/ sábado 22 de mayo de 2021

¿Es el PRIAN es la versión contemporánea de Santa Anna?

La historia es de ciclos y en el teatro de nuestro país vemos que el guión es el mismo, pero interpretado por personas de diferentes épocas. No voy a señalar que un partido es bueno o malo, ni siquiera que “su alteza serenísima” fue un traidor, simplemente haré unas comparaciones que resultan muy interesantes y nos dan cuenta de que nuestra vida pública es muy semejante a la del siglo XIX.

Alguna vez le preguntaron Enrique Serna si consideraba a Antonio López de Santa Anna un patriota, teniendo en cuenta que es el autor de “El seductor de la patria”, una novela histórica en la que se ve una visión más objetiva de un hombre a quien se le imputan los peores males de nuestra nación.

El autor de la exitosa novela “El vendedor de silencio” contestó en una conferencia, donde me encontraba presente, que sí, efectivamente el caudillo veracruzano era un patriota porque consideraba a la patria como algo suyo, una propiedad privada, así como muchos presidentes, gobernadores y hasta alcaldes que consideran que el territorio que gobiernan les pertenece, prueba de ello las dinastías como los Figueroa en Guerrero, los Del Mazo en el Estado de México y hasta los Moreno Valle en Puebla.

En cuanto a si fue traidor, no podemos establecer si fue cierto o no, debido la profunda división que existe en nuestra sociedad y los muchos Méxicos que tenemos actualmente. El también llamado “guerrero inmortal de Zempoala” se alió con centralistas, federalistas, conservadores y liberales para lograr sus fines, así como sucede hoy, en el que las ideologías partidistas son cosas del pasado y encontramos alianzas teóricamente incoherentes, donde la derecha, la izquierda y el centro convergen con el único fin de conseguir el poder como sea.

Esto desde luego es criticable bajo los parámetros de lo que debe ser un buen sistema, con partidos políticos fuertes, elecciones limpias y sin que haya diferencias sociales que lleven a la gente a vender sus libertades por una limosna.

Recordemos que Santa Anna tuvo momentos de gloria, como cuando repelió exitosamente la invasión de Isidro Barradas en un intento de reconquista por parte de España, es más si se hubiera muerto luchando contra los franceses, los texanos o los estadounidenses tendría su nombre inscrito con letras de oro en el Congreso.

También tuvo momentos de reproche total, como cuando cometió muchos errores militares, algunas veces por sus vicios y absurdas distracciones, que terminaron por mutilar el territorio nacional.

Esto es comparable con el Fobaproa, aprobado por el PRI y el PAN, programa que costó y cuesta montañas de dinero al país; o la Reforma Energética, de donde surgieron acusaciones graves de soborno hacia algunos legisladores que permitieron esta modificación que dio ganancias multimillonarias a diversas compañías privadas, es decir, no importa vender los recursos del país con tal de sacar provecho. Aunque resulta paradójico que esto no es para reprocharse radicalmente, ya que en manos mexicanas muchos recursos se han despilfarrado, pero aun así hay sectores, como el petrolero, que deben seguir perteneciendo de algún modo al estado mexicano. En resumen, es un completo lio donde la idea de un auténtico proyecto de nación se debilita.

Nadie duda que el PRI tuvo una época dorada durante el llamado “milagro mexicano”, en el que se construyeron grandes obras y hubo desarrollo, pero también hubo momentos terribles, como cuando se aumentó el IVA del 10 al 15% después del “error de diciembre”, pese a que la economía de los ciudadanos estaba muy deteriorada, así como hizo el caudillo decimonónico al imponer impuestos que resultaban absurdos.

Recordemos el hartazgo que tuvo la sociedad del PRI y que dio lugar a la alternancia del 2000, la cual no sirvió de mucho ya que Fox conservó las estructuras del tricolor. Después de repetir el PAN y volver el Revolucionario Institucional, la gente nuevamente se colmó y votó por Morena, cuyas promesas no se han cumplido satisfactoriamente. Recordemos que la llegada de la izquierda al poder fue consecuencia de los malos manejos de quienes hoy reprochan los mismos yerros que ellos mismos cometieron.

Santa Anna muchas veces fue señalado y acusado de malos manejos y de vendepatrias, situación que también se le ha reprochado al PRI y el PAN, esto hacía que el militar criollo dejara el poder a Valentín Gómez Farías e irse a su hacienda de Manga de Clavo, circunstancia que repitió varias ocasiones. Es aquí donde aparece lo más curioso, nadie puede negar que en los momentos comprometidos del país y, pese a los constantes fracasos previos, la gente iba a buscar a don Antonio para pedirle que regresara al poder y poner orden, así como ahora probablemente haga el electorado para que regrese un régimen, cuyo fracaso dio oportunidad a la administración que tanto se critica.

Parece ser que Santa Anna era la suma de todos los defectos, especialmente la corrupción, y virtudes del mexicano, así como quizá sea hoy el PRIAN, Morena y los demás partidos, hecho sobre el cual es muy difícil hacer un juicio de valor, por la simple razón de que esas fuerzas políticas son el reflejo (positivo o negativo) de la ciudadanía y la discordia centenaria de nuestra nación. Así de simple y así de complejo.

Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y twitter @vicente_aven

La historia es de ciclos y en el teatro de nuestro país vemos que el guión es el mismo, pero interpretado por personas de diferentes épocas. No voy a señalar que un partido es bueno o malo, ni siquiera que “su alteza serenísima” fue un traidor, simplemente haré unas comparaciones que resultan muy interesantes y nos dan cuenta de que nuestra vida pública es muy semejante a la del siglo XIX.

Alguna vez le preguntaron Enrique Serna si consideraba a Antonio López de Santa Anna un patriota, teniendo en cuenta que es el autor de “El seductor de la patria”, una novela histórica en la que se ve una visión más objetiva de un hombre a quien se le imputan los peores males de nuestra nación.

El autor de la exitosa novela “El vendedor de silencio” contestó en una conferencia, donde me encontraba presente, que sí, efectivamente el caudillo veracruzano era un patriota porque consideraba a la patria como algo suyo, una propiedad privada, así como muchos presidentes, gobernadores y hasta alcaldes que consideran que el territorio que gobiernan les pertenece, prueba de ello las dinastías como los Figueroa en Guerrero, los Del Mazo en el Estado de México y hasta los Moreno Valle en Puebla.

En cuanto a si fue traidor, no podemos establecer si fue cierto o no, debido la profunda división que existe en nuestra sociedad y los muchos Méxicos que tenemos actualmente. El también llamado “guerrero inmortal de Zempoala” se alió con centralistas, federalistas, conservadores y liberales para lograr sus fines, así como sucede hoy, en el que las ideologías partidistas son cosas del pasado y encontramos alianzas teóricamente incoherentes, donde la derecha, la izquierda y el centro convergen con el único fin de conseguir el poder como sea.

Esto desde luego es criticable bajo los parámetros de lo que debe ser un buen sistema, con partidos políticos fuertes, elecciones limpias y sin que haya diferencias sociales que lleven a la gente a vender sus libertades por una limosna.

Recordemos que Santa Anna tuvo momentos de gloria, como cuando repelió exitosamente la invasión de Isidro Barradas en un intento de reconquista por parte de España, es más si se hubiera muerto luchando contra los franceses, los texanos o los estadounidenses tendría su nombre inscrito con letras de oro en el Congreso.

También tuvo momentos de reproche total, como cuando cometió muchos errores militares, algunas veces por sus vicios y absurdas distracciones, que terminaron por mutilar el territorio nacional.

Esto es comparable con el Fobaproa, aprobado por el PRI y el PAN, programa que costó y cuesta montañas de dinero al país; o la Reforma Energética, de donde surgieron acusaciones graves de soborno hacia algunos legisladores que permitieron esta modificación que dio ganancias multimillonarias a diversas compañías privadas, es decir, no importa vender los recursos del país con tal de sacar provecho. Aunque resulta paradójico que esto no es para reprocharse radicalmente, ya que en manos mexicanas muchos recursos se han despilfarrado, pero aun así hay sectores, como el petrolero, que deben seguir perteneciendo de algún modo al estado mexicano. En resumen, es un completo lio donde la idea de un auténtico proyecto de nación se debilita.

Nadie duda que el PRI tuvo una época dorada durante el llamado “milagro mexicano”, en el que se construyeron grandes obras y hubo desarrollo, pero también hubo momentos terribles, como cuando se aumentó el IVA del 10 al 15% después del “error de diciembre”, pese a que la economía de los ciudadanos estaba muy deteriorada, así como hizo el caudillo decimonónico al imponer impuestos que resultaban absurdos.

Recordemos el hartazgo que tuvo la sociedad del PRI y que dio lugar a la alternancia del 2000, la cual no sirvió de mucho ya que Fox conservó las estructuras del tricolor. Después de repetir el PAN y volver el Revolucionario Institucional, la gente nuevamente se colmó y votó por Morena, cuyas promesas no se han cumplido satisfactoriamente. Recordemos que la llegada de la izquierda al poder fue consecuencia de los malos manejos de quienes hoy reprochan los mismos yerros que ellos mismos cometieron.

Santa Anna muchas veces fue señalado y acusado de malos manejos y de vendepatrias, situación que también se le ha reprochado al PRI y el PAN, esto hacía que el militar criollo dejara el poder a Valentín Gómez Farías e irse a su hacienda de Manga de Clavo, circunstancia que repitió varias ocasiones. Es aquí donde aparece lo más curioso, nadie puede negar que en los momentos comprometidos del país y, pese a los constantes fracasos previos, la gente iba a buscar a don Antonio para pedirle que regresara al poder y poner orden, así como ahora probablemente haga el electorado para que regrese un régimen, cuyo fracaso dio oportunidad a la administración que tanto se critica.

Parece ser que Santa Anna era la suma de todos los defectos, especialmente la corrupción, y virtudes del mexicano, así como quizá sea hoy el PRIAN, Morena y los demás partidos, hecho sobre el cual es muy difícil hacer un juicio de valor, por la simple razón de que esas fuerzas políticas son el reflejo (positivo o negativo) de la ciudadanía y la discordia centenaria de nuestra nación. Así de simple y así de complejo.

Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y twitter @vicente_aven