónico al presidente Cubano Díaz Canel justo el día en que los mexicanos celebramos nuestra independencia.

Es difícil entender, el manejo de la política gubernamental y más aún el de la política exterior mexicana, pues al parecer se subestima la capacidad de reacción de los Estados Unidos.

La incógnita es saber porque actuar de esa manera, en donde; si bien se ha acudido a Washington a buscar apoyos y lograr acuerdos, se manda una mala señal, al recibir a los mandatarios de Cuba y Venezuela, y ver con indiferencia incluso a otros mandatarios que participaron en esta cumbre latinoamericana.

Al respecto, el gobierno estadounidense no mantuvo una declaración pública, pero si determino el cierre de sus fronteras, para evitar el paso ilegal de migrantes, principalmente en Texas, situación que causo una crisis en la pequeña Ciudad de Acuña en Coahuila, la cual no cuenta con recursos para hacer frente a la avalancha de migrantes que ahí se han quedado.

Lo que no es entendible es porque, que el gobierno mexicano convocó y organizó esta reunión de países de Latinoamérica y el Caribe (CELAC) para discutir una agenda; donde no se incluyeron temas medulares como la creciente migración, la violencia que parece imparable, la inseguridad y el narcotráfico, que deberían haber sido parte central de la agenda, pues son temas que afectan a la mayoría de los países de América Latina.

Pero si bien es cierto que, en la región latinoamericana, México es respetado y admirado, parece incongruente que el presidente Obrador juegue el futuro de México, con su principal socio que es Estados Unidos.

Pues debe tener claro que cerca del 85 por ciento de nuestro comercio exterior lo realiza con Estados Unidos, que de la Unión Americana viene la mayor parte del gas que consumimos, así como una parte importante de las gasolinas y que un gran número de familias mexicanas recibe en remesas un promedio anual de 40 mil millones de dólares que producen y envían nuestros paisanos radicados en la Unión Americana para el sostenimiento de sus familias.

En otro orden, la violencia y el crimen organizado escalan de manera alarmante en México. El pasado fin de semana en un restaurant de Salamanca Guanajuato, hicieron explotar una bomba artesanal, lo cual es una señal para alertar al gobierno en sus tres niveles y establezca acciones inmediatas para proteger a los ciudadanos.

Situación muy preocupante debido a que el crimen organizado o las bandas criminales de los carteles por medio de la violencia y sembrando el terror, luchan por el control regional para imponerse.

La violencia a través de los grupos delincuenciales y el narcotráfico han rebasado al gobierno federal, sin que se note una clara respuesta o una sólida política pública para detener este flagelo que pone en riesgo el desarrollo en diversas regiones de nuestro país, al tiempo que debilita la estructura social, comprometiendo el futuro de quienes habitamos en México.

Sus comentarios jrobertofl2021@outlook.com


En mi pasada contribución, enfatizaba la importancia de corregir el rumbo, debido a los lamentables acontecimientos que se han venido suscitando y los riesgos a que estamos sujetos una gran cantidad de habitantes en diversas zonas del país y, de los acontecimientos debido a los fenómenos meteorológicos, donde se pierden una gran cantidad de vidas, su patrimonio y sus bienes.

Sin embargo, ante estos acontecimientos, pareciera ser que al gobierno y al ejecutivo federal le preocupaba más la reunión de la CELAC; que brindar atención inmediata a la ciudadanía que resultó afectada.

Pues lo cierto es que, el presidente López Obrador quería a toda costa ser escuchado por la Unión Americana, pues en su discurso lo orientó; enfatizando ¿el levantamiento del embargo a Cuba?, además de darle un espacio protagónico al presidente Cubano Díaz Canel justo el día en que los mexicanos celebramos nuestra independencia.

Es difícil entender, el manejo de la política gubernamental y más aún el de la política exterior mexicana, pues al parecer se subestima la capacidad de reacción de los Estados Unidos.

La incógnita es saber porque actuar de esa manera, en donde; si bien se ha acudido a Washington a buscar apoyos y lograr acuerdos, se manda una mala señal, al recibir a los mandatarios de Cuba y Venezuela, y ver con indiferencia incluso a otros mandatarios que participaron en esta cumbre latinoamericana.

Al respecto, el gobierno estadounidense no mantuvo una declaración pública, pero si determino el cierre de sus fronteras, para evitar el paso ilegal de migrantes, principalmente en Texas, situación que causo una crisis en la pequeña Ciudad de Acuña en Coahuila, la cual no cuenta con recursos para hacer frente a la avalancha de migrantes que ahí se han quedado.

Lo que no es entendible es porque, que el gobierno mexicano convocó y organizó esta reunión de países de Latinoamérica y el Caribe (CELAC) para discutir una agenda; donde no se incluyeron temas medulares como la creciente migración, la violencia que parece imparable, la inseguridad y el narcotráfico, que deberían haber sido parte central de la agenda, pues son temas que afectan a la mayoría de los países de América Latina.

Pero si bien es cierto que, en la región latinoamericana, México es respetado y admirado, parece incongruente que el presidente Obrador juegue el futuro de México, con su principal socio que es Estados Unidos.

Pues debe tener claro que cerca del 85 por ciento de nuestro comercio exterior lo realiza con Estados Unidos, que de la Unión Americana viene la mayor parte del gas que consumimos, así como una parte importante de las gasolinas y que un gran número de familias mexicanas recibe en remesas un promedio anual de 40 mil millones de dólares que producen y envían nuestros paisanos radicados en la Unión Americana para el sostenimiento de sus familias.

En otro orden, la violencia y el crimen organizado escalan de manera alarmante en México. El pasado fin de semana en un restaurant de Salamanca Guanajuato, hicieron explotar una bomba artesanal, lo cual es una señal para alertar al gobierno en sus tres niveles y establezca acciones inmediatas para proteger a los ciudadanos.

Situación muy preocupante debido a que el crimen organizado o las bandas criminales de los carteles por medio de la violencia y sembrando el terror, luchan por el control regional para imponerse.

La violencia a través de los grupos delincuenciales y el narcotráfico han rebasado al gobierno federal, sin que se note una clara respuesta o una sólida política pública para detener este flagelo que pone en riesgo el desarrollo en diversas regiones de nuestro país, al tiempo que debilita la estructura social, comprometiendo el futuro de quienes habitamos en México.

Sus comentarios jrobertofl2021@outlook.com