/ martes 9 de febrero de 2021

Encrucijada morenista para la candidatura a la alcaldía de Puebla

Bien dicen que cantidad no es sinónimo de calidad y eso lo deben saber bien en el partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) a la hora de revisar a los nueve o 10 perfiles que han hecho público su registro como aspirantes a la presidencia municipal de Puebla capital.

Alejandro Armenta Mier, senador por Morena, esperó hasta el último momento para hacer patente su decisión, si es que alguna vez fue otra, de no participar en el proceso interno a pesar de ser el mejor posicionado en las encuestas.

Si de verdad hubiera querido contender, no podía tener peor coyuntura para ese propósito que la reciente detención, el miércoles pasado, de Mario Marín Torres quien fuera su jefe político en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y en el gobierno estatal que encabezó del 2005 al 2011.

Entre los que engrosan el listado de precandidatos y precandidatas, aparecen nombres que difícilmente serían mencionados espontáneamente por los ciudadanos que participen en el estudio demoscópico que preparen en Morena o los que haga cualquier casa encuestadora, pero ahí están, haciendo bulto.

Y de los tres perfiles que quedan, no hay uno que se salve ante una revisión superficial en términos de mercadotecnia política.

Claudia Rivera Vivanco, actual presidenta municipal, que pretende mantenerse en el cargo por tres años más, goza de la enemistad del barbosismo, situación que le ha servido como una bandera política para justificar lo poco visible de las acciones de su gobierno. Pero a juzgar de lo que dicen las encuestas, el efecto López Obrador que la llevó al triunfo en 2018, están muy alejadas del ánimo de los electores. Si logra hacerse de la candidatura la estructura barbosista, téngalo por seguro, no estará a disposición de la aún alcaldesa.

En el otro extremo, Gabriel Biestro Medinilla, que sí lograría el respaldo del poder estatal, tiene su principal barrera en la dirigencia morenista del estado y opiniones adversas en el propio Comité Ejecutivo Nacional.

Como presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso del Estado, Biestro ha tenido reflectores mediáticos, pero no los necesarios para que sea una figura altamente reconocida. De ahí que los criterios con los que se estructure la encuesta pueden ir en su contra.

Pero si de popularidad se trata, quien debe puntear en la encuesta debe ser el ex técnico del Puebla de la Franja, José Luis Sánchez Solá, quien es ampliamente conocido por los poblanos pero que carece de la experiencia de gobierno y ha sido criticado por sus camaleónicos respaldos, lo mismo que a Mario Marín Torres, que a Rafael Moreno Valle y José Antonio Gali Fayad.

Una cuarta opción que pudiera comenzar a moverse, por si la candidatura recae en una mujer, es la de la regidora Rosa Márquez Cabrera, madre del secretario de Gobernación, David Méndez Márquez, quien a partir de este día comenzará a recibir muestras de apoyo.

Del resto de aspirantes ya mejor ni hablamos porque sus posibilidades de ser considerados como una tercera vía son más que remotas.

Y hasta la próxima.

Bien dicen que cantidad no es sinónimo de calidad y eso lo deben saber bien en el partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) a la hora de revisar a los nueve o 10 perfiles que han hecho público su registro como aspirantes a la presidencia municipal de Puebla capital.

Alejandro Armenta Mier, senador por Morena, esperó hasta el último momento para hacer patente su decisión, si es que alguna vez fue otra, de no participar en el proceso interno a pesar de ser el mejor posicionado en las encuestas.

Si de verdad hubiera querido contender, no podía tener peor coyuntura para ese propósito que la reciente detención, el miércoles pasado, de Mario Marín Torres quien fuera su jefe político en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y en el gobierno estatal que encabezó del 2005 al 2011.

Entre los que engrosan el listado de precandidatos y precandidatas, aparecen nombres que difícilmente serían mencionados espontáneamente por los ciudadanos que participen en el estudio demoscópico que preparen en Morena o los que haga cualquier casa encuestadora, pero ahí están, haciendo bulto.

Y de los tres perfiles que quedan, no hay uno que se salve ante una revisión superficial en términos de mercadotecnia política.

Claudia Rivera Vivanco, actual presidenta municipal, que pretende mantenerse en el cargo por tres años más, goza de la enemistad del barbosismo, situación que le ha servido como una bandera política para justificar lo poco visible de las acciones de su gobierno. Pero a juzgar de lo que dicen las encuestas, el efecto López Obrador que la llevó al triunfo en 2018, están muy alejadas del ánimo de los electores. Si logra hacerse de la candidatura la estructura barbosista, téngalo por seguro, no estará a disposición de la aún alcaldesa.

En el otro extremo, Gabriel Biestro Medinilla, que sí lograría el respaldo del poder estatal, tiene su principal barrera en la dirigencia morenista del estado y opiniones adversas en el propio Comité Ejecutivo Nacional.

Como presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso del Estado, Biestro ha tenido reflectores mediáticos, pero no los necesarios para que sea una figura altamente reconocida. De ahí que los criterios con los que se estructure la encuesta pueden ir en su contra.

Pero si de popularidad se trata, quien debe puntear en la encuesta debe ser el ex técnico del Puebla de la Franja, José Luis Sánchez Solá, quien es ampliamente conocido por los poblanos pero que carece de la experiencia de gobierno y ha sido criticado por sus camaleónicos respaldos, lo mismo que a Mario Marín Torres, que a Rafael Moreno Valle y José Antonio Gali Fayad.

Una cuarta opción que pudiera comenzar a moverse, por si la candidatura recae en una mujer, es la de la regidora Rosa Márquez Cabrera, madre del secretario de Gobernación, David Méndez Márquez, quien a partir de este día comenzará a recibir muestras de apoyo.

Del resto de aspirantes ya mejor ni hablamos porque sus posibilidades de ser considerados como una tercera vía son más que remotas.

Y hasta la próxima.