/ martes 19 de febrero de 2019

Enfermos de poder están los líderes sindicales del Ayuntamiento de Puebla

Cada vez aumentan más las inconformidades contra las gestiones de los líderes sindicales en el Ayuntamiento de Puebla, a cargo de Gonzalo Juárez Méndez y Salvador Pérez Xilot.

Todos aquellos que se nieguen a asistir a marchas, mítines o salir “espontáneamente” a darles su apoyo en conferencias de prensa, son objeto de presiones vía los delegados sindicales.

De regreso de Viena, Austria, la presidenta municipal, Claudia Rivera, debe poner atención a este par pese a mantener su distancia por aquello de respetar la autonomía sindical.

Sin embargo, es necesario que pueda intervenir sobre todo en el sindicato Ignacio Zaragoza, creado en 2014 durante la gestión del entonces edil José Antonio Gali Fayad.

Dicho sindicato que dice representar a los trabajadores del servicio de limpia de la ciudad, está encabezado desde marzo de 2015 por Salvador Pérez.

Acusaciones de mala administración de los recursos de los trabajadores, nepotismo y en general descuido a sus responsabilidades, han sido una constante a su desempeño.

Existen varios ejemplos.

Si usted es sindicalizado del servicio de limpia y pide audiencia con el dirigente, vaya de preferencia con calzado cómodo y aprovechando tenga a la mano una silla, pues debe esperar dos horas para ver si lo atienden.

Como todo buen líder impuesto por el anterior ayuntamiento, está mareado de poder y sus decisiones no son propias, necesita del sabio consejo de su particular Se dice que Cintia Ánimas es la verdadera dirigente sindical, quien a su vez tiene su esposo como asesor del secretario general.

Si las sindicalizadas solicitan un préstamo económico, deben esperar al menos una semana para recibir respuesta y casi siempre es negativa porque solamente beneficia su gente cercana, aquella que lo idolatra y calla ante su mala gestión.

Salvador Pérez no tiene tiempo para ayudar a las naranjitas que piden asesoría legal o algún trámite ante el IMSS. Dice que tiene múltiples ocupaciones para dar salida a ese tipo de peticiones.

Otra joya que se aventó dicho representante gremial fue hace aproximadamente dos años.

Para contrarrestar una de las múltiples protestas en su contra por la falta de resultados, organizó a un grupo de trabajadores para que públicamente le diera su apoyo.

Para que tuviera el toque “espontáneo”, pidió a su particular, Cintia Ánimas, mandar a realizar cartulinas con frases de apoyo.

Lo grave y tratando de denigrar el grado académico de sus agremiadas, pidió que la redacción tuviera faltas de ortografía para que la gente se diera cuenta que no fueron maquiladas.

Así se las gasta la gestión de quien está al frente del sindicato Ignacio Zaragoza.

También los despidos del personal de confianza han sido una constante… pero sin pagar sueldos y el finiquito correspondiente.

Valdría la pena que Claudia Rivera mediera distancias con este sujeto.

En el caso de Gonzalo Juárez, líder del sindicato “Benito Juárez” del Ayuntamiento de Puebla, también existen señalamientos en contra.

Por ejemplo, obligar a los trabajadores a ir a mítines o conferencias de prensa para destacar la “unidad sindical”.

Aquel que se niegue a cooperar de manera voluntaria, entonces empieza el acoso laboral vía los delegados sindicales.


Comentarios:

anaconda138@hotmail.com

marcomironc@gmail.com

@Marcomironc

Cada vez aumentan más las inconformidades contra las gestiones de los líderes sindicales en el Ayuntamiento de Puebla, a cargo de Gonzalo Juárez Méndez y Salvador Pérez Xilot.

Todos aquellos que se nieguen a asistir a marchas, mítines o salir “espontáneamente” a darles su apoyo en conferencias de prensa, son objeto de presiones vía los delegados sindicales.

De regreso de Viena, Austria, la presidenta municipal, Claudia Rivera, debe poner atención a este par pese a mantener su distancia por aquello de respetar la autonomía sindical.

Sin embargo, es necesario que pueda intervenir sobre todo en el sindicato Ignacio Zaragoza, creado en 2014 durante la gestión del entonces edil José Antonio Gali Fayad.

Dicho sindicato que dice representar a los trabajadores del servicio de limpia de la ciudad, está encabezado desde marzo de 2015 por Salvador Pérez.

Acusaciones de mala administración de los recursos de los trabajadores, nepotismo y en general descuido a sus responsabilidades, han sido una constante a su desempeño.

Existen varios ejemplos.

Si usted es sindicalizado del servicio de limpia y pide audiencia con el dirigente, vaya de preferencia con calzado cómodo y aprovechando tenga a la mano una silla, pues debe esperar dos horas para ver si lo atienden.

Como todo buen líder impuesto por el anterior ayuntamiento, está mareado de poder y sus decisiones no son propias, necesita del sabio consejo de su particular Se dice que Cintia Ánimas es la verdadera dirigente sindical, quien a su vez tiene su esposo como asesor del secretario general.

Si las sindicalizadas solicitan un préstamo económico, deben esperar al menos una semana para recibir respuesta y casi siempre es negativa porque solamente beneficia su gente cercana, aquella que lo idolatra y calla ante su mala gestión.

Salvador Pérez no tiene tiempo para ayudar a las naranjitas que piden asesoría legal o algún trámite ante el IMSS. Dice que tiene múltiples ocupaciones para dar salida a ese tipo de peticiones.

Otra joya que se aventó dicho representante gremial fue hace aproximadamente dos años.

Para contrarrestar una de las múltiples protestas en su contra por la falta de resultados, organizó a un grupo de trabajadores para que públicamente le diera su apoyo.

Para que tuviera el toque “espontáneo”, pidió a su particular, Cintia Ánimas, mandar a realizar cartulinas con frases de apoyo.

Lo grave y tratando de denigrar el grado académico de sus agremiadas, pidió que la redacción tuviera faltas de ortografía para que la gente se diera cuenta que no fueron maquiladas.

Así se las gasta la gestión de quien está al frente del sindicato Ignacio Zaragoza.

También los despidos del personal de confianza han sido una constante… pero sin pagar sueldos y el finiquito correspondiente.

Valdría la pena que Claudia Rivera mediera distancias con este sujeto.

En el caso de Gonzalo Juárez, líder del sindicato “Benito Juárez” del Ayuntamiento de Puebla, también existen señalamientos en contra.

Por ejemplo, obligar a los trabajadores a ir a mítines o conferencias de prensa para destacar la “unidad sindical”.

Aquel que se niegue a cooperar de manera voluntaria, entonces empieza el acoso laboral vía los delegados sindicales.


Comentarios:

anaconda138@hotmail.com

marcomironc@gmail.com

@Marcomironc