/ lunes 22 de abril de 2019

Encender una vela en alguno de los altares de Notre Dame

Qué tiene Notre Dame, la catedral que a todos cautiva, emociona y hace vibrar durante su permanencia dentro de este maravilloso y emblemático recinto. Cuántos millones de velas han sido encendidas durante las visitas en memoria de nuestra Señora de Paris o de un ser amado, a sabiendas que estas en un recinto artístico universal que la humanidad tiene para practicar y elevar sus oraciones y su fe, o simplemente para cautivar su espíritu con sus tesoros artísticos y su impresionante monumentalidad gótica, sus largos y altísimos pilares y su techumbre esculpida e inalcanzable, ahora semicolapsada.

Las llamas que destrozaron parte de la estructura superior del histórico templo conmocionaron a decenas de millones de impotentes personas en el mundo que alguna vez han ido a prender una vela a alguno de los altares.

Católicos, ateos y miembros de todas las comunidades religiones del mundo vieron la imagen en vivo de Notre Dame en llamas, casi 900 años de arquitectura, arte, historia destruidos por el manejo negligente de las obras de remodelación que se llevaban a cabo. Una lección que nadie debe olvidar en materia de preservación y conservación de monumentos, especialmente los franceses que tienen las tecnologías conservacionistas y rehabilitadoras más avanzados en esa materia.

Notre Dame es sinónimo de unidad, es un centro cultural, histórico y religioso espectacularmente ecuménico. Que pertenece a todos, que todos sienten suyo, que a nadie le es ajeno, aunque no lo haya visitado. Es un recinto de paz, de reflexión y meditación. Pertenece a la humanidad entera. Por eso estremeció a todo el orbe. Parecía increíble que un monumento que fue dañado durante la Revolución Francesa, pero que no había sido nuevamente tocado en dos guerras mundiales del Siglo XX, estuviera quemándose por un descuido de los restauradores, ya que las autoridades francesas han descartado cualquier atentado.

La canciller alemana, Angela Merkel fue la que mejor describió en una frase lo que estaban sintiendo millones de personas en todo el mundo: “Estas horribles imágenes de Notre Dame en llamas duelen”. Notre Dame es un símbolo de Francia y de la cultura europea. El mundo deploró impotente el incendio que arrasó parte de la catedral. .

Lo mismo sucedió en Italia, donde el jefe de gobierno Guiseppe Conte deploró un golpe en el corazón para los franceses y para todos los europeos. El jefe del gobierno español también destacó el golpe asestado a la civilización europea.

El incendio en Notre Dame es una catástrofe para Francia. Y lo es para España y para Europa. Las llamas arrasan 850 años de historia, de arquitectura, de pintura, de escultura. Será difícil olvidarlo. Francia puede contar con nosotros para recuperar la grandeza de su patrimonio.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) manifestó de inmediato su disposición a ayudar a restaurar este patrimonio inestimable. La catedral fue declarada patrimonio de la humanidad en 1991 por el organismo con sede en París.

Desde Nueva York, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, dijo estar horripilado por la destrucción de una joya única del patrimonio mundial que reina sobre París desde el siglo XIV.

En un mensaje que llegó a la opinión pública antes que el del propio Vaticano, desde Gran Bretaña la Iglesia de Inglaterra dijo estar rezando por los servicios de bomberos y los socorristas que luchaban contra las llamas. La primera ministra Theresa May envió sus pensamientos al pueblo de Francia y el alcalde de Londres, Sadiq Khan, dijo que le partía el corazón ver a Notre Dame en llamas.

Un portavoz del Vaticano expresó poco después su incredulidad y su tristeza. Manifestamos nuestra cercanía con los católicos franceses y la población parisina.

El martes comenzó en París el recuento de daños con la imagen de la catedral de Notre Dame devastada, mutilada por el voraz incendio de la noche anterior, con pedazos de vitrales medievales de valor incalculable y un enorme boquete en el techo donde se derrumbó la aguja; y los arcos esculpidos de la catedral gótica totalmente ennegrecidos por el humo.

El incendio que duró 12 horas dejó a salvo los campanarios medievales gemelos, la corona de espinas que portó Jesús; los tres rosetones con vitrales quedaron a salvo, y la imagen de la Virgen de Guadalupe quedó sin daño alguno; el órgano: del siglo XVIII también sobrevivió, tiene 8 mil tubos, aunque no se sabe si se dañó por los chorros de agua que le cayeron; también se salvaron las obras de arte y reliquias que se rescataron cuando empezaba el fuego, y las estatuas que se quitaron del techo unos días antes para su restauración.

La mayor parte de las obras maestras serán trasladadas al museo del Louvre, donde se deshumidificarán, restaurarán y protegerán: pinturas de 400 años, cálices con gemas y otros objetos de incalculable valor fueron rescatados: los pesados candelabros estaban apilados y a salvo en el Ayuntamiento de París. Maxime Cumunel, secretario del Observatorio de Patrimonio Religioso de Francia afirmó “hemos evitado un desastre completo, pero entre 5 y 10% de las obras de arte probablemente han sido destruidas”. Aun con todo lo logrado, la estructura principal del tejado está constantemente vigilada porque hay peligro de que se colapse. NOS ESCUCHAMOS DIARIAMENTE DE las 13 a las 14 horas en ABC Radio 1280 de AM.

Qué tiene Notre Dame, la catedral que a todos cautiva, emociona y hace vibrar durante su permanencia dentro de este maravilloso y emblemático recinto. Cuántos millones de velas han sido encendidas durante las visitas en memoria de nuestra Señora de Paris o de un ser amado, a sabiendas que estas en un recinto artístico universal que la humanidad tiene para practicar y elevar sus oraciones y su fe, o simplemente para cautivar su espíritu con sus tesoros artísticos y su impresionante monumentalidad gótica, sus largos y altísimos pilares y su techumbre esculpida e inalcanzable, ahora semicolapsada.

Las llamas que destrozaron parte de la estructura superior del histórico templo conmocionaron a decenas de millones de impotentes personas en el mundo que alguna vez han ido a prender una vela a alguno de los altares.

Católicos, ateos y miembros de todas las comunidades religiones del mundo vieron la imagen en vivo de Notre Dame en llamas, casi 900 años de arquitectura, arte, historia destruidos por el manejo negligente de las obras de remodelación que se llevaban a cabo. Una lección que nadie debe olvidar en materia de preservación y conservación de monumentos, especialmente los franceses que tienen las tecnologías conservacionistas y rehabilitadoras más avanzados en esa materia.

Notre Dame es sinónimo de unidad, es un centro cultural, histórico y religioso espectacularmente ecuménico. Que pertenece a todos, que todos sienten suyo, que a nadie le es ajeno, aunque no lo haya visitado. Es un recinto de paz, de reflexión y meditación. Pertenece a la humanidad entera. Por eso estremeció a todo el orbe. Parecía increíble que un monumento que fue dañado durante la Revolución Francesa, pero que no había sido nuevamente tocado en dos guerras mundiales del Siglo XX, estuviera quemándose por un descuido de los restauradores, ya que las autoridades francesas han descartado cualquier atentado.

La canciller alemana, Angela Merkel fue la que mejor describió en una frase lo que estaban sintiendo millones de personas en todo el mundo: “Estas horribles imágenes de Notre Dame en llamas duelen”. Notre Dame es un símbolo de Francia y de la cultura europea. El mundo deploró impotente el incendio que arrasó parte de la catedral. .

Lo mismo sucedió en Italia, donde el jefe de gobierno Guiseppe Conte deploró un golpe en el corazón para los franceses y para todos los europeos. El jefe del gobierno español también destacó el golpe asestado a la civilización europea.

El incendio en Notre Dame es una catástrofe para Francia. Y lo es para España y para Europa. Las llamas arrasan 850 años de historia, de arquitectura, de pintura, de escultura. Será difícil olvidarlo. Francia puede contar con nosotros para recuperar la grandeza de su patrimonio.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) manifestó de inmediato su disposición a ayudar a restaurar este patrimonio inestimable. La catedral fue declarada patrimonio de la humanidad en 1991 por el organismo con sede en París.

Desde Nueva York, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, dijo estar horripilado por la destrucción de una joya única del patrimonio mundial que reina sobre París desde el siglo XIV.

En un mensaje que llegó a la opinión pública antes que el del propio Vaticano, desde Gran Bretaña la Iglesia de Inglaterra dijo estar rezando por los servicios de bomberos y los socorristas que luchaban contra las llamas. La primera ministra Theresa May envió sus pensamientos al pueblo de Francia y el alcalde de Londres, Sadiq Khan, dijo que le partía el corazón ver a Notre Dame en llamas.

Un portavoz del Vaticano expresó poco después su incredulidad y su tristeza. Manifestamos nuestra cercanía con los católicos franceses y la población parisina.

El martes comenzó en París el recuento de daños con la imagen de la catedral de Notre Dame devastada, mutilada por el voraz incendio de la noche anterior, con pedazos de vitrales medievales de valor incalculable y un enorme boquete en el techo donde se derrumbó la aguja; y los arcos esculpidos de la catedral gótica totalmente ennegrecidos por el humo.

El incendio que duró 12 horas dejó a salvo los campanarios medievales gemelos, la corona de espinas que portó Jesús; los tres rosetones con vitrales quedaron a salvo, y la imagen de la Virgen de Guadalupe quedó sin daño alguno; el órgano: del siglo XVIII también sobrevivió, tiene 8 mil tubos, aunque no se sabe si se dañó por los chorros de agua que le cayeron; también se salvaron las obras de arte y reliquias que se rescataron cuando empezaba el fuego, y las estatuas que se quitaron del techo unos días antes para su restauración.

La mayor parte de las obras maestras serán trasladadas al museo del Louvre, donde se deshumidificarán, restaurarán y protegerán: pinturas de 400 años, cálices con gemas y otros objetos de incalculable valor fueron rescatados: los pesados candelabros estaban apilados y a salvo en el Ayuntamiento de París. Maxime Cumunel, secretario del Observatorio de Patrimonio Religioso de Francia afirmó “hemos evitado un desastre completo, pero entre 5 y 10% de las obras de arte probablemente han sido destruidas”. Aun con todo lo logrado, la estructura principal del tejado está constantemente vigilada porque hay peligro de que se colapse. NOS ESCUCHAMOS DIARIAMENTE DE las 13 a las 14 horas en ABC Radio 1280 de AM.