En entregas anteriores he abordado algunos temas relacionados con el trabajo en casa, otras heroínas y héroes de la pandemia y trabajar en uno mismo, como parte de los efectos que han generado las medidas para prevenir la enfermedad que ocasiona el COVID-19.
En esta oportunidad quiero centrarme en el reto que están afrontando miles de estudiantes y maestros de todos los niveles educativos, desde kínder hasta posgrado, con los esquemas que se han implementado en escuelas, institutos y universidades.
Para muchos de nosotros implicó un cambio en nuestros hogares, entre otros, involucrarnos en las dinámicas de aprendizaje digital con las y los hijos, aprender con ellos a manejar las diferentes plataformas que se utilizan, como Zoom, Google Classroom y Microsoft Teams, por mencionar las más conocidas.
La escuela en casa o “homeschool” no es un método nuevo, al contrario, en algunos países es reconocido como una alternativa a la educación tradicional. Lo que sí resulta nuevo es la adaptación que tuvimos que hacer en México, como una medida emergente para el cuidado de la salud.
De acuerdo con información de la Secretaría de Educación Pública, que replicaron diversos medios, 30 millones de estudiantes mexicanos iniciaron, en agosto, un nuevo ciclo escolar con clases por televisión, radio y plataformas por Internet, debido a la pandemia.
Entre los retos que se advierten de la modalidad de escuela en casa se encuentran: los espacios que se destinan para las clases a distancia, no todos los hogares cuentan con los lugares adecuados; la velocidad de conexión a Internet en caso de que se utilicen plataformas informáticas; las diferencias entre los grados de las y los alumnos en una casa, por ejemplo, las actividades son muy diversas entre kínder y primaria o secundaria; las mamás y papás que tienen que salir a trabajar y tienen que pedir apoyo a los abuelos o tíos; así como los que tienen que laborar desde casa, por mencionar algunos.
A pesar de éstas y otras implicaciones, hoy se les hace frente con la certeza que la educación es una inversión para el futuro y para las siguientes generaciones de mexicanas y mexicanos.
Asimismo, las y los maestros de todos los grados han tenido que adaptar sus métodos, sus técnicas e innovar, a fin de hacer más efectivas las clases a distancia.
Mi reconocimiento a todas esas mujeres y hombres que están dando su 100% para que los alumnos continúen sus estudios, que buscan soluciones y con creatividad están transmitiendo su conocimiento y su experiencia.
A los que somos papás o en su caso, mamás, tenemos la oportunidad de seguir adelante con ánimo, con ese cariño y dedicación que hasta ahora ha permitido a nuestras hijas e hijos seguir con sus estudios.
Y tú, ¿cómo te has adaptado para llevar a cabo la escuela en casa? ¿Qué experiencias nos puedes compartir? Te invito a dejar tu comentario en mi página de Facebook David Villanueva Lomelí, con los Hashtags #Puebla y #VívelaBien.
Como mencionó el activista Malcolm X: “La educación es nuestro pasaporte para el futuro, porque el mañana pertenece a la gente que se prepara para el hoy.”
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