/ miércoles 9 de octubre de 2019

Fracasa la alerta de género en Puebla

Se han cumplido seis meses desde que se concretó la exigida Alerta de Género para 50 de los 217 municipios de Puebla y a juzgar de los números de asesinatos y violencia dolosa hacia la mujer, no hay nada que celebrar.

Las agresiones mortales y con algún tipo de lesión hospitalaria hacia las féminas, lejos de frenarse o contenerse, se dispararon de manera alarmante y ubican a la entidad en la cuarta posición con más feminicidios del país con un acumulado de 40 casos.

Y, aunque, a decir del titular de la Secretaría General de Gobierno, Fernando Manzanilla Prieto, se han atendido más del 90 por ciento las 45 recomendaciones de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (CONAVIM), el empeño y los casi 12 millones de pesos que en estas se han invertido parecen ser infructuosas.

Los números del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) hablan de un repunte en la incidencia de estos delitos y si bien el origen de muchos casos se encuentra enmarcado en lo cerrado de la violencia intrafamiliar, un detonante parece apuntar hacia el crimen organizado.

Por criterios políticos, el entonces gobernador Rafael Moreno Valle Rosas evitó que prosperara la Alerta de Género en la entidad. Una etiqueta tan negativa sobre el estado que gobernaba un aspirante a la Presidencia de la República era intransitable en esos tiempos.

Pero en la administración de José Antonio Gali Fayad tampoco se concretó y aunque en tono propagandístico se decía que era bienvenida la alerta, lo cierto es que los tiempos para su concreción no daban para que ocurriera en su gobierno.

No obstante los argumentos o argucias que utilizaban os defensores de ambas administraciones y que por desgracia se muestra como una realidad es que la emisión de este instrumento de alarma no resolvería el problema.

El día de ayer, el gobierno del estado entregó a la CONAVIM el informe de las acciones que se realizaron desde el interinato de Guillermo Pacheco Pulido y durante los primeros días del gobierno de Luis Miguel Barbosa y aunque se avanzó en la mayor parte de las recomendaciones la realidad es que el panorama no mejoró.

Los feminicidios, que representaron el principal motor de alarma para solicitar desde hace más de tres años la alerta, van a la alza. Cinco meses previos a este instrumento se registraron 21 y durante los cinco meses posteriores incrementó a 25. Mientras que los casos de violencia familiar incrementaron en ese mismo periodo de 3 mil 84 a 4 mil, 431.

Por desgracia, este panorama no es ajeno a otras entidades que recibieron las recomendaciones y de poco ha servido también el instrumento de la Alerta de Género.

Visto está que las autoridades, si tienen la intención de cambiar este funesto panorama deben de ser más creativos inhibir la conducta de los agresores.

Hasta la próxima.

Twitter: @elsalvadorrios

salvador_rios@elsoldepuebla.com.mx

Se han cumplido seis meses desde que se concretó la exigida Alerta de Género para 50 de los 217 municipios de Puebla y a juzgar de los números de asesinatos y violencia dolosa hacia la mujer, no hay nada que celebrar.

Las agresiones mortales y con algún tipo de lesión hospitalaria hacia las féminas, lejos de frenarse o contenerse, se dispararon de manera alarmante y ubican a la entidad en la cuarta posición con más feminicidios del país con un acumulado de 40 casos.

Y, aunque, a decir del titular de la Secretaría General de Gobierno, Fernando Manzanilla Prieto, se han atendido más del 90 por ciento las 45 recomendaciones de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (CONAVIM), el empeño y los casi 12 millones de pesos que en estas se han invertido parecen ser infructuosas.

Los números del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) hablan de un repunte en la incidencia de estos delitos y si bien el origen de muchos casos se encuentra enmarcado en lo cerrado de la violencia intrafamiliar, un detonante parece apuntar hacia el crimen organizado.

Por criterios políticos, el entonces gobernador Rafael Moreno Valle Rosas evitó que prosperara la Alerta de Género en la entidad. Una etiqueta tan negativa sobre el estado que gobernaba un aspirante a la Presidencia de la República era intransitable en esos tiempos.

Pero en la administración de José Antonio Gali Fayad tampoco se concretó y aunque en tono propagandístico se decía que era bienvenida la alerta, lo cierto es que los tiempos para su concreción no daban para que ocurriera en su gobierno.

No obstante los argumentos o argucias que utilizaban os defensores de ambas administraciones y que por desgracia se muestra como una realidad es que la emisión de este instrumento de alarma no resolvería el problema.

El día de ayer, el gobierno del estado entregó a la CONAVIM el informe de las acciones que se realizaron desde el interinato de Guillermo Pacheco Pulido y durante los primeros días del gobierno de Luis Miguel Barbosa y aunque se avanzó en la mayor parte de las recomendaciones la realidad es que el panorama no mejoró.

Los feminicidios, que representaron el principal motor de alarma para solicitar desde hace más de tres años la alerta, van a la alza. Cinco meses previos a este instrumento se registraron 21 y durante los cinco meses posteriores incrementó a 25. Mientras que los casos de violencia familiar incrementaron en ese mismo periodo de 3 mil 84 a 4 mil, 431.

Por desgracia, este panorama no es ajeno a otras entidades que recibieron las recomendaciones y de poco ha servido también el instrumento de la Alerta de Género.

Visto está que las autoridades, si tienen la intención de cambiar este funesto panorama deben de ser más creativos inhibir la conducta de los agresores.

Hasta la próxima.

Twitter: @elsalvadorrios

salvador_rios@elsoldepuebla.com.mx