/ sábado 10 de julio de 2021

Entre Argentina e Inglaterra hay algo más que futbol

Comprender la rivalidad de estas dos naciones pudiera parecer algo que solo les incumbe a ellas, sin embargo, analizar los diversos hechos nos puede ayudar a comprender mejor las problemáticas y errores, gestados en el pasado, que se encuentran muy presentes en nuestro país y otras partes del mundo.

Este fin de semana se jugarán sendas finales de los torneos continentales más importantes del mundo. La albiceleste tratará de conquistar la Copa América, el torneo más antiguo del planeta, situación que no ocurre desde 1993 y que le daría un empate en títulos junto con Uruguay; por su parte, el equipo de la cruz de San Jorge buscará alcanzar su primera Euro.

En esta coincidencia vamos a hacer un poco de historia: recordamos las diferentes invasiones británicas a lo que hoy es Argentina, pero en ese entonces todavía era parte del Imperio Español, el cual dependía de una estado en decadencia y que no había sabido aprovechar las montañas de riqueza que habían producido 3 siglos de colonialismo, el cual se basó en la corrupción y venta de plazas, algo que es muy patente hoy en día.

En 1806 y 1807, las fuerzas de su majestad invadieron y tomaron algunas partes del virreinato del Rio de la Plata, mostrando la ineficacia de las fuerzas de España o leales a ella, poniéndose de manifiesto la importancia de las milicias urbanas en cuanto a fuerza y valentía, impulsando el orgullo criollo que llevó impulsar los movimientos independentistas, todo esto en los acontecimientos conocidos como la Reconquista y la Defensa.

Esto indudablemente dio inicio también a un orgullo nacional que persiste hasta nuestros días, según un estudio de la agencia Poliarquia, hecho este año, un 87% de los argentinos se sienten orgullosos de serlo y no tienen intención de ir a otro país. En nuestro país y otras partes de Latinoamérica hay una crítica sobre la supuesta petulancia de esos habitantes, sin embargo, creo que habría que mencionar la base sobre la que se parte, ya que en nuestro país sigue muy vigentes los complejos de inferioridad que parten de esa afirmación falaz que reza “nos conquistaron”, la cual solo evidencia ignorancia y falta de identidad, ya que nosotros somos el producto de un proceso violento de guerra y mestizaje en el cual es absurdo pensar que hubo o hay un bando bueno o malo.

También debemos recordar los muy buenos niveles de vida que tenía Argentina en la década de 1930, superando a los norteamericanos, lo cual lo posicionaba como un posible hegemón en América, sin embargo, la dilapidación de la riqueza nacional, hecha por Juan Domingo Perón, los golpes de estado, las dictaduras militares y los grandes errores de política económica hicieron pasar de la riqueza a la pobreza a nuestros hermanos rioplatenses. Esto nos debe recordar que regalar dinero no es la solución, simplemente porque no hay recurso que alcance reducir substancialmente el número de pobres, eso solo se puede lograr con la cooperación y esfuerzo de la gente. Los apoyos sociales han demostrado que precisamente fomentan lo contrario, pero son muy usados por su valor electoral y la aceptación de una población, en buena parte floja e ignorante, al menos en nuestro país.

Ahora bien, en cuanto a Inglaterra, debemos recordar la centenaria disputa por las Islas Malvinas, un territorio pequeño y con cierto valor estratégico, pero no de la magnitud como para que Gran Bretaña desplegara totalmente a la Royal Navy en 1982, no obstante, este conflicto fue un intento de la dictadura argentina por legitimarse y tratar de disimular los imperdonables crímenes que cometió; y por otro lado, lanzarse a la guerra fue una auténtica salvación para la administración de Margaret Tatcher, quien al salir vencedora logró una popularidad notable, es ahí donde entra un tema trascendente: el neoliberalismo. Este sistema económico ha sido criticado, con justicia y fundamento, por hacer que los pobres sean muy pobres y unos cuantos ricos se vuelvan millonarios, lo cual incrementa las diferencias sociales, fuente del fracaso rotundo de los sistemas de justicia y democráticos, incluyendo México.

El neoliberalismo, que hoy sufrimos los que no tenemos miles de millones de dólares, surgió con el apoyo de Ronald Reagan y precisamente la “dama de hierro”, es entonces que, sin la reputación que forjó la ex primer ministro, el impulso al modelo económico no habría sido tan contundente y quizá sus efectos no serían tan radicales, esto contando con que una derrota británica en las Falklands hubiera sido también un revés para Washington, lo cual hubiera sido aprovechado por el bloque socialista de alguna manera, no para ganar la Guerra Fría, pero al menos para demostrar que el bando occidental y la Otan eran vencibles.

Suponer en la historia es algo sumamente difícil, pero indudablemente resulta un experimento muy interesante, lo cual nos ayuda a comprender lo que sucede hoy y ver las causas de nuestras calamidades. En la medida que conozcamos más nuestro pasado y entendamos que nosotros somos consecuencia de él, la gente dejara de decir absurdos, como el idealizar a las culturas prehispánicas o exigir el perdón por una conquista acaecida hace medio milenio. Hasta la próxima semana.

Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.

Comprender la rivalidad de estas dos naciones pudiera parecer algo que solo les incumbe a ellas, sin embargo, analizar los diversos hechos nos puede ayudar a comprender mejor las problemáticas y errores, gestados en el pasado, que se encuentran muy presentes en nuestro país y otras partes del mundo.

Este fin de semana se jugarán sendas finales de los torneos continentales más importantes del mundo. La albiceleste tratará de conquistar la Copa América, el torneo más antiguo del planeta, situación que no ocurre desde 1993 y que le daría un empate en títulos junto con Uruguay; por su parte, el equipo de la cruz de San Jorge buscará alcanzar su primera Euro.

En esta coincidencia vamos a hacer un poco de historia: recordamos las diferentes invasiones británicas a lo que hoy es Argentina, pero en ese entonces todavía era parte del Imperio Español, el cual dependía de una estado en decadencia y que no había sabido aprovechar las montañas de riqueza que habían producido 3 siglos de colonialismo, el cual se basó en la corrupción y venta de plazas, algo que es muy patente hoy en día.

En 1806 y 1807, las fuerzas de su majestad invadieron y tomaron algunas partes del virreinato del Rio de la Plata, mostrando la ineficacia de las fuerzas de España o leales a ella, poniéndose de manifiesto la importancia de las milicias urbanas en cuanto a fuerza y valentía, impulsando el orgullo criollo que llevó impulsar los movimientos independentistas, todo esto en los acontecimientos conocidos como la Reconquista y la Defensa.

Esto indudablemente dio inicio también a un orgullo nacional que persiste hasta nuestros días, según un estudio de la agencia Poliarquia, hecho este año, un 87% de los argentinos se sienten orgullosos de serlo y no tienen intención de ir a otro país. En nuestro país y otras partes de Latinoamérica hay una crítica sobre la supuesta petulancia de esos habitantes, sin embargo, creo que habría que mencionar la base sobre la que se parte, ya que en nuestro país sigue muy vigentes los complejos de inferioridad que parten de esa afirmación falaz que reza “nos conquistaron”, la cual solo evidencia ignorancia y falta de identidad, ya que nosotros somos el producto de un proceso violento de guerra y mestizaje en el cual es absurdo pensar que hubo o hay un bando bueno o malo.

También debemos recordar los muy buenos niveles de vida que tenía Argentina en la década de 1930, superando a los norteamericanos, lo cual lo posicionaba como un posible hegemón en América, sin embargo, la dilapidación de la riqueza nacional, hecha por Juan Domingo Perón, los golpes de estado, las dictaduras militares y los grandes errores de política económica hicieron pasar de la riqueza a la pobreza a nuestros hermanos rioplatenses. Esto nos debe recordar que regalar dinero no es la solución, simplemente porque no hay recurso que alcance reducir substancialmente el número de pobres, eso solo se puede lograr con la cooperación y esfuerzo de la gente. Los apoyos sociales han demostrado que precisamente fomentan lo contrario, pero son muy usados por su valor electoral y la aceptación de una población, en buena parte floja e ignorante, al menos en nuestro país.

Ahora bien, en cuanto a Inglaterra, debemos recordar la centenaria disputa por las Islas Malvinas, un territorio pequeño y con cierto valor estratégico, pero no de la magnitud como para que Gran Bretaña desplegara totalmente a la Royal Navy en 1982, no obstante, este conflicto fue un intento de la dictadura argentina por legitimarse y tratar de disimular los imperdonables crímenes que cometió; y por otro lado, lanzarse a la guerra fue una auténtica salvación para la administración de Margaret Tatcher, quien al salir vencedora logró una popularidad notable, es ahí donde entra un tema trascendente: el neoliberalismo. Este sistema económico ha sido criticado, con justicia y fundamento, por hacer que los pobres sean muy pobres y unos cuantos ricos se vuelvan millonarios, lo cual incrementa las diferencias sociales, fuente del fracaso rotundo de los sistemas de justicia y democráticos, incluyendo México.

El neoliberalismo, que hoy sufrimos los que no tenemos miles de millones de dólares, surgió con el apoyo de Ronald Reagan y precisamente la “dama de hierro”, es entonces que, sin la reputación que forjó la ex primer ministro, el impulso al modelo económico no habría sido tan contundente y quizá sus efectos no serían tan radicales, esto contando con que una derrota británica en las Falklands hubiera sido también un revés para Washington, lo cual hubiera sido aprovechado por el bloque socialista de alguna manera, no para ganar la Guerra Fría, pero al menos para demostrar que el bando occidental y la Otan eran vencibles.

Suponer en la historia es algo sumamente difícil, pero indudablemente resulta un experimento muy interesante, lo cual nos ayuda a comprender lo que sucede hoy y ver las causas de nuestras calamidades. En la medida que conozcamos más nuestro pasado y entendamos que nosotros somos consecuencia de él, la gente dejara de decir absurdos, como el idealizar a las culturas prehispánicas o exigir el perdón por una conquista acaecida hace medio milenio. Hasta la próxima semana.

Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.