/ jueves 4 de agosto de 2022

¿Existen condiciones para una Tercera Guerra Mundial?

Considero que no hay ciencia más compleja e interesante actualmente que la historia, amén de que su estudio profundo puede evitar complicaciones serias. Recordemos que esta tiene diversas teorías, alguna de ellas se refiere a los ciclos y las repeticiones que se pueden dar en diversos escenarios, pero con los mismos patrones. Como se dice comúnmente: no hay nada nuevo bajo el sol.

Si bien el detonante de la Primera Guerra Mundial fue el asesinato del archiduque Francisco Fernando, la tensión existente era notoria por los nacionalismos y militarización que tuvieron diversos países, especialmente Alemania, cuyo dominio en diversos campos fue enorme desde mediados del S.XIX hasta finales de la década de 1930, sin embargo, la mayor causa fue que las potencias de la época se quisieron repartir el mundo, especialmente los germanos, quienes veían con recelo el poder colonial, económico y político de los británicos y franceses, a lo cual se sumó Estados Unidos, para tener una participación directa y ser protagonista del nuevo orden. En ese sentido el planeta tiene semejantes condiciones, ya que precisamente China va en camino de desplazar a los norteamericanos como la primera potencia, además de los rusos que ven con mucha desconfianza el avance de occidente a sus fronteras, prueba de ello la guerra actual en Ucrania y las tensiones sucedidas hace unas horas por la visita de Nancy Pelosi a Taiwán, país que el gobierno de Beijing reclama como suyo.

La guerra entre el Eje y los Aliados comenzó por las limitaciones que estos últimos pusieron en materia militar, recordemos el duro castigo que significó el Tratado de Versalles, al prohibir un ejército fuerte a los alemanes, aparte de las sanciones económicas, lo cual fue aprovechado por un político con gran retórica, quien supo encausar los resentimientos y ascender al poder culpando a otros de las desgracias germanas, como fue el caso de los judíos, logrando unos éxitos financieros innegables al inicio de su administración, lo cual aumentó su popularidad de forma absoluta. También recordemos las limitaciones norteamericanas impuestas al tamaño de la armada japonesa, así que en cierta medida hubo una especie de provocación. Hoy también vemos políticos que culpan a otros de las desgracias, como Trump con los migrantes, situación que se replica no solo en el ámbito internacional, sino en muchos ciudadanos que guardan un enorme rencor al otro y creen que con atacarlo solucionarán sus problemas y las medidas que se quieren imponer a otros países.\u0009

El régimen nacional socialista se anexó Austria y parte de lo que fue Checoslovaquia sin disparar un solo tiro, pero con la vista en Polonia, la cual fue respaldada por Gran Bretaña. Esto se parece al apoyo que está dando la Otan a Ucrania, aunque no de forma directa, al exigir que se respete la soberanía de la ex república soviética, pero con la intención de adherirla a la Otan y poner así misiles en las narices de Putin, lo cual evidentemente resulta inaceptable para él y yo creo que para cualquier jefe de estado.

También veamos que las condiciones económicas del mundo son malas, el neoliberalismo es una fábrica de millones de pobres y la gente vive con cierto hartazgo. Vemos una descomposición en el discurso y odios en muchos países que pueden llevar a la aprobación de una cruzada contemporánea. China, Rusia y hasta India saben que permitir el paso a occidente puede significar un sometimiento, no al nivel de la Guerra del Opio o la colonización de hace siglos, pero sí frenaría el ascenso de las que serán las dos economías y poblaciones más grandes en unos cuantos años. No sé qué pensara EU y sus aliados respecto a esos dos países de oriente, pero yo creo que saben que, si no se la juegan, pueden ser relegados gravemente en un futuro.

En el caso de México nuestro destino está sellado con el vecino del norte, así que solo nos queda esperar que las cosas se calmen, ya sea por un respeto al espacio vital de las naciones o negociaciones, ya que una guerra afecta económicamente a todo el planeta, como ya lo estamos viendo por el conflicto en Ucrania y, de forma apocalíptica, si esto crece a dimensiones globales y se usa el poder nuclear. Me gustaría pensar que las grandes potencias pueden aprender a repartirse el pastel, pero recuerdo que precisamente son potencias porque se han lanzado a las aventuras bélicas, ganando o perdiendo, por lo que lamentablemente es muy posible que sigan ese camino que les ha resultado, ojalá y no, por el bien de la humanidad. Hasta la próxima.

Dudas o comentarios: @vicente_aven; vicente_leopoldo@hotmail.com; 2225647505.

Considero que no hay ciencia más compleja e interesante actualmente que la historia, amén de que su estudio profundo puede evitar complicaciones serias. Recordemos que esta tiene diversas teorías, alguna de ellas se refiere a los ciclos y las repeticiones que se pueden dar en diversos escenarios, pero con los mismos patrones. Como se dice comúnmente: no hay nada nuevo bajo el sol.

Si bien el detonante de la Primera Guerra Mundial fue el asesinato del archiduque Francisco Fernando, la tensión existente era notoria por los nacionalismos y militarización que tuvieron diversos países, especialmente Alemania, cuyo dominio en diversos campos fue enorme desde mediados del S.XIX hasta finales de la década de 1930, sin embargo, la mayor causa fue que las potencias de la época se quisieron repartir el mundo, especialmente los germanos, quienes veían con recelo el poder colonial, económico y político de los británicos y franceses, a lo cual se sumó Estados Unidos, para tener una participación directa y ser protagonista del nuevo orden. En ese sentido el planeta tiene semejantes condiciones, ya que precisamente China va en camino de desplazar a los norteamericanos como la primera potencia, además de los rusos que ven con mucha desconfianza el avance de occidente a sus fronteras, prueba de ello la guerra actual en Ucrania y las tensiones sucedidas hace unas horas por la visita de Nancy Pelosi a Taiwán, país que el gobierno de Beijing reclama como suyo.

La guerra entre el Eje y los Aliados comenzó por las limitaciones que estos últimos pusieron en materia militar, recordemos el duro castigo que significó el Tratado de Versalles, al prohibir un ejército fuerte a los alemanes, aparte de las sanciones económicas, lo cual fue aprovechado por un político con gran retórica, quien supo encausar los resentimientos y ascender al poder culpando a otros de las desgracias germanas, como fue el caso de los judíos, logrando unos éxitos financieros innegables al inicio de su administración, lo cual aumentó su popularidad de forma absoluta. También recordemos las limitaciones norteamericanas impuestas al tamaño de la armada japonesa, así que en cierta medida hubo una especie de provocación. Hoy también vemos políticos que culpan a otros de las desgracias, como Trump con los migrantes, situación que se replica no solo en el ámbito internacional, sino en muchos ciudadanos que guardan un enorme rencor al otro y creen que con atacarlo solucionarán sus problemas y las medidas que se quieren imponer a otros países.\u0009

El régimen nacional socialista se anexó Austria y parte de lo que fue Checoslovaquia sin disparar un solo tiro, pero con la vista en Polonia, la cual fue respaldada por Gran Bretaña. Esto se parece al apoyo que está dando la Otan a Ucrania, aunque no de forma directa, al exigir que se respete la soberanía de la ex república soviética, pero con la intención de adherirla a la Otan y poner así misiles en las narices de Putin, lo cual evidentemente resulta inaceptable para él y yo creo que para cualquier jefe de estado.

También veamos que las condiciones económicas del mundo son malas, el neoliberalismo es una fábrica de millones de pobres y la gente vive con cierto hartazgo. Vemos una descomposición en el discurso y odios en muchos países que pueden llevar a la aprobación de una cruzada contemporánea. China, Rusia y hasta India saben que permitir el paso a occidente puede significar un sometimiento, no al nivel de la Guerra del Opio o la colonización de hace siglos, pero sí frenaría el ascenso de las que serán las dos economías y poblaciones más grandes en unos cuantos años. No sé qué pensara EU y sus aliados respecto a esos dos países de oriente, pero yo creo que saben que, si no se la juegan, pueden ser relegados gravemente en un futuro.

En el caso de México nuestro destino está sellado con el vecino del norte, así que solo nos queda esperar que las cosas se calmen, ya sea por un respeto al espacio vital de las naciones o negociaciones, ya que una guerra afecta económicamente a todo el planeta, como ya lo estamos viendo por el conflicto en Ucrania y, de forma apocalíptica, si esto crece a dimensiones globales y se usa el poder nuclear. Me gustaría pensar que las grandes potencias pueden aprender a repartirse el pastel, pero recuerdo que precisamente son potencias porque se han lanzado a las aventuras bélicas, ganando o perdiendo, por lo que lamentablemente es muy posible que sigan ese camino que les ha resultado, ojalá y no, por el bien de la humanidad. Hasta la próxima.

Dudas o comentarios: @vicente_aven; vicente_leopoldo@hotmail.com; 2225647505.