/ sábado 29 de agosto de 2020

Formación educativa y nueva realidad

Buena salud y educación de calidad son el binomio fundamental, para acceder a mejores oportunidades y poder ampliar nuestras condiciones de vida.

Sin embargo, cuando se gobierna con una sociedad enfrentada, dividida entre la falta de oportunidades, pobreza y la desesperanza, se lesiona el desarrollo social; es señal de un Estado debilitado.

Por ello la importancia de impulsar la educación para la vida, la cual debe comenzar desde la niñez, donde se defina con claridad y sentido de responsabilidad las razones para el actuar, inculcando que se debe proceder por convicción y no por el miedo al castigo o el halago de la recompensa.

Se debe formar a los estudiantes, asumiendo su responsabilidad frente a los demás y no solo vivir para sí mismo, o para la satisfacción de su egoísmo; sino para el bien de los que lo rodean y, posteriormente como ciudadano, sean solidarios y deban comprometerse con el bien público nacional y, con los demás miembros de la comunidad en la lucha, por alcanzarlo.

Cuando en México transitemos por la senda de una sólida educación para la vida, estaremos aptos para ejercitar, madura y responsablemente, nuestros derechos cívicos y políticos; utilizar medios pacíficos y legítimos para luchar contra las arbitrariedades y el abuso de poder. Entonces, habremos conquistado la democracia y sabremos mantenernos en ella.

La educación debe centrarse en aprender a dirigir nuestra propia vida, lo cual supone que debemos actuar con conductas autónomas, tener capacidad de gobierno de sí mismo (autogobierno) y saber elegir en cada situación y en cada momento el mejor modo de actuar entre todos los modos posibles.

Tomando en consideración el momento que vivimos, para educar, es prioritario el ejemplo, inculcando valores tales como la responsabilidad, la honestidad, hacer las cosas bien, ser digno de la confianza de los demás, hacer hincapié en la perseverancia, la responsabilidad, el respeto y la solidaridad.

La educación propicia el descubrimiento de nuestro entorno, nos ayuda a conocer lo que nos rodea y a quienes nos rodean, la educación del ser humano no puede eludir su posición crítica con las políticas de injusticia y desigualdad, esta aseveración, debe seguir siendo un compromiso básico de cada educador.

Pues no podemos seguir teniendo un país enfrentado y dividido, es momento que la educación se retome con visión y compromiso social para construir una sociedad plena abierta a las transformaciones y comprometida con cada una de sus comunidades.

Sin embargo, al no tener una clara estrategia gubernamental, los daños colaterales causados por la pandemia, lamentablemente afectan a un elevado porcentaje de mexicanos, ya sea porque sus ingresos disminuyeron o por haber perdido su empleo.

La nueva realidad hizo que el inicio del ciclo escolar 2020-2021, se apoyara con instrumentos tecnológicos y televisivos para que los aprendizajes se reciban desde el hogar. Al respecto los expertos en educación señalan que, de no regresar al modelo de clases presenciales, los resultados podrán ser peores que los producidos por el Covid-19.

Debido a que pone en riesgo el proceso de formación, maduración y aprendizaje de los estudiantes que están en los niveles de preescolar y, al menos los tres primeros grados de primaria; donde se hace indispensable la educación presencial para la formación futura del ser humano.

La formación educativa es indispensable, aunque no suficiente, para el desarrollo económico, social y cultural. Debemos en consecuencia, incorporar la preparación para la vida a los sistemas educativos y así dotar al educando(s) de las herramientas necesarias para hacer frente a los desafíos.

Sus comentarios jrobertofl@hotmail.com

Buena salud y educación de calidad son el binomio fundamental, para acceder a mejores oportunidades y poder ampliar nuestras condiciones de vida.

Sin embargo, cuando se gobierna con una sociedad enfrentada, dividida entre la falta de oportunidades, pobreza y la desesperanza, se lesiona el desarrollo social; es señal de un Estado debilitado.

Por ello la importancia de impulsar la educación para la vida, la cual debe comenzar desde la niñez, donde se defina con claridad y sentido de responsabilidad las razones para el actuar, inculcando que se debe proceder por convicción y no por el miedo al castigo o el halago de la recompensa.

Se debe formar a los estudiantes, asumiendo su responsabilidad frente a los demás y no solo vivir para sí mismo, o para la satisfacción de su egoísmo; sino para el bien de los que lo rodean y, posteriormente como ciudadano, sean solidarios y deban comprometerse con el bien público nacional y, con los demás miembros de la comunidad en la lucha, por alcanzarlo.

Cuando en México transitemos por la senda de una sólida educación para la vida, estaremos aptos para ejercitar, madura y responsablemente, nuestros derechos cívicos y políticos; utilizar medios pacíficos y legítimos para luchar contra las arbitrariedades y el abuso de poder. Entonces, habremos conquistado la democracia y sabremos mantenernos en ella.

La educación debe centrarse en aprender a dirigir nuestra propia vida, lo cual supone que debemos actuar con conductas autónomas, tener capacidad de gobierno de sí mismo (autogobierno) y saber elegir en cada situación y en cada momento el mejor modo de actuar entre todos los modos posibles.

Tomando en consideración el momento que vivimos, para educar, es prioritario el ejemplo, inculcando valores tales como la responsabilidad, la honestidad, hacer las cosas bien, ser digno de la confianza de los demás, hacer hincapié en la perseverancia, la responsabilidad, el respeto y la solidaridad.

La educación propicia el descubrimiento de nuestro entorno, nos ayuda a conocer lo que nos rodea y a quienes nos rodean, la educación del ser humano no puede eludir su posición crítica con las políticas de injusticia y desigualdad, esta aseveración, debe seguir siendo un compromiso básico de cada educador.

Pues no podemos seguir teniendo un país enfrentado y dividido, es momento que la educación se retome con visión y compromiso social para construir una sociedad plena abierta a las transformaciones y comprometida con cada una de sus comunidades.

Sin embargo, al no tener una clara estrategia gubernamental, los daños colaterales causados por la pandemia, lamentablemente afectan a un elevado porcentaje de mexicanos, ya sea porque sus ingresos disminuyeron o por haber perdido su empleo.

La nueva realidad hizo que el inicio del ciclo escolar 2020-2021, se apoyara con instrumentos tecnológicos y televisivos para que los aprendizajes se reciban desde el hogar. Al respecto los expertos en educación señalan que, de no regresar al modelo de clases presenciales, los resultados podrán ser peores que los producidos por el Covid-19.

Debido a que pone en riesgo el proceso de formación, maduración y aprendizaje de los estudiantes que están en los niveles de preescolar y, al menos los tres primeros grados de primaria; donde se hace indispensable la educación presencial para la formación futura del ser humano.

La formación educativa es indispensable, aunque no suficiente, para el desarrollo económico, social y cultural. Debemos en consecuencia, incorporar la preparación para la vida a los sistemas educativos y así dotar al educando(s) de las herramientas necesarias para hacer frente a los desafíos.

Sus comentarios jrobertofl@hotmail.com