/ martes 7 de septiembre de 2021

Entre cuervos | Los dos Gritos

Ningún partido político en el poder ha quedado exento de los roces que implica el Grito de Independencia por diferencias entre el gobernador en turno y el alcalde de Puebla. Pasó en el PRI, pasó con el PAN y en próximos días pasará con Morena.

Las diferencias entre la alcaldesa Claudia Rivera Vivanco y el gobernador Luis Miguel Barbosa no resistieron un tercer año para dar el Grito de forma institucional como se hizo en 2019 y 2020.

Y es que hay que decir que en esos dos años el gobernador privilegió la institucionalidad del momento, por encima de las diferencias y traiciones que arrastran ambos desde la intensa elección de 2018.

Entonces, ¿qué fue lo que cambió este año para romper la institucionalidad?

Quizá pocos lo recuerden, pero en el Grito de 2020, la presidenta municipal rompió la civilidad y se le ocurrió dar su propio Grito en las escaleras del Palacio Municipal, con su gente y a espaldas del gobernador con un mensaje muy claro: ¡Viva la autonomía municipal!

La afrenta que en ese entonces lanzó la alcaldesa con su propio Grito no fue producto de la inmadurez, sino producto de la disputa que tenía con el gobierno estatal por el control de la seguridad en el municipio.

Fueron los tiempos donde Claudia Rivera se negó a remover a la titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Lourdes Rosales, a cambio de permitir la designación de Carla Morales Aguilar como delegada de seguridad en la capital.

Ese segundo Grito fue la ruptura total, la que acabó con la institucionalidad del gobernador para este año.

Es por esa razón que en Puebla habrá dos Gritos.

Uno con la Maldita Vecindad y alguna de las 20 mil Sonoras Dinamitas en Casa Aguayo.

Otro con verbena popular y grupos musicales por definir.

Como en aquellos tiempos de Manuel Bartlett y Gabriel Hinojosa.

O el espectáculo VIP de Rafael Moreno Valle en Los Fuertes contra la Noche Mexicana de Eduardo Rivera Pérez en Palacio Municipal.

Y es que a excepción de los Gali-Bank-Moreno Valle, Puebla ha tenido puro grito incómodo en los últimos años.

Esperemos al de 2022 a ver cómo les va.


Hasta la próxima.


Twitter: Juarez_VH

Facebook: Hugo Juárez

Correo: v.hugojuarez.h@gmail.com


Ningún partido político en el poder ha quedado exento de los roces que implica el Grito de Independencia por diferencias entre el gobernador en turno y el alcalde de Puebla. Pasó en el PRI, pasó con el PAN y en próximos días pasará con Morena.

Las diferencias entre la alcaldesa Claudia Rivera Vivanco y el gobernador Luis Miguel Barbosa no resistieron un tercer año para dar el Grito de forma institucional como se hizo en 2019 y 2020.

Y es que hay que decir que en esos dos años el gobernador privilegió la institucionalidad del momento, por encima de las diferencias y traiciones que arrastran ambos desde la intensa elección de 2018.

Entonces, ¿qué fue lo que cambió este año para romper la institucionalidad?

Quizá pocos lo recuerden, pero en el Grito de 2020, la presidenta municipal rompió la civilidad y se le ocurrió dar su propio Grito en las escaleras del Palacio Municipal, con su gente y a espaldas del gobernador con un mensaje muy claro: ¡Viva la autonomía municipal!

La afrenta que en ese entonces lanzó la alcaldesa con su propio Grito no fue producto de la inmadurez, sino producto de la disputa que tenía con el gobierno estatal por el control de la seguridad en el municipio.

Fueron los tiempos donde Claudia Rivera se negó a remover a la titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Lourdes Rosales, a cambio de permitir la designación de Carla Morales Aguilar como delegada de seguridad en la capital.

Ese segundo Grito fue la ruptura total, la que acabó con la institucionalidad del gobernador para este año.

Es por esa razón que en Puebla habrá dos Gritos.

Uno con la Maldita Vecindad y alguna de las 20 mil Sonoras Dinamitas en Casa Aguayo.

Otro con verbena popular y grupos musicales por definir.

Como en aquellos tiempos de Manuel Bartlett y Gabriel Hinojosa.

O el espectáculo VIP de Rafael Moreno Valle en Los Fuertes contra la Noche Mexicana de Eduardo Rivera Pérez en Palacio Municipal.

Y es que a excepción de los Gali-Bank-Moreno Valle, Puebla ha tenido puro grito incómodo en los últimos años.

Esperemos al de 2022 a ver cómo les va.


Hasta la próxima.


Twitter: Juarez_VH

Facebook: Hugo Juárez

Correo: v.hugojuarez.h@gmail.com