/ domingo 15 de diciembre de 2019

Fortalecimiento o renovación de las instituciones de derechos humanos en México

Amables lectores, ¡Les saludo con el gusto de siempre! Desde mi perspectiva, en cuanto a fortalecer o renovar las Instituciones de Derechos Humanos, es importante reconocer que, con la creación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos en nuestro país, en 1990 se inició un proceso de transformación de las normas jurídicas que han permitido ampliar sus alcances, con el objetivo de garantizar los derechos fundamentales y los derechos humanos que tenemos los gobernados.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos, es de los organismos defensores más completos que existen en el mundo contemporáneo, como lo podemos ver en algunas de sus atribuciones que desde mi punto de vista se ubican unas como preventivas y otras como correctivas.

Ahora bien, al hacer un balance de las funciones que realizan los organismos de defensa de derechos humanos, los resultados, considero, no son satisfactorios para la sociedad, y esta percepción se da por todas las violaciones a derechos humanos que vivimos a diario en el país como: los feminicidios, homicidios dolosos, la trata de personas, las denuncias por tortura, las desapariciones forzadas, el hostigamiento a periodistas y defensores de los derechos humanos, por lo que, es necesario además de fortalecer también renovar sustancialmente las instituciones de defensa de derechos humanos en México.

Es importante señalar que la Comisión de Derechos Humanos tiene completa influencia del modelo del Ombudsman de 1978 en España, y llega por primera vez a Latinoamérica específicamente a Guatemala, y que según Rocatti asegura que la figura del Ombudsman español influye de manera importante en el ánimo de las naciones latinoamericanas.

Es de resaltar que el nombre que más se ha usado en los organismos constitucionales defensores de los derechos humanos en América Latina, es “Defensor del Pueblo”, aunque algunos países como Guatemala, el Salvador, Nicaragua, Puerto Rico, han optado por la denominación “Procurador de Derechos Humanos”, y países como México y Honduras, le dan el nombre de Comisión de Derechos Humanos, nueve países latinoamericanos utilizan el término “Defensor del Pueblo”, como Colombia, Paraguay, Argentina, Perú, Bolivia, Ecuador, Panamá, Venezuela y Costa Rica.

Como lo refiere el Maestro Francisco Javier Campos Orozco la palabra “defensa” se acerca más a la función sustancial que tienen este tipo de organismos y, que rompe con la pasividad de los términos “Procuraduría y Comisión”, que incluso para personas que carecen de educación básica es más fácil entender el concepto de defensa, que el de presidente de una comisión o procurador de derechos humanos.

Los organismos de defensa se deben democratizar, asimismo, los aspirantes deben tener autoridad moral, tener capacidad de persuasión para buscar soluciones a los problemas que se le platean y capacidad de interlocución.

El poder legislativo debe establecer mecanismos para que los que están al frente de este tipo de organismos cumplan con los fines, por lo tanto, se deben exigir indicadores de desempeño por parte del Senado o los congresos locales para efecto de que se acredite que el titular de la Comisión está alcanzado sus objetivos, debido a los planes de trabajo que haya presentado. Este tipo de instrumentos daría certeza de que el Defensor está cumpliendo las metas previstas y finalmente, reducir el período de duración del cargo a dos años y con posibilidad de ser ratificado en función de sus indicadores de desempeño.

Debemos seguir el ejemplo del primer ombudsman elegido en Dinamarca, Stephan Hurwuitz, el 21 de marzo de 1955, que tenía mucho prestigio por su autoridad moral reflejada en su atención. En la puerta de su oficina estaba un letrero que decía “La puerta está abierta”.

¡Ser defensor de los derechos humanos no es un trabajo, es una vocación!

*Es Doctor en Derecho por la BUAP, donde se desempeña como: Defensor Adjunto en la Defensoría de los Derechos Universitarios y Profesor en la Facultad de Derecho y C.S.

Comentarios: jorgepinto_9@hotmail.com / Twitter: @apjorge/ facebook: Jorge Pinto

Amables lectores, ¡Les saludo con el gusto de siempre! Desde mi perspectiva, en cuanto a fortalecer o renovar las Instituciones de Derechos Humanos, es importante reconocer que, con la creación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos en nuestro país, en 1990 se inició un proceso de transformación de las normas jurídicas que han permitido ampliar sus alcances, con el objetivo de garantizar los derechos fundamentales y los derechos humanos que tenemos los gobernados.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos, es de los organismos defensores más completos que existen en el mundo contemporáneo, como lo podemos ver en algunas de sus atribuciones que desde mi punto de vista se ubican unas como preventivas y otras como correctivas.

Ahora bien, al hacer un balance de las funciones que realizan los organismos de defensa de derechos humanos, los resultados, considero, no son satisfactorios para la sociedad, y esta percepción se da por todas las violaciones a derechos humanos que vivimos a diario en el país como: los feminicidios, homicidios dolosos, la trata de personas, las denuncias por tortura, las desapariciones forzadas, el hostigamiento a periodistas y defensores de los derechos humanos, por lo que, es necesario además de fortalecer también renovar sustancialmente las instituciones de defensa de derechos humanos en México.

Es importante señalar que la Comisión de Derechos Humanos tiene completa influencia del modelo del Ombudsman de 1978 en España, y llega por primera vez a Latinoamérica específicamente a Guatemala, y que según Rocatti asegura que la figura del Ombudsman español influye de manera importante en el ánimo de las naciones latinoamericanas.

Es de resaltar que el nombre que más se ha usado en los organismos constitucionales defensores de los derechos humanos en América Latina, es “Defensor del Pueblo”, aunque algunos países como Guatemala, el Salvador, Nicaragua, Puerto Rico, han optado por la denominación “Procurador de Derechos Humanos”, y países como México y Honduras, le dan el nombre de Comisión de Derechos Humanos, nueve países latinoamericanos utilizan el término “Defensor del Pueblo”, como Colombia, Paraguay, Argentina, Perú, Bolivia, Ecuador, Panamá, Venezuela y Costa Rica.

Como lo refiere el Maestro Francisco Javier Campos Orozco la palabra “defensa” se acerca más a la función sustancial que tienen este tipo de organismos y, que rompe con la pasividad de los términos “Procuraduría y Comisión”, que incluso para personas que carecen de educación básica es más fácil entender el concepto de defensa, que el de presidente de una comisión o procurador de derechos humanos.

Los organismos de defensa se deben democratizar, asimismo, los aspirantes deben tener autoridad moral, tener capacidad de persuasión para buscar soluciones a los problemas que se le platean y capacidad de interlocución.

El poder legislativo debe establecer mecanismos para que los que están al frente de este tipo de organismos cumplan con los fines, por lo tanto, se deben exigir indicadores de desempeño por parte del Senado o los congresos locales para efecto de que se acredite que el titular de la Comisión está alcanzado sus objetivos, debido a los planes de trabajo que haya presentado. Este tipo de instrumentos daría certeza de que el Defensor está cumpliendo las metas previstas y finalmente, reducir el período de duración del cargo a dos años y con posibilidad de ser ratificado en función de sus indicadores de desempeño.

Debemos seguir el ejemplo del primer ombudsman elegido en Dinamarca, Stephan Hurwuitz, el 21 de marzo de 1955, que tenía mucho prestigio por su autoridad moral reflejada en su atención. En la puerta de su oficina estaba un letrero que decía “La puerta está abierta”.

¡Ser defensor de los derechos humanos no es un trabajo, es una vocación!

*Es Doctor en Derecho por la BUAP, donde se desempeña como: Defensor Adjunto en la Defensoría de los Derechos Universitarios y Profesor en la Facultad de Derecho y C.S.

Comentarios: jorgepinto_9@hotmail.com / Twitter: @apjorge/ facebook: Jorge Pinto

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