/ sábado 5 de junio de 2021

Estar a la moda puede mejorar el estado de ánimo

La vestimenta es parte de la existencia humana; representa toda una serie de valores y posibilidades que una persona transmite al exterior, al mismo tiempo se adecua a los factores externos, situación que puede crear una vinculación plena entre la ropa y el propio ser del individuo.

Los grandes problemas estructurales que sufrimos a diario, agravados por una pandemia que dejó grandes calamidades, han causado un deterioro en el estado emocional de los sujetos en general.

No voy a redundar en el tema, pero no es un secreto que haya muchos rencores, complejos y miedos dentro de la población, lo cual corresponde al imaginario propio que hay en nuestro México.

En este sentido, encontramos muchas posibles soluciones que se profieren por parte de muchos sujetos: coaches, brujos, ministros de culto y hasta políticos, situación que puede ser benéfica en diversos casos, lo cual obedece a la natural pluralidad que tiene toda sociedad y en el derecho de un ciudadano a creer en lo que quiera creer, más allá de su fundamento.

Ahora bien, tenemos un elemento que es tangible, concreto y que es parte de un sujeto: la ropa y accesorios. Como lo escribí al principio la vestimenta se fusiona y es parte de la personalidad. Creo que la afirmación de que “una persona vale por lo que es y no por lo que viste” tiene un error lógico, ya que precisamente el atuendo indica la forma en cómo un individuo se quiere o puede mostrarse al mundo, lo cual es un elemento ontológico.

Pensemos en un personaje público o famoso, inmediatamente viene a nuestra mente la forma en cómo está ataviado. Qué sería de los Luises franceses sin sus lujosas capas; o de Yasir Arafat sin su turbante y sus características gafas. No me imagino a Vicente Fernández cantando sin su traje de charro, así podemos mencionar muchos ejemplos de cómo el atuendo crea una identidad.

Sabemos que arreglarse cuesta dinero, pero también hay que recalcar que no se necesitan muchos recursos para hacer notar el cuidado que tiene una persona sobre sí, por ejemplo, unos jeans pueden variar de precio, desde unos 50 hasta unos varios miles de pesos, obviamente la calidad varía, pero al momento de hacer unas combinaciones podemos ver el buen gusto de alguien.

Realmente no se requiere tener un buen ingreso para comprar algunas prendas y saber combinarlas, tal es el caso del color del cinturón con los zapatos o la bolsa. Es más, unos simples mezclillas con una blusa clara y zapatos abiertos, de la más modesta calidad, pueden lucir muy bien en esta primavera.

A propósito de estos días, también es importante mencionar esa coherencia con la temporada, ya que el clima influye en el outfit. Me llama la atención la gente que usa traje 3 piezas u obscuro con 30 grados de temperatura, aparte de estar fuera de temporada, creo que eso significa una gran incomodidad, sin embargo, eso representa un gusto personal, que quizá quiere tratar de dar un mensaje de poder o autoridad a los demás, así como lo hacen los políticos. Eso es cuestión de cada quien y es respetable, sin embargo, el estar vestido siempre de esa manera puede indicar ciertos complejos emocionales que tratan de ser compensados, o simplemente es una manda o superstición, como es el caso del exitosísimo “Cholo” Simeone.

Para los días calurosos y en ocasiones formales, se puede usar perfectamente un pantalón negro de vestir con una guayabera de lino blanca, así se puede ir hasta una boda, es más, esta prenda la usan y la usaron muchos mandatarios en nuestro país.

Frente a la depresión, tristeza y otros males hay, entre diversas opciones, la posibilidad de valorarnos y creer en nosotros, así que un buen comienzo puede ser el tener más cuidado en el ornato y la forma que nos mostramos.

Ahora que está tan actual el animalismo, inclusive al grado del fanatismo, veamos el ejemplo de algunas especies, como el pavorreal, el cual se muestra atractivo y desplegando su cola para atraer pareja.

El solo intentar vernos bien al exterior puede ser un síntoma de que nos queremos hacer presentes en el mundo, claro está, dentro de los dinteles de la razón y la estabilidad emocional, ya que también el exagerar y tener como prioridad la apariencia puede conducir a problemas emocionales severos, como aquellas personas que abusan de la cirugía estética, terminando con dimensiones y rasgos manifiestamente artificiales, sin embargo, es el común denominador en nuestros tiempos el aparentar cosas que no son, como las muchas mujeres o varones que usas demasiados filtros en las redes.

También hay que decir que vestir de forma muy informal también es un reflejo de la personalidad, inclusive puede hacer sentir bien al individuo por el mensaje que da al exterior, lo cual es muy válido, pero hasta para andar “fachudo” hay un estilo que cuidar.

Al final, la moda es como la conducta, cada quien se muestra como quiere, bajo sus capacidades y gustos, en el marco un respeto al contexto donde uno esté, porque vivimos en una sociedad.

Dejemos atrás los malos estados de ánimo y dibujemos una sonrisa al mundo, luciendo como aves de vistoso plumaje y sintiendo felicidad por el hecho de estar vivos y, como decía Heidegger, tener la posibilidad de todas las posibilidades. Hasta la próxima.


Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.

La vestimenta es parte de la existencia humana; representa toda una serie de valores y posibilidades que una persona transmite al exterior, al mismo tiempo se adecua a los factores externos, situación que puede crear una vinculación plena entre la ropa y el propio ser del individuo.

Los grandes problemas estructurales que sufrimos a diario, agravados por una pandemia que dejó grandes calamidades, han causado un deterioro en el estado emocional de los sujetos en general.

No voy a redundar en el tema, pero no es un secreto que haya muchos rencores, complejos y miedos dentro de la población, lo cual corresponde al imaginario propio que hay en nuestro México.

En este sentido, encontramos muchas posibles soluciones que se profieren por parte de muchos sujetos: coaches, brujos, ministros de culto y hasta políticos, situación que puede ser benéfica en diversos casos, lo cual obedece a la natural pluralidad que tiene toda sociedad y en el derecho de un ciudadano a creer en lo que quiera creer, más allá de su fundamento.

Ahora bien, tenemos un elemento que es tangible, concreto y que es parte de un sujeto: la ropa y accesorios. Como lo escribí al principio la vestimenta se fusiona y es parte de la personalidad. Creo que la afirmación de que “una persona vale por lo que es y no por lo que viste” tiene un error lógico, ya que precisamente el atuendo indica la forma en cómo un individuo se quiere o puede mostrarse al mundo, lo cual es un elemento ontológico.

Pensemos en un personaje público o famoso, inmediatamente viene a nuestra mente la forma en cómo está ataviado. Qué sería de los Luises franceses sin sus lujosas capas; o de Yasir Arafat sin su turbante y sus características gafas. No me imagino a Vicente Fernández cantando sin su traje de charro, así podemos mencionar muchos ejemplos de cómo el atuendo crea una identidad.

Sabemos que arreglarse cuesta dinero, pero también hay que recalcar que no se necesitan muchos recursos para hacer notar el cuidado que tiene una persona sobre sí, por ejemplo, unos jeans pueden variar de precio, desde unos 50 hasta unos varios miles de pesos, obviamente la calidad varía, pero al momento de hacer unas combinaciones podemos ver el buen gusto de alguien.

Realmente no se requiere tener un buen ingreso para comprar algunas prendas y saber combinarlas, tal es el caso del color del cinturón con los zapatos o la bolsa. Es más, unos simples mezclillas con una blusa clara y zapatos abiertos, de la más modesta calidad, pueden lucir muy bien en esta primavera.

A propósito de estos días, también es importante mencionar esa coherencia con la temporada, ya que el clima influye en el outfit. Me llama la atención la gente que usa traje 3 piezas u obscuro con 30 grados de temperatura, aparte de estar fuera de temporada, creo que eso significa una gran incomodidad, sin embargo, eso representa un gusto personal, que quizá quiere tratar de dar un mensaje de poder o autoridad a los demás, así como lo hacen los políticos. Eso es cuestión de cada quien y es respetable, sin embargo, el estar vestido siempre de esa manera puede indicar ciertos complejos emocionales que tratan de ser compensados, o simplemente es una manda o superstición, como es el caso del exitosísimo “Cholo” Simeone.

Para los días calurosos y en ocasiones formales, se puede usar perfectamente un pantalón negro de vestir con una guayabera de lino blanca, así se puede ir hasta una boda, es más, esta prenda la usan y la usaron muchos mandatarios en nuestro país.

Frente a la depresión, tristeza y otros males hay, entre diversas opciones, la posibilidad de valorarnos y creer en nosotros, así que un buen comienzo puede ser el tener más cuidado en el ornato y la forma que nos mostramos.

Ahora que está tan actual el animalismo, inclusive al grado del fanatismo, veamos el ejemplo de algunas especies, como el pavorreal, el cual se muestra atractivo y desplegando su cola para atraer pareja.

El solo intentar vernos bien al exterior puede ser un síntoma de que nos queremos hacer presentes en el mundo, claro está, dentro de los dinteles de la razón y la estabilidad emocional, ya que también el exagerar y tener como prioridad la apariencia puede conducir a problemas emocionales severos, como aquellas personas que abusan de la cirugía estética, terminando con dimensiones y rasgos manifiestamente artificiales, sin embargo, es el común denominador en nuestros tiempos el aparentar cosas que no son, como las muchas mujeres o varones que usas demasiados filtros en las redes.

También hay que decir que vestir de forma muy informal también es un reflejo de la personalidad, inclusive puede hacer sentir bien al individuo por el mensaje que da al exterior, lo cual es muy válido, pero hasta para andar “fachudo” hay un estilo que cuidar.

Al final, la moda es como la conducta, cada quien se muestra como quiere, bajo sus capacidades y gustos, en el marco un respeto al contexto donde uno esté, porque vivimos en una sociedad.

Dejemos atrás los malos estados de ánimo y dibujemos una sonrisa al mundo, luciendo como aves de vistoso plumaje y sintiendo felicidad por el hecho de estar vivos y, como decía Heidegger, tener la posibilidad de todas las posibilidades. Hasta la próxima.


Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.