/ jueves 4 de octubre de 2018

¡¡¡Estira y afloja!!!

Independientemente de quién tenga la razón, los poderes Ejecutivo y Legislativo iniciaron un estira y afloja tras las 4 reformas que en 15 días ya realizó la nueva Legislatura. Los ciudadanos desconocen si hay revanchismo político o si se deben una lana, no saben si es un asunto legal o un simple capricho; pero lo que finalmente sí se percibe es que entre ambos poderes se traen tremendo agarrón para ver quién manda.

Las y los diputados ya desquitaron la primera quincena, pues tan solo en 2 semanas ya realizaron reformas que fueron columna vertebral de sus campañas, particularmente los de Morena, PT y PES. Las reformas no fueron del agrado de las otras fracciones pero también ya cobraron.

No cabe duda que andan enjundiosos, sin embargo, hasta hoy no se pueden cristalizar tales reformas porque no han sido publicadas en el Diario Oficial del Estado por la simple y sencilla razón de que el titular del Ejecutivo se la vetó, pero no piense que fue por llevarles la contra, sino porque a los legisladores se les olvidó sustituir la abrogación de la Ley Bala con una nueva legislación y por lo que legalmente hay un vacío. Esa fue la razón, según expuso el secretario general de Gobierno. ¡¡¡Así lo dijo!!!

A diferencia de los días de campo que se vivieron en la anterior legislatura y que no le daban dolores de cabeza al Ejecutivo –independientemente quien fuera el titular- hoy las cosas son diferentes. Para algunos las decisiones que ha tomado la mayoría legislativa son parte de una venganza política, pero para los simpatizantes de esa corriente, solo se está corrigiendo lo mal hecho anteriormente. En suma, los jaloneos seguirán.


¿Austero o suntuoso?

La boda del fin de semana en Puebla solo demostró que la clase política en México está cortada por la misma tijera y aunque en el discurso se oyen diferentes, en los hechos los colores no importan porque al final se parecen y la mejor muestra de ello es la ostentación de todo lo que tienen y los lujos a los que están acostumbrados.

Lo que la muchedumbre camotera presenció el sábado en pleno Centro Histórico, en la capilla de El Rosario y el centro de convenciones no solo fue una súper boda fifi, sino que los poblanos fueron testigos de la vanidad y pompa de quienes forman parte de la nueva clase política gobernante.

El nuevo jet-set político de México exhibió el power del que ha comenzado a gozar, pero también demostró que ya son ricos. ¡Money… money! Quizá esa haya sido la intensión, la de demostrar que no llegarán a enriquecerse porque ya lo son, pero al mismo tiempo despertaron los razonamientos lógicos del respetable.

Las preguntas son elocuentes ¿será posible que los políticos ricos que en una boda demuestran su estilo de vida de abundancia, puedan entender a los mexicanos sin empleo?, ¿el nuevo gobierno tendrá un gabinete emanado de gente rica para gobernar a un pueblo pobre?, ¿cómo comprender el lujo de menús extravagantes y suntuosas decoraciones, si el anfitrión e invitados son equipo de un líder que abrazó la bandera de la austeridad como principal razón de un cambio que lleve a la cuarta transformación en México?

A todo esto habrá quienes defiendan el acontecimiento. Justificarán que los protagonistas –César Yáñez y su señora esposa- están en su derecho de una esplendorosa boda porque fue con cargo a su propia fortuna. Y es cierto. No hay problema de cómo hagan sus fiestas los políticos y menos si es con su dinero; lo que no hay que perder de vista es la congruencia y tratar de asimilar cómo es que van a transformar a México si no han estado en los zapatos de un obrero, un campesino, de un maestro o un profesionista con salarios mínimos y que jamás tendrán el dinero para amenizar su boda al ritmo de los Ángeles Azules.

Al final no se trata de solo de opinar porque cerraron las vialidades del Centro Histórico para que pudieran llegar los exclusivos invitados, no se trata de razonar solo porque no fuimos invitados como otros morenistas que se quedaron babeando; de lo que se trata es buscar explicación a lo que Puebla vio el sábado… ¿será posible que en la nueva gestión se logre la austeridad cuando algunos de sus integrantes están acostumbrados a la fastuosidad?, ¿acaso no han entendido que la indicación es la moderación?, ¿ya olvidaron que México votó como lo hizo el 1 de julio porque quería cambiar? Son preguntas, no se enojen.

Les recuerdo que como siempre, tenemos el changarro abierto las 24 horas. Si quiere compartir chismes, tips y consultas, son bienvenidos en twitter @ferabrajan1 y en fabrajan@hotmail.com

Independientemente de quién tenga la razón, los poderes Ejecutivo y Legislativo iniciaron un estira y afloja tras las 4 reformas que en 15 días ya realizó la nueva Legislatura. Los ciudadanos desconocen si hay revanchismo político o si se deben una lana, no saben si es un asunto legal o un simple capricho; pero lo que finalmente sí se percibe es que entre ambos poderes se traen tremendo agarrón para ver quién manda.

Las y los diputados ya desquitaron la primera quincena, pues tan solo en 2 semanas ya realizaron reformas que fueron columna vertebral de sus campañas, particularmente los de Morena, PT y PES. Las reformas no fueron del agrado de las otras fracciones pero también ya cobraron.

No cabe duda que andan enjundiosos, sin embargo, hasta hoy no se pueden cristalizar tales reformas porque no han sido publicadas en el Diario Oficial del Estado por la simple y sencilla razón de que el titular del Ejecutivo se la vetó, pero no piense que fue por llevarles la contra, sino porque a los legisladores se les olvidó sustituir la abrogación de la Ley Bala con una nueva legislación y por lo que legalmente hay un vacío. Esa fue la razón, según expuso el secretario general de Gobierno. ¡¡¡Así lo dijo!!!

A diferencia de los días de campo que se vivieron en la anterior legislatura y que no le daban dolores de cabeza al Ejecutivo –independientemente quien fuera el titular- hoy las cosas son diferentes. Para algunos las decisiones que ha tomado la mayoría legislativa son parte de una venganza política, pero para los simpatizantes de esa corriente, solo se está corrigiendo lo mal hecho anteriormente. En suma, los jaloneos seguirán.


¿Austero o suntuoso?

La boda del fin de semana en Puebla solo demostró que la clase política en México está cortada por la misma tijera y aunque en el discurso se oyen diferentes, en los hechos los colores no importan porque al final se parecen y la mejor muestra de ello es la ostentación de todo lo que tienen y los lujos a los que están acostumbrados.

Lo que la muchedumbre camotera presenció el sábado en pleno Centro Histórico, en la capilla de El Rosario y el centro de convenciones no solo fue una súper boda fifi, sino que los poblanos fueron testigos de la vanidad y pompa de quienes forman parte de la nueva clase política gobernante.

El nuevo jet-set político de México exhibió el power del que ha comenzado a gozar, pero también demostró que ya son ricos. ¡Money… money! Quizá esa haya sido la intensión, la de demostrar que no llegarán a enriquecerse porque ya lo son, pero al mismo tiempo despertaron los razonamientos lógicos del respetable.

Las preguntas son elocuentes ¿será posible que los políticos ricos que en una boda demuestran su estilo de vida de abundancia, puedan entender a los mexicanos sin empleo?, ¿el nuevo gobierno tendrá un gabinete emanado de gente rica para gobernar a un pueblo pobre?, ¿cómo comprender el lujo de menús extravagantes y suntuosas decoraciones, si el anfitrión e invitados son equipo de un líder que abrazó la bandera de la austeridad como principal razón de un cambio que lleve a la cuarta transformación en México?

A todo esto habrá quienes defiendan el acontecimiento. Justificarán que los protagonistas –César Yáñez y su señora esposa- están en su derecho de una esplendorosa boda porque fue con cargo a su propia fortuna. Y es cierto. No hay problema de cómo hagan sus fiestas los políticos y menos si es con su dinero; lo que no hay que perder de vista es la congruencia y tratar de asimilar cómo es que van a transformar a México si no han estado en los zapatos de un obrero, un campesino, de un maestro o un profesionista con salarios mínimos y que jamás tendrán el dinero para amenizar su boda al ritmo de los Ángeles Azules.

Al final no se trata de solo de opinar porque cerraron las vialidades del Centro Histórico para que pudieran llegar los exclusivos invitados, no se trata de razonar solo porque no fuimos invitados como otros morenistas que se quedaron babeando; de lo que se trata es buscar explicación a lo que Puebla vio el sábado… ¿será posible que en la nueva gestión se logre la austeridad cuando algunos de sus integrantes están acostumbrados a la fastuosidad?, ¿acaso no han entendido que la indicación es la moderación?, ¿ya olvidaron que México votó como lo hizo el 1 de julio porque quería cambiar? Son preguntas, no se enojen.

Les recuerdo que como siempre, tenemos el changarro abierto las 24 horas. Si quiere compartir chismes, tips y consultas, son bienvenidos en twitter @ferabrajan1 y en fabrajan@hotmail.com